¿Sabes cuidar tu imagen?

Tener una imagen corporal óptima, implica primero cuidar la salud física y mental, ya que son los estados emocionales los que determinan cómo quiero verme. Busca asesoría de un profesional.

20 MAR 2018 · Lectura: min.
¿Sabes cuidar tu imagen?

Hablar de imagen, implica dimensionar qué lugar ocupamos dentro del contexto de esa palabra y revisar nuestros antecedentes culturales. Qué tipo de visión tenemos hacia nosotros(as) mismos(as), qué percepción poseemos respecto de lo que somos, pensamos y sentimos, y por supuesto, qué tipo de interpretación damos a todo lo que hacemos. Todo ello nos invita a echar una mirada hacia la imagen corporal, sin perder de vista un fenómeno que en psicología llamamos: Lenguaje Bio-psico-social.

Siempre o casi siempre, la inmensa mayoría de las personas (especialmente las mujeres), se preocupan por lucir impecablemente bien y algunas lo logran con bastante éxito sin el menor esfuerzo, ¡Son bastante brillantes!. Pero no todas corren con la misma suerte, pues otras parecen estar agotadas, muestran sentimientos de incapacidad y prefieren aislarse, se sienten vencidas por su propio desaliento, están atrapadas por la angustia y el miedo por estar excedidas de peso y tener que vestir prendas que parecen datar de la época de sus embarazos, lucen despeinadas y se maquillan de un modo lamentable.

Por otro lado los señores, es posible que se den cuenta de que algo anda mal, pero no todos reconocen la severidad, ni la magnitud ni el alcance de los síntomas que conllevan a tener una actitud de desaliño. Se visten y calzan a la despreocupé, no saben combinar colores ni accesorios para caballero, o se ponen ropa de verano en pleno invierno, se echan agua o goma en el pelo ¡Y sopas!, lo cubren reiteradamente con la gorra y la cachucha… o simplemente se les da la gana ir a trabajar o salir a la calle metidos en sus bermudas y huaraches de plástico, y de pilón… ¡Sin afeitarse!

El conocimiento de nuestra propia imagen, dependerá entonces del conocimiento que tengamos sobre nosotros(as) mismos(as). Si los cimientos de nuestra formación son inseguros, la imagen propia se derrumbará. No hay confianza ni seguridad en sí mismos(as) no conocemos ni sabemos diferenciar los puntos fuertes de los puntos débiles de nuestra humana personalidad, es decir, todo nos da igual… ¡Ah, pero nos molesta la crítica mordaz!... ¡Todo un reto emocional!

Existe una máxima por allí que reza: "Lo que no puedo ver en mí mismo(a), no puedo verlo en los demás", ¿Pero qué tal cuando abrimos los ojos y despertamos conciencia?, nos damos cuenta, nos cae el veinte –como se dice coloquialmente- y es allí cuando la cosa se pone interesante y atractiva: Dejamos de enfocarnos en cómo lucen los demás para enfocarnos en nuestro propio reto y empezar por soltar las pequeñas excusas y pretextos: "Es que no tengo dinero", "Es que no encuentro ropa de mi talla", "Es que no encuentro zapatos que me queden bien", "Es que no tengo tiempo", "Es que no sé cómo hacerlo", "Es que soy muy torpe", "Es que soy un desastre", "Es que estoy harto(a)" puf… ¿Cómo se llama todo eso?... ¡Puras lamentaciones inútiles!, no quieren buscar asesoría e información sobre cómo salir de ese estado emocional en verdad tan lamentable.

Cuidar nuestra imagen corporal no sólo implica ver cómo lucimos por fuera, sino también por dentro. Darnos cuenta de cómo está interiormente la casa donde vivimos y habita nuestro Ser. Introyectarnos y revisar detenidamente si hay fugas en el cuarto o sagrario del corazón, explorar si hay heridas o grietas en las paredes del alma, intoxicación mental, o anemia en el techo espiritual, investigar si corren resentimientos, temores y conflictos emocionales por las tuberías circulatorias, depurar el drenaje de nuestra digestión, o reparar los cortos circuitos de nuestra tristeza y frustración, envidia, miedos, ira, odios y venganzas, etc. Revisar todo minuciosamente porque si no cuidamos la imagen y no nos preocupamos por sanear y potenciar nuestro cuerpo que es la casa donde vive y habita nuestro Ser, ¿A dónde nos vamos a ir a vivir?.

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Escrito por

Dora Lidia Pérez Rochín

La Psic. Dora Lidia Pérez Rochín es una de las psicólogas más profesionales que brinda la atención y orientación necesaria para poder resolver sus problemas emocionales que pueden estar afectando su vida social y familiar. Cuenta con el conocimiento y la experiencia necesaria.

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