¿Cómo afrontar la presión social para ser madre?

La decisión de tener hijos o no es una de las más importantes en la vida de una mujer, pero a menudo la presión social la impide de elegir tranquilamente el camino a ser seguido.

4 SEP 2020 · Lectura: min.
¿Cómo afrontar la presión social para ser madre?

En las últimas décadas, las mujeres han conquistado muchos derechos debido a la revolución sexual (el descubrimiento de la píldora anticonceptiva), a la emancipación femenina y a la lucha contra la desigualdad de género. Sin embargo, hemos observado pocos avances respecto a la decisión de ser madre y la mayoría de ellas siente una enorme presión social para tener hijos.

Esto pasa porque la sociedad cree que las mujeres nacen un instinto maternal y se da por hecho que deben tener hijos. Luego, gran parte de las familias educan a las niñas con un plan de vida preestablecido que consiste en crecer, estudiar, desarrollarse profesionalmente, casarse y ser madre. Si una mujer de más de 30 años no tiene hijos probablemente tendrá que explicar a los demás sus motivos. Muchas personas ni plantean la idea que ser madre es una elección y no una obligación.

Así, en algún punto de sus vidas la mayoría de las mujeres tienen que enfrentar un debate interno sobre el tema. Entre la difícil estabilidad sentimental y económica, el reloj biológico y la presión social, a menudo estas mujeres se ven solas y angustiadas por no tener con quien compartir una decisión tan importante.

5 consejos para lidiar con la presión por “tener” que ser madre

Cuando la mujer cumple 30 años, la familia, los amigos y los médicos le pasan la idea que si quiere ser madre necesita decidirlo ya. Si te encuentras en este momento, a continuación te daremos 5 consejos para enfrentar de una forma más tranquila la situación.

1. Plantéate si quieres o no ser madre

El primer paso es reflexionar si realmente quieres o no tener hijos. Esta es una decisión muy seria, que te acompañará siempre y que establece un antes y un después en tu vida. Preguntas del tipo ¿realmente quiero ser madre?, ¿puedo hacerme cargo de la responsabilidad de traer a una persona al mundo?, ¿soy consciente de que mi vida va a dar un giro de 180 grados? Hacer una lista de pros y contras puede ayudarte a aclarar la mente.

También puede ser útil pasar a convivir más con niños y observar cómo es la rutina, cuáles son sus demandas, los retos de la educación, etc. Una buena idea es hablar con alguna amiga cercana que ya es madre y pedirle que te cuente de una forma sincera cómo es la maternidad real.

2. Conecta contigo mismo

No dejes que la opinión ajena defina tu camino. Escucha tu voz interior y busca reflexionar si quieres ser madre porque realmente te hace ilusión, por presión social o por miedo de arrepentirse en el futuro. Si tienes miedo de arrepentirte después, acuérdate que no podemos estar atrapados en el futuro y que cada elección fatalmente implica una renuncia.

3. Si quieres tener hijos, pero no ahora....

Enfoca en tu carrera profesional y en otros objetivos que dejarás momentáneamente en segundo plano después de que el bebé nazca. Aprovecha para viajar, ahorrar dinero, tener momentos para ti misma y para tu pareja.

4. Si la decisión es no, asúmela

Si después de reflexionar la decisión es que no quiere ser madre, lo más indicado es no inventar excusas y asumirlo. La maternidad es una opción muy personal y que nadie debe obligarte. No tener hijos es una opción igual de respetable que tenerlos. Busca hacerte fuerte en tu convicción. Cada persona tiene el derecho de decidir cómo quiere vivir y el hecho de no ser madre no significa que no serás feliz. La felicidad depende de muchos elementos y hay mujeres que tienen hijos y que son muy infelices.

La idea de la felicidad máxima al ser madre es una fantasía. Yo plantearía una encuesta para ver los motivos reales por los que la gente quiere tener hijos. ¿Crees que así vas a ser feliz, quieres que tu hijo haga lo que tú no pudiste? La gente no es consciente del acto de generosidad y responsabilidad que implica ser madre-padre. En el mismo grado que también es generoso y responsable la decisión de no tenerlos. Sin embargo, a una mujer que quiere esterilizarse le hacen pasar por psicólogos y le hacen mil preguntas sobre su decisión 'no vaya a ser que se arrepienta', pero para ser madre nadie comprueba que de verdad estés capacitada para ello. Y si luego hay un arrepentimiento, de eso no se puede hablar". Maribel Castelló, psicologa.

5. Si sigues con dudas, no te sientas culpable y toma tu tiempo

Mismo después de reflexionar, es natural seguir con dudas. Si te sientes así, no te culpes. Si crees que no pensar en el reloj biológico te ayudarías a tomar una decisión más acertada, una alternativa puede ser congelar los óvulos o reflexionar sobre una posible adopción. Si tomas tu tiempo y no cede ante ninguna presión externa, seguramente sabrás optar por lo que es mejor para tí. 

 

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