Síndrome de Peter Pan: los adultos que no crecen

El síndrome de Peter Pan se denomina al conjunto de rasgos que presenta un sujeto que no puede renunciar a ser hijo para poder ser padre, es decir, son hombres que no quieren renunciar a ser niños.

Este síndrome ocurre en la adolescencia y en la edad de adulto joven, en mayor medida se da en el sexo masculino. Este complejo es un trastorno mental y es cuando las personas se resisten de manera rotunda a tener cargos y responsabilidades de adulto.

Esta inmadurez (psicológica, social, problemas sexuales) provoca en el sujeto llegar a un estado de ansiedad e inseguridad que resulta ser permanente.

Estos jóvenes aparentan ser personas alegres, seguras y divertidas, sin embargo solo es una máscara ya que resultan ser manipuladores, arrogantes, cautivadores, rebeldes, dependientes y posiblemente narcisistas.

Debido a todo lo anterior, conforme pasan los años, son personas que se encuentran vacías y con una vida sin realizar, lo que hace que el problema siga creciendo.

Causas

Aún se desconoce la existencia de algún problema orgánico, sino que más bien las causas provienen de condiciones familiares particulares, como por ejemplo:

1. Educación permisiva

2. No hubo exigencias ni responsabilidades en la niñez

3. Cuidado extremo por parte de los padres

4. Ausencia del sentido de la frustración, porque los padres intervenían para evitar el sufrimiento del menor.

5. Sobreprotección familiar.

Síntomas

Algunos de los síntomas son:

• Intolerancia a la crisis
• No son capaces de acabar lo que empiezan.
• No aceptan horarios ni normas
• Egoístas
• Exageracion de sus logros
• Incapaces de comprometerse o de mantener el mismo
• Desinterés por todos los demás, más que por el mismo
• No asume responsabilidades
• Carencia de amigos verdaderos
• Demandas continuas con exigencias para satisfacer sus necesidades
• Preocupación en exceso por su aspecto y bienestar físico
• Cambian muy seguido los proyectos, comportándose como niños caprichosos
• No mantienen una relación de pareja estable

Este síndrome no está reconocido por la OMS como enfermedad mental, por eso es que el especialista es quien considere si el paciente lo padece o no, a través de un examen psicológico. A partir de haber estudiado los síntomas, el carácter y los comportamientos mediante el test psicológico, se podrá diagnosticar este padecimiento.

Tratamiento

Lo conveniente para evitar el desarrollo de este síndrome es tomar las medidas necesarias desde la edad infantil.

1. Establecer límites

2. Evitar la sobreprotección

3. Darle al infante las herramientas necesarias para afrontar su transición a la adultez

4. Ejercer autoridad y disciplina de manera saludable

5. No proveerles todo, ni tampoco cuando ellos quieran

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