¿Por qué nos cuesta tanto trabajo soltar y dejar ir?

El Ser Humano vive lleno de dudas y miedos, éstos son los principales impedimentos para soltar el pasado, dejarlo ir, dejarlo atrás. ¿Quieres hacerlo?, busca ayuda profesional ¡Infórmate!.

3 MAY 2018 · Lectura: min.
¿Por qué nos cuesta tanto trabajo soltar y dejar ir?

"La vida es lo que hacemos de ella", reza una máxima muy trillada por allí, pero muy cierta, pues cada persona es absolutamente responsable de sus actos, no vamos a hablar de encontrar culpables sino de aprender a encontrar soluciones a todo lo que nos pasa en la vida.

Lo más adecuado para empezar a lograr nuestros sueños, es permitirnos conocer primero nuestras fortalezas, pero también nuestras debilidades (que también son zonas de oportunidad), ya que son los elementos o herramientas psicológicas básicas de las cuales nos vamos a valer para lograr nuestras metas: Darnos cuenta qué tenemos o con qué contamos y qué nos hace falta potenciar dentro de nosotros, para salir adelante.

Generalmente, a las personas les cuesta mucho trabajo entrar en el proceso de reestructuración cognitiva. Es decir, aceptar que hay que depurar, limpiar y sacar toda la basura mental acumulada, misma que con el tiempo va produciendo una saturación emocional que verdaderamente vuelve loco a cualquiera: No saben cómo funcionar en ningún terreno, ni cómo tomar decisiones inteligentes, y ni siquiera darse cuenta cuándo es el momento de elegir transformarse interiormente para hacer una nueva versión de sí mismos.

La gente se harta a veces de vivir una vida tan rutinaria y desabrida de chile, tomate y cebolla, porque no saben cómo ponerle sabor al caldo –como se dice coloquialmente-, pero tampoco están dispuestos incluso, a soltar sus viejos hábitos o costumbres rancias y caducas, ni sus vicios cotidianos, no saben ni quieren saber cómo cambiar su disco rayado de funcionar o cantar siempre la misma canción de quejas y reclamos y más quejas y más reclamos cada día, que se vuelven lamentaciones inútiles, y que de paso se transforman en variantes contaminantes para su entorno.

¿Pero qué pasa cuando la gente se harta de vivir así y decide buscar ayuda para salir de ese estado emocional tan lamentable?

Algunas personas acuden al psicólogo o psicoterapeuta con muchas resistencias, y ven a los profesionales de la salud mental, como si estos fueran su única tablita de salvación y llegan esperanzados en que el psicólogo les cure y les arregle todas sus imperfecciones en la primera sesión como si fuera magia o por obra del Espíritu Santo. Confían en que el pobre psicólogo se las ingenie como si fuera un ángel bajado del cielo que en cincuenta minutos o máximo una hora ya quedarán arreglados o sanados para siempre… ¡Qué absurdo, como si esto fuera hacer enchiladas!

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No quieren o no pueden darse cuenta estas personas, que la labor psicoterapéutica consiste sólo en orientar, acompañar, escuchar activamente, preguntar, espejear y confrontar, para facilitar la comprensión creadora de los pacientes. Son ellos los que se arreglarán al escucharse a sí mismos, para limpiar y depurar sus excesos, y bajo la supervisión del psicoterapeuta, aprendan a mover y remover esquemas o estructuras mentales, organizar y acomodar sus pensamientos, emociones y sentimientos, eso es la re-estructuración cognitiva, un trabajo interno o investigación psicológica muy personal y muy íntima. Es todo un proceso terapéutico que requiere ser analizado con disciplina, constancia, seriedad y responsabilidad. Todo un trabajo delicado entre terapeuta y paciente que merece tolerancia, paciencia, confianza, seguridad, fe y respeto.

Pero afortunadamente si hay quienes llegan a la consulta psicológica con mucha resolución y determinación al cambio. Vienen dispuestos a dar el gran salto cuántico y eso es maravilloso. Todo un honor para el psicólogo o psicoterapeuta trabajar en equipo con este tipo de personas valientes y responsables, que aunque traen muchos miedos, ¡Se atreven a intentarlo! e inmediatamente quieren aprender a modificar sus conductas, a conocer sus mecanismos de defensa del yo, y a cambiar sus estilos de pensar, de sentir y de actuar, toda una maestría de vida al darse cuenta de que el despertar de la conciencia está precisamente allí, en el centro del cambio de actitud aquí y ahora para manejar mejor sus emociones.

Se trata de personas que seguramente ya han tocado fondo en su dolor y sufrimientos o ya se hartaron de sus miserias psíquicas y saben desde el fondo de su corazón, que no tienen otra opción más que volver a levantarse, y les ha quedado claro entonces, que hartarse no es tan malo como parece, porque gracias a eso, se decidieron a cambiar y/o a transformar sus impresiones y cada nuevo día de nuestra vida, siempre es bueno para volver a empezar.

Y tú, amable lector silente, ¿Conoces cuáles son tus resistencias al cambio?, ¿Serán acaso tus dudas y miedos a experimentar en tu propio pellejo?, o ¿Será que te cuesta trabajo abandonar tu zona de confort que no te permite mirar más allá de lo que tienes frente a tus propias narices?, ¿Miedo al qué dirán, al qué sucederá o al qué pasará?, ¿Incredulidad y apatía?, ¿Conformismo? ¿Pereza física y mental?, ¿Sistema de creencias?, ¿No conoces otra forma de ser y de existir y te parece difícil incursionar en lo que te resulta desconocido? ¿Qué es lo que sientes, o qué es lo que quieres para tu valiosa vida?,

Tuya es la decisión, te pertenece… y cualquiera que esta sea, recuerda que como Ser Humano eres valioso y por siempre mereces todo el amor y todo el respeto. Pero si ni siquiera lo intentas, ¿Cómo saber de lo que eres capaz?

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Escrito por

Dora Lidia Pérez Rochín

La Psic. Dora Lidia Pérez Rochín es una de las psicólogas más profesionales que brinda la atención y orientación necesaria para poder resolver sus problemas emocionales que pueden estar afectando su vida social y familiar. Cuenta con el conocimiento y la experiencia necesaria.

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