Por qué la fatiga mental te puede autodestruir
La fatiga mental nos puede afectar en silencio y en muchos niveles. Te invitamos a conocer las consecuencias de este tipo de cansancio mental, antes de que te tomen demasiada ventaja.
La fatiga mental es una compañera y una consecuencia que muchos llevamos a cuestas en medio de los afanes.
Si alguna vez has estado en medio de un embotellamiento puedes imaginarte lo que es la fatiga mental. Digamos que los pensamientos y las preocupaciones son tantos que van quedando atorados en tu mente sin que puedas avanzar en una u otra dirección.
No obstante, para entender más sobre la seriedad del agotamiento mental y de las posibles consecuencias que puede traer sobre nuestra vida, démosle una mirada de cerca. Empecemos...
¿Qué es la fatiga mental?
La fatiga mental es una sensación de agotamiento, cansancio y falta de energía. Aunque es una respuesta normal ante un esfuerzo físico, estrés emocional o falta de sueño, en algunos casos la fatiga puede ser la señal de la aparición de un trastorno mental o físico de mayor gravedad.
Además de las señales que enumeramos antes, la fatiga mental tiene otras apariciones que a veces pasan desapercibidas y también, suele confundirse con la somnolencia (sentir la necesidad de dormir) aunque es algo distinto.
Otras señales de la fatiga mental, también conocida como agotamiento, letargo o extenuación, pueden ser:
- Confusión.
- Cambios de peso, en algunos casos.
- Debilidad.
- Dolores de cabeza frecuentes.
- Insomino, entre otros que exploraremos más adelante.
Aun así, la fatiga puede estar presente y ser ignorada pues no siempre está asociada a síntomas tan notorios. Algunas veces, solo 'paramos' cuando las consecuencias aparecen y nuestra salud se deteriora.
"No esperemos recompensas de nuestras fatigas y desvelos". - José de San Martín.
Causas de la fatiga mental
Es frecuente que el agotamiento esté asociado a excesos en las cargas laborales, no obstante, existen otras causas para que la fatiga mental aparezca:
- Problemas en la tiroides.
- Trastornos en el sueño.
- Depresión.
- Anemia.
- Consumo de drogas o alcohol.
"Practico mantener la calma todo el tiempo, a partir de situaciones que son tensas" - Martha Beck.
Ahora bien, ya que sabes qué puede causarte fatiga mental es momento de que te hagas estas preguntas para detectar si la padeces:
- ¿Te sientes abrumado ante las responsabilidades o tareas que tienes?
- ¿Estás sintiéndote irritable o demasiado impaciente en tu oficina?
- ¿Te cuesta trabajo concentrarte?
- ¿No te satisfacen tus logros?
- ¿Sientes poca energía?
¿Estás siendo afectado por la fatiga mental?
En realidad analizar cómo te sientes y hacer esta introspectiva es la mejor forma de detectar si estás agotado mentalmente. Haz una pausa y sé completamente honesto, vale la pena. Ahora, después de responderte estas preguntas y si aun tienes dudas, te contamos por qué es necesario darle atender la fatiga mental:
Consecuencias del agotamiento mental
La fatiga mental cobra factura en tu salud física y en tu salud mental. Entre las preguntas que te planteamos antes hay cosas como 'sentirte con poca energía' y es que, la fatiga te afecta desde adentro y hacia afuera. Observa:
Consecuencias físicas
Aunque cada caso y cada organismo es distinto, las señales físicas de la fatiga mental más frecuentes son:
- Dolores de cabeza frecuentes, repentinos.
- Malestares estomacales o intestinales sin razón aparente.
- Dependencia del alcohol u otras sustancias.
- Estrés excesivo.
- Diabetes tipo 2.
- Vulnerabilidad a enfermedades cardíacas.
- Presión arterial alta.
Además, y de la mano de las consecuencias físicas, tu salud mental puede verse afectada por la fatiga mental:
Consecuencias mentales
- Aumenta el riesgo de sufrir de depresión y otros trastornos mentales, como la ansiedad.
- Insomnio, una de las consecuencias de la fatiga mental y que a su vez la alimenta.
- Tristeza, enojo, frustración.
- Falta de control de las emociones.
- Dificultades para concentrarse, te distraes fácilmente.
Así es que: mejor no esperes a que las consecuencias de la fatiga deterioren tu calidad de vida, y busca alternativas para darte un nuevo aire. Practicar un ejercicio, consultar con un psicólogo experto, iniciar terapia y buscar un pasatiempo, son algunas de las cosas simples que pueden hacer toda una diferencia. Empieza hoy.
"La paz comienza con una sonrisa". -Madre Teresa de Calcuta
Las informaciones publicadas por Psico.mx no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. Psico.mx no hace apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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