¿Eres una persona escéptica?

Las personas escépticas padecen de mucho pesimismo, miedo, dudas, piden explicaciones, eso se relaciona con la baja autoestima o cosas que tienen que ver con sus relaciones interpersonales.

5 JUL 2018 · Lectura: min.
¿Eres una persona escéptica?

Se conoce como persona escéptica a aquella que no cree tan fácilmente en las cosas, busca, inquiere, investiga, pide explicaciones y constantemente está dudando de todo lo que le dicen, o de todo lo que le rodea. Generalmente, se trata de personas pesimistas que padecen de mucha inseguridad y mucho sufrimiento, relacionado por supuesto con la baja autoestima, o causas concretas que tienen que ver con sus relaciones interpersonales.

Su pesimismo no les permite dimensionar más allá de lo establecido en este mundo de quimeras. Estas personas no se convencen a veces ni explicándoles las cosas con manzanas ni con palitos o incluso, ni siquiera con argumentos sustentados en bases firmes, y su inconformidad les lleva muchas veces a quedarse cómodamente estancadas en la subjetividad de sus pobres vidas.

La incredulidad es una postura cómoda del individuo, un mecanismo de defensa del yo, y de cierta forma es una manera muy sutil de evadir algunas responsabilidades, ¿cuáles?, la de no tener que emitir juicios principalmente, quizá por ignorancia, por temor, o por los miedos a ser rebatido… ¡Sólo emite opiniones y cachetonamente se lava las manos!. Una manera en verdad muy cómoda de evitar debates o de no entrar en conflictos con nada ni con nadie… puf; ¡Un ideal muy pobre que defender!

En la consulta clínica por ejemplo, se observa con mucha frecuencia este fenómeno tan común, ¡El del escepticismo!. Algunas personas llegan a la terapia con muchas resistencias, con muchos miedos, y con mucho dolor emocional. Sin embargo y a pesar de eso, su curiosidad las mueve a buscar, a observar, a preguntar si será posible salir de sus estados emocionales tan lamentables. ¡Por supuesto que sí es posible, aunque no lo crean!

Desde las grandes obras y los estudios realizados por el Dr. Sigmund Freud, (Padre del psicoanálisis, 1856-1939), en la Universidad de Viena, sobre la psiquis y el psiquismo, han surgido cantidad de teorías sobre Trastornos de la mente y sus enfermedades. La salud mental no es una cuestión para creer o no, sino que es, existe y está demostrada científicamente.

La salud mental es tan importante como la salud física. Ambas causan deterioros a nivel bio-psico-social. ¿Cuál es entonces la diferencia? La diferencia estriba en que una es tangible, y la otra no. Por ejemplo: Cuando presentamos una herida en cualquier parte del cuerpo, vamos corriendo al médico ¿Cierto?. El médico lo primero que hará es desinfectar la herida para ver dónde está el problema principal, posiblemente dicho facultativo ordenará algunas radiografías y análisis de laboratorio y posteriormente reconstruirá las partes dañadas, la piel, los músculos, huesos, tendones y/o los órganos que necesitan curación inmediata, sutura y listo, ¡Véngase en ocho días para quitarle los puntos y sanseacabó!, ¿Pero una herida emocional, cómo se cura?, a la mente y al alma no le da el sol, ni el aire, y aparte en psicología y en psicoterapia no se puede usar bisturí ni anestesia, ¿Cómo le hace el psicólogo y el psicoterapeuta para sanar las heridas emocionales?, ¡Allí está el dilema!. Pero funciona igual.

Un buen psicólogo clínico está capacitado para evaluar psicológicamente y emitir su impresión diagnóstica, no sólo con su ojo clínico, sino con estudios y pruebas de su propio laboratorio que es la psicometría, una rama generosa de la psicología, que mide estandarizadamente y sin margen de error, la autoestima, el apoyo social, la ansiedad, la depresión, las áreas neurológicas, emocionales, intelectuales y algunas proyecciones inconscientes del individuo a través de las entrevistas clínicas, la observación directa, el historial clínico del paciente, entre otros. Esas son principalmente las herramientas con las que el profesional de la salud mental se apoya para detectar qué áreas hay que atender de manera inmediata.

La gente no entiende que la medicina del cuerpo se puede mostrar a cualquiera con ojos físicos, ¡La medicina del alma o de la mente, sólo se puede sentir! (no explicar, es la única forma que tiene la psicología de mostrarlo o demostrarlo, pero el problema es que la mayoría de la gente quiere "ver para creer", en ves de creer para poder crear. Imaginar es crear, y si no lo creo, (me estoy bloqueando) tampoco puede haber creación, es una forma de auto-sabotaje. Se trata pues de un campo de resistencias o bloqueos inconscientes que impiden ver con objetividad lo que realmente es o podría llegar a ser.

Algunas personas llegan a la terapia pidiendo pruebas, o exigiendo explicaciones ¿De verdad puedo curarme de todo esto que me está pasando?, ¿Pero cómo es posible curar todo esto que está pasando en mi mente?, ¿Realmente puedo llegar de verdad a controlar mis pensamientos, mis sentimientos y mis emociones?, ¿De veras puedo arrancarme del corazón y de la mente esto que siento? ¿Y cómo se hace eso?... ¡La gente escéptica principalmente es la que quiere que casi a la fuerza, el pobre psicólogo le explique de pe a pa, y en una primera entrevista inicial (de escasos 50 minutos máximo una hora), todo el proceso terapéutico de curación, para ver si al paciente escéptico le convence tomar o no el tratamiento… ¡Es absurdo, ilógico y desgastante!. No se trata pues de convencer a nadie, ni de persuadir, sino de experimentar en pellejo propio, incursionar en un mundo fabuloso, quizá desconocido que en otras circunstancias, jamás se nos hubiera ocurrido conocer, pero que nos permitirá conocernos y madurar interiormente.

El Psicólogo o psicoterapeuta no está pues para andar dando demostraciones gratuitas o explicaciones inútiles al paciente escéptico y sin embargo, algunos pacientes escépticos muy afortunados, tienen la suerte de encontrarse con psicoterapeutas en verdad con muchísima paciencia desarrollada, muy comprometidos y muy profesionales que sí están dispuestos a explicar pacientemente y a groso modo, este tipo de procesos cognoscitivos y curativos, para motivar a su cliente, ayudándolo no sólo a lidiar con su propio escepticismo, sino también facilitándole el conocimiento de sus miedos, su falta de confianza, su falta de seguridad y su falta de fe en sí mismos. ¿Cómo saber de lo que es capaz, si ni siquiera lo intenta?

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Escrito por

Dora Lidia Pérez Rochín

La Psic. Dora Lidia Pérez Rochín es una de las psicólogas más profesionales que brinda la atención y orientación necesaria para poder resolver sus problemas emocionales que pueden estar afectando su vida social y familiar. Cuenta con el conocimiento y la experiencia necesaria.

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Comentarios 1
  • sandra garcia

    Parece ser que soy ese tipo de persona, pero solo me pasa con mi pareja, por que ya no le creo nada, simplemente por su manera de actuar.

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