La influencia de la mujer en el mundo

Se dice que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer, y esa frasesita de bolsillo suena como muy farolona, machista, ególatra y francamente discriminatoria… ¡Cuestión de enfoque, o cuestionamiento sociocultural!. Afortunadamente surge la equidad de género, que es un derecho legítimo y ya consagrado para la mujer de nuestro mundo.

En ese marco, sería interesante bucear en la más profunda de todas las reflexiones: ¿Porqué a la mujer (aunque sea muy grande), siempre se le coloca detrás del hombre?. ¿Quién lo dijo así?, o ¿Dónde está escrito que realmente deba ser siempre así?

Dimensionar estos cuestionamientos nos llevaría a investigar las influencias que el hombre ejerce en la mujer y encontraríamos resultados que seguramente aportarían datos contrarios, pues existen una gran cantidad de estudios científicos que demuestran que es precisamente la mujer como tal, quien ejerce mayor influencia y poder sobre el hombre.

Y no se trata de poner competencias entre estrógenos femeninos contra andrógenos masculinos que son las sustancias que fabrican y segregan las glándulas sexuales de hombre y mujer, ¡No!, sino que ambos contribuyen por igual al funcionamiento óptimo para la producción o reproducción de un nuevo ser humano. Y sin embargo es a la mujer a quien se le exige más, se le dio el Útero, o Matriz, que es el laboratorio químico donde la naturaleza crea, gesta y produce el nuevo nacimiento.

De nada serviría pues, que hubiere mucha y muy buena semilla o simiente, si no hubiere una buena tierra donde sembrarla para cosechar sus frutos. ¿Y de quien dependería más los cuidados para obtener el mejor cultivo?, por supuesto ¡De la mujer! . Ella acuna en su vientre los más delicados procesos de desarrollo, crecimiento y maduración. ¿Siete o nueve meses? ¿Qué importa el tiempo? Con papá presente o ausente, ella prepara la tierra fértil para la buena cosecha. (Semilla)

La mujer pues, como buena amazona y guerrera, es la que presta su cuerpo para que su hijo nazca, es la que acaricia con gran ternura contagiosa, la esperanza de verlo crecer y progresar. La mujer es la que a veces sola enfrenta sus grandes retos y sus más grandes miedos al dolor, a la soledad, al abandono, a la tristeza, a la incomprensión, a la desolación… Pero así con miedos, tristeza y dolor, la mujer se levanta con su temple hidalgo, colosal y guerrero para volver a surgir y resurgir a veces victoriosa de entre las cenizas como el Ave Fénix de las Sagradas Escrituras, se levanta por su amor que es honor y lucha por su vida y la vida de sus hijos.

La mujer de nuestro mundo, por naturaleza y sabiduría propia, posee una gran capacidad de resiliencia y un enorme abanico de posibilidades para mostrar su valiosa creatividad, para donarse en cuerpo, alma, sentimiento y razón, para entender lo que no tiene razón, para perdonar lo que no tiene perdón, para amar de mil maneras, olvidándose incluso a veces, que es ella, quien más necesita amor. La mujer por derecho humano, es la que ejerce mayor impacto de influencia en el hogar, en las familias, en la educación, en la salud, en el empleo, en los negocios, en el hombre, en la política, en la sociedad etc., y sin embargo es la menos valorada en su máxima expresión.

En un hogar por ejemplo donde falta el hombre, no pasa nada, la familia sobrevive, porque es la mujer amorosa, tierna, comprensiva, luchadora e incansable, la que integra el núcleo familiar. Pero en un hogar donde falta la mujer, ¡Se nota!, la casa se cae, se le va la vida, se secan las plantas, se apagan las risas, los festejos, los abrazos, los besos, se acaba la alegría, ya no hay olor de sopa caliente en la cocina, la familia se desintegra, y ya nada es igual.

El corazón de la mujer entonces, es el motor que mueve al mundo porque en el corazón de la mujer vive y palpita la palabra Amor… ¡El detonante mayor que en realidad de verdad debería mover al mundo! Allí es donde ella tiene su mayor fuerza y desde su corazón de mujer es desde donde ella ejerce su mayor influencia, su mejor poder. El hombre tiene su fuerza en los puños. Y así como el calor humano que irradia el corazón adonis de la mujer guerrera y que influye poderosamente en la toma de decisiones inteligentes de ella misma y las de su hombre, así mismo ambos tendrían el mejor motivo para agradecer profundamente el haber nacido en este mundo, con infinitas posibilidades de potenciar una conciencia universal.

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