Navidad: ¡El abrazo que llega al alma!

La víspera de Navidad, nos invita a la más profunda de todas las reflexiones, donde todos los seres del mundo podemos acercarnos al amor y a todo sentimiento de bienaventuranza, al calor del hogar que es hoguera, y a la dulce armonía familiar contagiosa. Los buenos deseos en estas fechas, se convierten en un cálido puente que une e integra a las personas aún en la distancia.

Las ondas teleoginoras viajan a la velocidad de la luz en cada pensamiento decembrino. El olor a pino fresco, las luces de colores, las tradicionales esferas multicolores, el hermoso nacimiento en el seno familiar, la decoración navideña, los regalos, los angelitos en el jardín, la algarabía, flores rojas de noche buena, heno fresco y verde licopodio enredado en las macetas de la entrada de nuestra morada inundada por la alegría que nos trae el espíritu de la Navidad.

Sin embargo, no en todos los hogares se vive la alegría de la esperanza en Navidad. Algunas parejas han decidido separarse, papá y mamá ya no estarán juntos este año, a pesar de que son tiempos de amor y reconciliación –dicen los niños tristes-, sin entender por qué la familia se ha fracturado. Una pelota, unos patines y una muñeca, duermen abrazados en el inclemente frío de un rincón. Papá enojado gritó que no existe el Santa Claus, mamá tiró la bufanda que había tejido con tanto amor. ¿Qué hacer?, si a los niños no les permitimos ni siquiera pedir explicación. ¿Y qué decir de los adolescentes?, algunos caen en cuadros clínicos depresivos bastante severos que realmente hace que los días festivos sean difíciles para muchas familias, que ya de por sí, la falta de luz solar y el cambio climatológico cuando llega la temporada de invierno tiende a afectar los estados de ánimo de las personas.

Existen otros factores, como por ejemplo el de privación social, como la pobreza extrema y la enfermedad, que calan y duelen más allá de la piel en épocas de Navidad. Ver este fenómeno sociocultural en época decembrina nos va encogiendo el alma, es una herida profunda que nos afecta a todos, y sólo unos cuantos quisiéramos sanar, una anemia espiritual que como mancha difícil de quitar, se extiende como epidemia cada vez más por nuestro mundo (ya de por sí), herido de muerte y en bancarrota de todos los valores. Y ¿Qué decir de la pobreza interior? Un ideal en verdad muy pobre que defender. Esa es la peor de todas las enfermedades y la más grande de todas las pobrezas con su ignorancia irreverente y su esclavitud oscura.

No cabe aquí hacer juicio moral, ni vamos a colgarle etiquetas como si fueran calcetines o botas de Navidad en una chimenea, ¡Claro que no!, solamente se trata de señalar desde nuestro Ser Interior Profundo, la inmensa alegría que se siente en dar, en vez de recibir, como alguien dijo por allí que frecuentemente soñaba con ese profundo gozo. Dar, y dar a manos llenas como fuente inagotable de amor e inspiración, alegría y vida. Un regalo de la vida en Navidad, vestida de arte y mística. Un abrazo supremo de luz inmortal e infinita sabiduría. ¡Naturaleza y Galaxia! (Galanatu) El colosal abrazo del Cosmos infinito, donde se gesta el conocimiento y el amor universal.

El Dr. Jean Piaget, epistemólogo y desarrollador de la Teoría de la Psicogénesis (Psicología genética) se interesó por la naturaleza y en sus obras maravillosas nos habla de la inteligencia humana como un todo relacionado internamente con sus partes… y a estas, a su vez les llamó "Esquemas mentales" que son los que se encargan de combinarse: Asimilar y acomodar el conocimiento, algunos le llaman hacer o crear con-ciencia. Y crear o despertar conciencia de tu lugar en la vida, es el regalo más grande que te puedes dar tú mismo(a) en esta Navidad.

Te invitamos aquí y ahora a soltar apegos y dependencias emocionales, te invitamos a soltar quejas cognitivas y sufrimientos innecesarios. Tú eres el abrazo más potente que tu familia espera en esta Navidad. Tú eres el milagro más grande, porque fuiste creado de polvo de estrellas y del más grande amor del creador. Una esencia divina brilla como sol en tu interior profundo, ¡Abrázate!, ¡Ámate!, ¡Valórate!, ¡Felicítate por ser tú, dentro de ti! Y da gracias porque aún puedes respirar, aún puedes sentir el calor de los rayos del sol, aún puedes saciar tu sed con agua de la fuente cantarina, o el manso río que te habla, y tus pies descalzos aún pueden sentir el latido vivo de la tierra. ¡Estás aquí! Hombre, Mujer, y tienes una mente para pensar, unos labios para bendecir a través de la palabra, dos brazos para trabajar, dos piernas fuertes para caminar y un noble corazón para sentir, que aún nada se ha perdido, y que puedes (si quieres), volver a empezar.

Si no sabes cómo hacerlo, acude a tu psicólogo(a) de confianza y regálate esta Navidad, la alegría de conocer el camino hacia tu propia luz y auto-conocimiento. La psicoterapia te ayudará a organizar tus ideas y a reestructurar cognitivamente todos tus recursos personales. Vas a potenciar tu valiosa vida y a hacer una nueva versión de ti, pero sólo si tú quieres. Recuerda esta máxima que nos deja tanta enseñanza:

"Sigue siempre a tu corazón, pero lleva siempre contigo a tu cerebro" (Alfred Adler).

es decir: No pongas todas tus palabras en tu corazón, pero si puedes poner tu corazón en todas tus palabras, y nunca olvides que un abrazo tuyo en Navidad, siempre llegará a otra alma quizá necesitada de amor.

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