¿Por qué me siento tan solo?

La soledad es el mal de nuestro mundo. ¿Porqué nos sentimos solos aún estando acompañados?, Conoce las causas de este trastorno mental, pueden ser de carácter multifactorial. Infórmate aquí.

11 NOV 2019 · Lectura: min.
¿Por qué me  siento tan solo?

Desde una visión existencial del Ser humano, la soledad es el mal de nuestro mundo. Hay mucha gente que se siente sola a pesar de vivir rodeada de otras personas. Se siente sola a pesar de que tiene una pareja con quien comparte su tiempo, sus sentimientos y sus cosas. Puede decirse que tiene todo para ser feliz: Casa, coche, trabajo, una familia, amigos… ¡Pero la persona se sigue sintiendo sola!, suspira y suspira de noche y de día y no logra llenar esos vacíos existenciales, no logra trascender esa "Soledad existencial" como le llaman algunos autores del humanismo filosófico.

En este marco, citaremos algunos conceptos básicos que nos permitirán entender porqué nos sentimos tan solos en un mundo tan lleno de personas, de cosas, de oportunidades para crecer, para madurar, para comprender que no todo es como parece, y que las cosas a veces no son tan fatales como la mente nos las hace ver, la mente a veces hace las cosas más grandes de lo que realmente son, y en el fondo de todo esto, están los miedos: Miedo a no ser, a no figurar, a no tener, a no entender, a no poder, a no estar, etc.

El ser humano por naturaleza es un ser social, nacimos en un mundo lleno de personas y somos el resultado o fruto de nuestras relaciones con los demás, y nuestra primera figura de apego es nuestra madre biológica, después el padre que esté o no esté presente, le daremos una representación de autoridad en nuestras vidas, posterior, la relación con los hermanos y la familia. Es decir llegamos a un mundo lleno de contingencias que ya estaba hecho, y para que nuestra existencia tenga sentido, es vital la inter-relación con los demás. Dicho de otra manera: Nuestra vida humana cobra sentido a través de la interacción y la influencia de otros seres humanos.

¿Se imaginan ustedes que no existieran seres humanos en el mundo en que nacimos?, es decir, que estuviéramos solos en el mundo, que no tuviéramos nada ni a nadie con quien platicar, ni de quien aprender, ni con quien compartir, ni a quién enseñar ni con quién relacionarnos ni con quién interactuar… ¿Qué sería de nosotros?, ¿Tendría sentido una existencia en completa soledad?

El Paradigma Relacional nos dice que la existencia humana toda es Relación y que la realidad de la existencia humana es relacional. Sin ésta, nada podría ser posible. Sin embargo, visto desde el enfoque intra-psíquico o individual, la intersubjetividad se vuelve una arma de doble filo, porque nos define como seres únicos, concretos, materialistas, ególatras, farolones, es decir, separados del mundo, como si no necesitaramos de nada ni de nadie para existir y eso no es verdad, todos necesitamos de todos para vivir para existir.

La existencia humana es interactividad y relacionalidad, todos necesitamos de todos para existir y subsistir: El repartidor de gas, el que vende la leche y el pan, el personal de luz y fuerza, los que trabajan en las Juntas de Agua potable, los comercios, las empresas, las escuelas, etc., son servicios prestados por personas y a la vez, necesidades básicas que debe cubrir el ser humano, somos un mundo colectivo necesario para la existencia humana. No se puede crear algo de la nada, todos somos co-constructores de nuestro existir y nuestro destino.

Co-crear con el mundo en el que vivo, es aceptar que soy parte de él, y que no puedo ni debo sentirme separada de él, ni en soledad de mi propio mundo porque en realidad de verdad nunca estamos solos. Lo que pasa es que las cuestiones socioculturales aquí juegan un papel sumamente importante, los hábitos, las costumbres, las ideas, los sistemas de creencias, los introyectos, los formatos de educación, la cultura, el entorno y la familia… tienen mucho que ver.

Es importante entender que el sentido de pertenencia empieza cuando tengo a otro a mi lado que me enseña precisamente el contraste: Que no me pertenezco ni siquiera a mí mismo como creía, pero que puedo ser y existir como unicidad influencial para el otro, como el otro lo es para mí. No cabe aquí la idea de cosificar lo que somos ni de fragmentarnos ante la existencia humana, porque estaríamos negando que estamos aquí precisamente para aprender de los otros a través de la relacionalidad, pero que un día tendremos que irnos, tendremos que abandonar este mundo, tendremos que regresar a nuestro verdadero y eterno hogar. La eternidad.

Entonces ¿Porqué sufrir tanto por soledad? ¿Cuál soledad? Si estamos rodeados de todo y de todos, a diario tenemos que relacionarnos con nuestras familias, con nuestros compañeros de trabajo, con nuestros amigos, con nuestros vecinos, conocidos y hasta con la gente de la calle que nada tiene que ver.

¿Soledad en compañía?, eso es otra cosa y nos pone a escoger entre el amor y la soledad, pero pongámonos a pensar: ¿Es posible sobreponerme a mi soledad básica a través de una relación amorosa?, o, ¿Puedo seguir siendo yo misma(o) aún viviendo dentro de una relación de pareja? Y lo más importante: ¿Es realmente posible encontrar amor en este mundo?

Estos planteamientos nos invitan a reflexionar profundamente sobre la condición humana de una manera distinta. No podemos hacer una escisión entre sujeto y objeto y mucho menos atrevernos a tapar el sol con un dedo como se dice coloquialmente.

¿Cómo se puede romper el aislamiento y superar el miedo a la soledad?

Es muy difícil para algunas personas, poder sentirse conectados con el mundo, adaptados a su entorno, les cuesta mucho trabajo socializar, y si lo hacen, sólo es por compromiso, pero no porque lo disfruten verdaderamente. Están, pero no están, es decir, físicamente están allí, pero su mente y sus pensamientos están muy lejos ¿Qué está pasando allí?

Primero pregúntate qué es lo que quieres y cómo puedes lograr lo que quieres, tal vez no sea tan malo estar solo(a) como parece. Qué está pasando en tu valiosa vida, qué problemas o debilidades tienes que atender de manera urgente para reconciliarte con tu autoestima y puedas tomar decisiones.

Cambia tu sentido de vida, intenta compartir con otros lo que tú sabes hacer, no esperes reconocimiento, lo haces porque te gusta hacerlo y lo disfrutas.. Sal de tu encierro y de tu egoísmo, deja ya esa zona de confort que se ha convertido en tu peor consejera, te darás cuenta que aislarte y quejarte de su soledad, no son la mejor solución.

Y si finalmente no sabes como hacerlo, o no puedes tú sola(o) salir de ese estado tan lamentable en el que te encuentras, acude a pedir ayuda de un profesional de la salud mental, en psico.mx te estamos esperando y te atenderemos a la brevedad posible.

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Escrito por

Dora Lidia Pérez Rochín

La Psic. Dora Lidia Pérez Rochín es una de las psicólogas más profesionales que brinda la atención y orientación necesaria para poder resolver sus problemas emocionales que pueden estar afectando su vida social y familiar. Cuenta con el conocimiento y la experiencia necesaria.

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