Violencia intrafamiliar: a propósito de la película Te doy mis ojos

En México existe un problema real de violencia contra las mujeres. De acuerdo con el INEGI seis de cada diez mujeres han sufrido violencia por parte de su pareja o de algún conocido.

12 JUL 2016 · Lectura: min.
Violencia intrafamiliar: a propósito de la película Te doy mis ojos

La violencia contra las mujeres en nuestro país continúa siendo un problema de vital importancia que se tendría que erradicar. Una parte importante de estas crueles manifestaciones se dan en el propio hogar.

La violencia de pareja es más frecuente entre las mujeres que se casaron, o bien, se unieron en concubinato antes de los 18 años (52,9%) que entre quienes lo hicieron a los 25 años o más (43,4%).

Estudio del INEGI en 2015

La violencia intrafamiliar muchas veces es un mal que la víctima oculta, a veces por vergüenza, o por convencionalismos sociales, o por el "qué dirán" y, por tal motivo, en muchas ocasiones puede derivar en una tragedia.

Este tipo de violencia puede manifestarse en diferentes aspectos, existe la violencia física, la sexual, la psicológica y la económica.

En el año 2003 la directora española Icíar Bollaín estrenaba la película Te doy mis ojos que versa sobre un caso de violencia doméstica en una familia de una provincia de España, en Toledo.

La violencia no es amor

La película empieza con una fuga, la de Pilar, quien huye de su violento esposo para refugiarse en casa de su hermana. Huye de la violencia, del miedo provocado por su marido durante los nueve años que llevan casados.

Podemos intuir que la situación de violencia que ha vivido Pilar con su pareja, Antonio, ha ido en aumento a través de los años que han compartido juntos hasta que la mujer decidió que no podía aguantar más.

La preocupada hermana de Pilar le consigue un trabajo como guía de museo y ésta descubre que fuera de su casa, hay un mundo de posibilidades para conocer otras cosas, para aprender, para crecer intelectualmente. Llega a pensar que puede tener un futuro alejado del estereotipo de ama de casa, se cree capaz de hacer cualquier cosa.

Pero regresa. En estos casos la dependencia emocional y la completa falta de autoestima, provoca que ésta vuelva con su agresor. Esta dependencia consigue ser mucho más grande que las aspiraciones personales de la mujer.

En ocasiones, la historia familiar de la persona que es violentada contribuye para que ésta tenga relaciones disfuncionales. En el caso de la película, la madre de Pilar cuenta que durante todo su matrimonio sufrió insultos y golpes por parte de su ahora finado esposo. Y este es el ejemplo que dio a sus hijas, de sumisión y obediencia al hombre para preservar la familia.

Pero el seguir este tipo de ejemplos no es regla general, puesto que, aunque Pilar se relacionó con una persona agresiva, su hermana mantiene una relación saludable con su pareja.

La violencia doméstica atraviesa por tres etapas. En la primera existe una acumulación de emociones y estrés en la pareja. Aparece el abuso verbal y la violencia psicológica. El hombre empieza a controlar cada una de las acciones de su pareja, y, generalmente, nunca está de acuerdo con ella, todo le molesta.

Antonio siente ira, rabia, celos de que su mujer salga a la calle, que trabaje, que tenga aspiraciones.

La segunda etapa es la manifestación literal de la violencia contra la pareja. En el filme es evidente que esto ha ocurrido en numerosas ocasiones, pero, como acierto, la directora no nos hace presenciar estas escenas, las deja fuera de campo, con el objetivo de no alimentar el morbo que podría provocar este tipo de situaciones.

La tercera etapa se caracteriza por el remordimiento del agresor y el posterior arrepentimiento. En esta etapa, también conocida como "luna de miel", el marido pide perdón, promete que va a cambiar de actitud, que no será agresivo. En la cinta vemos claramente retratada esta fase, cuando Antonio hace todo lo anterior, pero incluso da regalos e ingresa a una terapia de parejas violentas, para controlar su ira.

Pero el problema de esta sucesión de hechos es que tienden a repetirse en forma cíclica. Cuando Pilar vuelve a su casa, todo vuelve a empezar. Se acumulan tensiones, Antonio le pega nuevamente, ella amenaza con dejarlo y éste amenaza con suicidarse.

Indicios de que puedes tener una relación violenta

Existen señales, tan evidentes como preocupantes que indican que estamos en una relación de pareja abusiva.

Si tu novio o esposo te critica de forma constante en privado o en público, si se enoja con mucha facilidad por hechos que no tienen la menor importancia, si te grita en público o en privado. Si estás expectante respecto a cuál va a ser su humor al regresar del trabajo. Si te echa la culpa de todo lo que pasa dentro y fuera de su hogar. Si quiere tener el control absoluto de tu vida. Si le tienes miedo.

Si vives una o más situaciones como esta, es muy probable que te encuentres en una relación agresiva o abusiva. Pide ayuda, es posible salir.

PUBLICIDAD

psicólogos
Escrito por

Karina Tiznado

Nuestro comité de expertos, formado por psicólogos colegiados, se compromete a proporcionar información y recursos precisos y confiables. Toda la información se respalda con evidencia científica y se contrasta para garantizar la calidad de sus contenidos.
Consulta a nuestros mejores especialistas en
Deja tu comentario

PUBLICIDAD

últimos artículos sobre parejas

PUBLICIDAD