¿Cómo ayudar a alguien que no quiere ser ayudado?

Cuánto duele conocer la enorme cantidad de personas que necesitan ayuda psicoterapéutica, y por orgullo, por soberbia, por miedos o simplemente por desconocimiento se abstienen de buscar esa ayuda.

¿Qué se puede hacer?, No mucho desgraciadamente.

Si esas personas reconocieran al menos sus carencias afectivas, sus vacíos existenciales y su orfandad emocional ya sería una gran ventaja y un punto a su favor, porque es el primer paso para encontrar soluciones intrapsíquicas.

Si esas personas fuesen más serias consigo mismas, fueran más disciplinadas, otra vida tuvieran, pero nunca, jamás han querido ni les ha interesado superarse en ningún sentido, y al parecer se conforman con la mediocridad del cotidiano vivir… Eso no es vida ni para ellas ni para sus familias. Tal vez será que han vivido sin ninguna dirección, a la deriva de las circunstancias y que quizá de haber tenido más afecto y/o atención en su niñez, les habría facilitado el camino.

Sin embargo, también existen personas que han carecido de esos mismos afectos y esa misma atención en su niñez, y ya en la vida adulta, han logrado superarse con bastante éxito. ¿En qué consiste este fenómeno? O ¿A qué se debe que unas personas sí puedan funcionar bien en todas las zonas de su vida aún careciendo de lo más elemental desde su niñez?¿A qué se debe pues, que algunas personas tienen más capacidad de resiliencia que otras para salir adelante?

Queremos pensar que esas personas se quedaron fijadas en el pasado única y exclusivamente por temor a abandonar su zona de confort y si no les interesa ayudarse a sí mismos primero, va a ser muy difícil que otras personas les puedan ayudar.

No es posible pasarse la vida solucionándoles sus problemas (esto sucede a menudo en la gran mayoría de las familias), como si fuera un deber ineludible y de que duele, pues claro que duele y mucho, ¿Pero si ellas no se duelen de sí mismas, qué hacer? Y más. Si se les ofrece apoyo psicológico (en algunos casos hasta de manera gratuita y de forma regalada) y aún así lo rechazan, Por Dios. ¿Qué hacer? Ya hemos visto que una actitud tan cómoda, es una conducta para mucha labor psicoterapéutica, ¿Pero cómo hacerle ver y entender para que reconozca que está desperdiciando su valiosa vida?

Esas personas tienen una gran necesidad de cerrar círculos, cerrar muchísimos asuntos inconclusos que los tienen bloqueados, estancados y fijados en el pasado, no hacen ningún cambio en sus vidas, viven igual que antaño o peor. Al parecer van en retroceso, no evolucionan en nada, ni crecen ni maduran para nada. No aprenden con las experiencias de sus vidas y por lo tanto seguirán repitiendo tantos cursos de dolor.

Para esas personas, todo en la vida les da y les va igual, es una pena, una lástima que no hagan nada productivo con sus valiosas vidas y tengan que seguir viviendo con esa mentalidad tan infantil, tan cerrada o tan petrificada... y no es por falta de inteligencia, o falta de alguna sustancia química (neurotransmisora) que el cerebro de ellos no esté segregando o produciendo ¡no!, si nos fijamos, la mayoría actúan con astucia para conseguir lo que quieren, pero desafortunadamente lo logran siempre a base de puro chantaje o manipulación, y lo que es peor… se pasan la vida metiendo culpas a otros para hacerles sentir mal, en el fondo se trata de personas inseguras y con muchos miedos. Siempre ha sido así, no conocen otra forma de vivir, qué tristeza tener que decirlo así

¿Cómo ayudar entonces a alguien que no quiere ser ayudado?, solamente desde nuestro corazón, irradiarles amor, comprensión y respeto (que es índice de sana tolerancia), hacer mucha oración por ellos para que algún el Universo infinito de Dios, toque sus con-ciencias y se dignen a tomar las riendas de sus actitudes con seriedad y disciplina, en bien de ellos mismos y sus benditas familias.

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