¡Engáñame si quieres, pero no me dejes!

"In-fiel", es una palabra que duele en las relaciones de pareja que se destruyen emocionalmente por faltar al amor y al compromiso que implica vivir con respeto y lealtad a quien amamos.

1 MAR 2019 · Lectura: min.
¡Engáñame si quieres, pero no me dejes!

Cuando hablamos de temas de infidelidad, algunas personas no podrían estar de acuerdo en lo que aquí se expone (principalmente algunas parejas), y muy probablemente hasta se les enchile el alma y terminen molestas, quizá algunas porque lo considerarían una verdadera irreverencia, otras porque se pusieron el saco y les llegó a la medida, y tal vez algunas otras, porque no les gusta que se les anime a confrontar sus verdades, sin embargo lo compartimos con mucho respeto a la opinión del lector silente, para que considere lo que mejor le parezca, pero lo que sí es innegable, es que la infidelidad, en nuestro querido país México es un aspecto sociocultural que quizá en otros tiempos hubiera pasado "desapercibido" para la sociedad, porque se le consideraba muy "normal" que el hombre le pusiera el cuerno a su mujer y que tuviera hijos regados por donde quiera, -entre más hijos tuviera, más hombre se le consideraba- pero hoy en día las cosas han cambiado, ese asunto ya no se considera tan "ligth" ni con características machistas.

¡Ya no!, ahora esto es un asunto que compete al ámbito judídico-penal, ya que actualmente es una causal de divorcio y podría ser penado hasta con un tiempo en la cárcel.

¿De qué manera impacta la infidelidad en las relaciones de pareja?

En el aspecto psicológico la infidelidad puede llevar a ocasionar en las parejas, un mundo de trastornos emocionales: Miedos, dudas, celos, culpas, fobias, distorsiones cognitivas, ansiedad, depresión, frustración, ira, impotencia, inseguridades, acoso, dependencia emocional, sentimientos de inmadurez, exigencias desmedidas, problemas protuberantes y otros conflictos en general, así como también conductas agresivas y adicciones diversas.

Existen dos clases de infidelidad: La sexual y la emocional

Se considera infidelidad sexual, cuando la pareja (o uno de los dos), tienen una aventura amorosa con otra persona de forma esporádica. El hombre infiel o la mujer infiel han tenido sexo pero sin sentir amor. En cambio la infidelidad emocional se refiere a un "affair" o atracción o conexión especial con una persona que no es su pareja, pero nunca llega a tener sexo con ella, solamente se identifica plenamente con ella, la recuerda, la nombra, la piensa con frecuencia y podría llegar a obsesionarse con ella.

La obsesión enfermiza por una persona, puede llegar a destruir relaciones, hogares, sentimientos, podría llegar a destruir ilusiones, sueños y la confianza del ser amado.

Pero lo más lamentable de todo esto, es que hay personas que ya perdieron hasta su amor propio y su dignidad, viven con una autoestima tan baja y tan deteriorada, que aún sabiendo que su pareja les engaña, prefieren hacer como que no pasara nada y callan bajando la cabeza, haciéndose de la vista gorda y se quedan en la relación aprobando ese vínculo tóxico. O en el peor de los casos hasta pierden la dignidad, el orgullo y la vergüenza para aceptar la infidelidad de su compañero(a), con tal de conservar aunque sea el cuerpo de su pareja en la cama, aunque ya no tenga su amor. Y le ruegan que no se vaya: "Engáñame si quieres pero no te vayas, no me dejes, no podría vivir sin ti".

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Obviamente dichas personas se victimizan y entran en estados depresivos muy severos a causa de la infidelidad y el abandono. El dolor inenarrable por la ruptura sentimental y la pérdida se hacen insostenibles porque su amor estuvo centrado y basado en un apego enfermizo, en una dependencia emocional que en el fondo son derivados de puras carencias emocionales, vacíos existenciales, orfandad afectiva, etc. ¿Cómo esperar que el otro nos brinde lo que nosotros mismos no somos capaces de darnos primero?

Es triste y lamentable sí; que algunas personas sin escrúpulos, aprueben este tipo de relaciones y se hagan cómplices de esos delitos. La madre alcahueta por ejemplo, que todo le tapa al hijo porque para eso es hombre, -dice-, ah, pero no le hagan una infidelidad a su hija porque eso sí le va a doler hasta el tuétano de los huesos. Las cosas no son igual ¿verdad?. O también hay casos en que es la misma madre quién induce a las hijas a meterse en relaciones inadecuadas cuando hay intereses de por medio: "Mira mijita, es casado pero por algo te busca, no ha de ser feliz con su mujer", o "Y a ti qué te importa que sea casado mientras te ponga casa y te mantenga"… ¡Por favor!, con una mentalidad así, ¿de qué te dan ganas?

Es obvio que los modelos adictivos en las relaciones de pareja, van a crear este tipo de conductas disruptivas, distorsionadas, tóxicas y por demás dañinas y destructivas, en tanto no se estén tomando en cuenta algunos factores importantes como la seguridad emocional, la confianza, la autoestima, el amor propio, la dignidad, el respeto que es índice de sana tolerancia, y para potenciar esos recursos es necesario darse cuenta primero de qué es lo que queremos para nuestra valiosa vida, en qué dirección queremos desplazarla, y de qué medios nos vamos a valer para lograr nuestros objetivos. Para mayor información, acude a tu psicólogo de confianza quien te orientará de la mejor manera para que encuentres tu propio cauce y vayas por la felicidad que ya te pertenece.

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Escrito por

Dora Lidia Pérez Rochín

La Psic. Dora Lidia Pérez Rochín es una de las psicólogas más profesionales que brinda la atención y orientación necesaria para poder resolver sus problemas emocionales que pueden estar afectando su vida social y familiar. Cuenta con el conocimiento y la experiencia necesaria.

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