¡Atiende tus pensamientos!

La ciencia habla sobre el poder que la mente ejerce sobre las conductas humanas, y no sería difícil adivinar el papel que juegan los pensamientos distorsionados que a su vez, generan conductas desordenadas, sentimientos y emociones disruptivas o fuera de control, que llevan al individuo a vivir en un verdadero caos, teniendo que soportar el dolor de una constante razón atormentada.

En ese marco, es importante entender que la salud mental no es un juego de niño ingenuamente pretencioso que quisiera tomar toda el agua del océano solamente con sus manos, o tratar de llegar a la luna en una avioneta de corto vuelo… ¡No!, pues lograr los sueños implica ir mucho más allá de una necia fantasía. Y eso no quiere decir que tener fantasías sea inadecuado o malo, ¡Claro que no!, pero no someterse a ellas.

Entonces debemos conocer que la vibración de nuestra energía, causa impulsos electromagnéticos que tienen su asiento en el cerebro. Esos campos eléctricos magnéticos son muy poderosos y se expanden a través de redes neuronales que construyen vida, luz y entendimiento mediante "mensajes eléctricos" llamados también: Neurotransmisores o conductores de energía.

Nuestras neuronas constantemente están emitiendo vigorosos chispazos o mensajeros químicos directamente a nuestra pantalla mental, de allí la mente las proyecta hacia nuestro procesador bioquímico llamado hipotálamo, el gran laboratorio de nuestro cerebro donde se gestan todas las sustancias que nuestro organismo necesita para funcionar óptimamente.

Cuando la mente manda al hipotálamo las descargas eléctricas (que son los pensamientos emitidos por nuestras neuronas), estos se transforman en emociones y de acuerdo a la calidad de cada pensamiento, será la calidad de emoción que se geste, es decir, si tenemos un pensamiento negativo, el hipotálamo generará emociones de tristeza, dolor, decepción, frustración, llanto, etc. Pero si elijo cambiar por un pensamiento positivo, el hipotálamo ayudado por la hipófisis, crearán emociones de alegría, felicidad, salud, bienestar, abundancia, etc. Por eso y con mucha razón se dice por allí que eres lo que piensas, eres lo que hablas, eres lo que sientes y por supuesto, eres lo que de ti, expresa tu propia actitud. ¡Es tu elección!

¿Pero cómo elegir si ni siquiera sé cómo funciono?, Hey… ¡Tranquilo, vamos paso por paso!... ¡Escúchate a ti mismo!, aprende a convertirte en un investigador de tu propio pellejo y tu propio proceso interior. Conviértete en un observador y un observado al mismo tiempo. La investigación psicológica requiere de tres factores importantes: Objetividad, disciplina y tenacidad.

¿Qué es ser objetivo? Es observar y aceptar la cualidad de la realidad, es ver la realidad tal como es, pero sin mezclar sentimientos, tomar las cosas como son, sin conceptos, sin juicios, sin apegos ni transferencias emocionales.

¿Qué es la disciplina? Es tener orden en la conducta, seriedad, practicidad, localización, puntualidad, transparencia, funcionalidad, claridad, es ser organizado, disciplinado, etc.

¿Qué es tenacidad? Es tener continuidad de propósitos, actitud de resistencia o resiliencia, constancia en el desempeño de una labor, etc.

Estar en recuerdo de sí mismo el mayor tiempo posible y diariamente estar como vigías en época de guerra, con el fusil en la mano, a la cacería de nuestros pensamientos pero sin juicios, sin diálogos internos, sin identificaciones de ninguna especie, se trata sólo de observar atentamente, cómo llegan nuestros pensamientos sin pedir permiso y observar cómo se van sin decir adiós. Es solamente observar para conocer cómo funciona nuestra mente. Ese trabajo interno es para ver cuánta basura acumulamos y ni cuenta nos habíamos dado de ello: Llegan Recuerdos, hacemos planes, pensamos en nuestros proyectos de vida, repasamos los pendientes que tenemos, fantaseamos con nuestros sueños, y de pilón cargamos con reciclajes enajenantes del pasado que nos ponen a veces hasta de mal humor, principalmente por la noche, que es cuando damos veinte mil volteretas a la almohada o contamos treinta mil borreguitos y el sueño se resiste a llegar.

La mente es caprichosa, es como un burro cerrero que no le gusta obedecer y obviamente se resistirá al principio, pero no hay problema, pues poco a poco iremos haciendo conciencia de que ya no es posible continuar toda la vida dormidos e inconscientes.

La auto-observación es una técnica psicológica maravillosa y muy generosa que nos ayudará enormemente en el proceso de conocernos a nosotros mismos. Atender nuestros pensamientos sería el primer paso vital hacia un gran cambio de actitudes y modificación de conductas que a su vez conllevan a una gran responsabilidad fortuita: La de ser yo mismo y hacer lo que siempre soñé. ¿Quién dijo o dónde está escrito que no se pueda hacerlo?

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