¿Tu hijo presenta alguna discapacidad y no has ido a terapia psicológica para ti?

La llegada de un hijo es una situación novedosa y emocionante para la familia. Padres, abuelos, hermanos y gente cercana a la familia del futuro integrante hacen planes y especialmente se forman numerosas expectativas. Se comienza a pensar en cosas básicas como el sexo del bebé, en cómo creemos que será su pelo o su piel, se generan ideas acerca de cómo será su carácter, la recámara que tendrá, el tipo de ropa que usará, etc. Sin embargo también se comienzan a vislumbrar planes como la escuela a la que asistirá, los hobbies que tendrá, la vestimenta que usará, la profesión a la que se dedicará, etc.

Aunque en efecto hay padres que saben que su hijo no será exactamente como ellos creen o quieren, de una u otra forma casi siempre se espera algo, es natural en la mente humana anteponerse a lo que vendrá, llenar el futuro con imágenes que nos ayuden a orientar nuestras acciones en el presente.

El niño entonces llega a un mundo lleno de expectativas, a veces más fuertes, a veces más gentiles, pero siempre se enfrenta a las expectativas del círculo social que le rodea, del cual los padres no son la excepción. Como padres se tienen expectativas y deseos respecto a su futuro hijo, y como acabo de mencionar esto es un fenómeno completamente normal y adaptativo de la mente humana. Estas expectativas pueden ser más o menos flexibles, sin embargo ¿qué sucede en los padres cuando la realidad les quiebra radicalmente?

¿Qué sucede cuando no es el sexo del bebé lo que los tomó por sorpresa, sino una discapacidad?

Cuando los padres reciben la noticia de que su hijo presenta una discapacidad, sus expectativas colapsan, sus planes e ideas se vienen abajo pues comúnmente eso es algo que no se espera, no se planea, no se visualiza. Es así como los padres entran en un proceso de duelo.

Un duelo no se experimenta únicamente con la pérdida de un ser querido, también se experimente con la pérdida de cualquier cosa o situación emocionalmente significativa para nosotros. En este caso lo que se pierde son nuestras ideas y nuestros planes alrededor de un evento muy importante en nuestras vidas, se pierde ese hijo que en nuestra imaginación había tomado mucha fuerza, se pierde un modelo de vida que esperábamos tener respecto a la vida como padre o madre y que muy probablemente se empezó a formar desde nuestra infancia.

De esta forma los padres entran en una crisis emocional la cual a veces logran resolver y pueden re adaptarse a la situación de forma sana, sin embargo y desafortunadamente existen muchos peligros para la salud mental si el duelo no se lleva a cabo de forma adecuada. La salud mental de cada miembro de la familia es de vital importancia, tanto para el nuevo integrante como para sí mismos. Frecuentemente cuando un niño nace con alguna discapacidad, la atención se vierte completamente sobre él, la salud del niño es la que se prioriza, no obstante se suele olvidar no solo que la salud mental de cada persona es igual de importante, sino que de hecho la salud mental del niño depende completamente de la salud mental de los papás.

Es por eso que la atención psicológica oportuna para los padres de un niño con discapacidad es de vital importancia, no solo porque la salud del hijo depende de ello, sino porque la salud de todos es indispensable para una familia feliz.

Bibliografía

Bucay, J. (2001). El camino de las lágrimas. Buenos Aires: Editorial Sudamericana.

Chavarría, V. (2008). Estado emocional de padres y madres con hijos de capacidades diferentes, en tres barrios del municipio de Siuna -periodo Julio- Diciembre, 2007. Universidad de las regiones autónomas de la costa Caribe Nicaraguense Uraccan.

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