Las Injurias Y Los Males Que Causan

Las dificultades de vivir hoy en día en nuestra sociedad que nos rodea, encontramos por doquier: conflictos en las parejas, en las familias, entre amantes separados o personas divorciadas, entre jefes y empleados, entre amigos, vecinos y razas o naciones.

Todo esto nos lleva a comprender la imperiosa necesidad que tenemos del perdón, porque nadie esta libre de heridas, como consecuencia de frustraciones, decepciones, problemas, penas de amor, traiciones.

Hoy en día muchas personas han puesto en práctica su capacidad de perdonar, ya que si no lo hacemos, tenemos un pase directo a adquirir diferentes traumas, enfermedades psicológicas, trastornos en general y simplemente por el hecho de no saber perdonar, muchas personas que no saben actuar de buena fe, buscan la venganza, aferrados a cosas del pasado y que solo se lastiman y siguen lastimando a las demás personas.

Cuando lesionan nuestra integridad física, moral o espiritual, algo sustancial ocurre en nosotros. Una parte de nuestro ser se ve afectada, lastimada incluso en algunos casos, mancillada, como si la maldad del ofensor hubiese alcanzado nuestro yo íntimo. Pero como si un virus contagioso nos hubiese contaminado, nos sentimos inclinados a imitar a nuestro agresor.

La imitación del éste es un mecanismo de defensa bien conocido en la psicología. Por un reflejo de supervivencia, la víctima se identifica con su verdugo. En la terapia familiar es frecuente constatar que en la situaciones de estrés, los niños adoptan comportamientos análogos a los de sus padres.

El resentimiento implica irritación, aunque inconsciente, exige mucha energía y nos mantiene en un estrés constante. El resentimiento supura de una herida mal curada y tiene otros efectos nocivos: está en el origen de varias enfermedades psicosomáticas, como el estrés que descontrolado puede afectar al sistema inmunitario.

Podemos pasar hablando horas eternas sobre los temas de el Perdón, Resentimiento, Venganza, Reconciliación, sin embargo lo bueno de todo esto es que debemos saber pedir perdón ante las circunstancias que sean merecedoras de dicho acto, tener la plena y completa humildad, sencillez de aceptar nuestras equivocaciones y las de los demás; ya que nadie somos perfectos y solamente nos estaremos envenenando el alma y vida día a día,

Las cosas que no les parezca o que hayan tenido problemas y que no sepan como resolver, tómense un verdadero tiempo para pensar y dar solución con la cabeza muy bien centrada y con todo su amor que hay en su corazón...

¿Quieres ser feliz siempre? Perdona... Una sociedad sin perdón se traduciría a una comunidad sin leyes, pues estaríamos condenados a sufrir, vivir con resentimiento, a un pasado...

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