¡Atrévete a conquistarte a ti mismo(a)!

Desde la cuna hasta la tumba, el ser humano está rodeado de infinitas posibilidades, para conocer, para creer, para crear, para crecer, para madurar, para progresar y evolucionar, pero también para amar y hasta para ser amado. Sin embargo muy pocas personas sabemos quiénes somos realmente, de dónde venimos, qué estamos haciendo en este planeta tierra, y para dónde vamos.

Algunos teóricos de la personalidad afirman que el hombre es el resultado de lo que piensa, come y siente. Otros como Erick Erickson, asegura que el individuo es producto de su medio, que el hombre es lo que es su vida y que los aspectos conscientes del yo se desarrollan mediante la cultura y las relaciones sociales. Pero otros más como Sigmund Freud enfatizan que el hombre es lo que es su líbido sexual, y que todo lo que hace, tiene su origen en el sexo, otros dicen que el hombre sólo es un compuesto de ADN (gameto femenino y zoospermo masculino), pero otras teorías como las de Charles Darwin exponen que el hombre viene del mono, u otras más que aseguran que el ser humano primero fue hecho de barro, etc.

Sería irrefutable cuestionar todos estos aportes a la ciencia, pero cualquiera que sea la verdad sobre estos postulados; todos y cada uno de ellos, nos invitan aquí y ahora a la más profunda de todas las reflexiones.

Interesante sería además analizar algunos otros aspectos dicotómicos que podrían resultar un excelente andamiaje para nuestra comprensión creadora: ¿Será que sólo somos una carga genética heredada de nuestros padres? ¿O será que nuestro medio ambiente en el que crecimos y nos desarrollamos determinaron nuestra forma de ser y de actuar? ¿O serán las dos cosas juntas?

Es innegable que las ciencias naturales y exactas nos enseñan mucho sobre biología, fisiología, química y física en general pero también sobre tiempo, espacio y persona, partiendo desde la premisa del átomo, la molécula y la microbiología celular, y todos esos estudios son geniales, tienen su validez científica, pero nos quedamos patinando, o solos "chiflando en la loma" (como se dice campiranamente), cuando tratamos de aplicarlos en nuestro propio pellejo para aprender, para investigar, para encontrar respuestas, o para dar testimonio.

Obviamente allí influyen otros factores no menos importantes como la falta de fe, el miedo, la pereza mental, la falta de voluntad, la falta de esperanza, la poca creencia, la falta o la poca confianza y la poca seguridad que tenemos en nosotros mismos. Es más fácil dejar todo en el beneficio de la duda o tirar la toalla como se dice coloquialmente ¿verdad?. Resultado: Pérdida de tiempo miserablemente e inútil, o conformismo en la mediocridad, qué tristeza tener que decirlo así.

Preguntarse: ¿Quién soy?, implica revisar íntimamente todas las zonas de nuestra existencia: Emocional, afectiva, de salud, psicológica y social. ¿Qué es lo que vivo en familia, trabajo, escuela, pareja y sociedad?. ¿Cómo estoy percibiendo a los demás y cómo creo que me perciben los demás? ¿Desde qué punto de vista o referencia psíquica interpreto las cosas?, ¿Soy una persona asertiva y objetiva o vivo a la deriva de las circunstancias y al son que me tocan bailo? ¿Me dejo llevar por los aspectos socioculturales, o defiendo mis ideas e ideales y mis sueños? ¿Controlo mis emociones o ellas me controlan a mi? ¿Me gusta hacer altos en el camino para reflexionar, meditar profundamente, emprender, innovar y atreverme a hacer las cosas de manera diferente, o dejo que los demás decidan por mi y para mí?

Si te atreves a ser tú misma(o) corres el riesgo de asumir algunos costos, pero sabes que lo tienes que hacer por ti, aunque nadie te lo pida o aunque te queden algunas culpas y miedos, pero no hay vuelta de hoja contra el auto-sabotaje y un ego desequilibrado, lleno de conflictos emocionales y dudas, intereses y miedos al qué dirán o qué pasará o qué sucederá. Romper con viejos paradigmas de vida, cambiar esquemas mentales, modificar conductas tóxicas, cambiar de negativo a positivo y saber porqué lo hago, quizá perderte y encontrarte para que estés en capacidad de poder despertar conciencia de lo que has hecho y de lo que no has hecho con tu valiosa vida, pero sobre todo, darte cuenta de que lo más importante de tu valiosa vida, no es lo que te rodea ni lo que crees que te pertenece, sino de darte cuenta de todo lo que eres capaz de hacer. ¿Cómo saberlo si ni siquiera lo intentas?

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