¡Cuidado con los bajones emocionales!

No te dejes devastar por tu propio desaliento, aprende a gestionar tus propias emociones, no dejes que ellas te controlen a ti. ¡Aquí te proporcionamos toda la información para lograrlo!

19 NOV 2018 · Lectura: min.
¡Cuidado con los bajones emocionales!

Este es un tema muy importante que nos invita a la más profunda de todas las reflexiones, ya que en general, pocas personas saben cómo auto-regular sus emociones.

Algunas emociones (sobre todo las negativas), rebasan todo control, se salen fuera de todo entendimiento, de toda lógica y de toda comprensión, entumecen la razón atormentada, llevándonos a la lona, ¡Con todo y zapatos!, pues cuando nos ganan las emociones negativas, nos volvemos despectivos, lerdos, sosos y tan aburridos, que no sabemos qué hacer, qué decir, ni cómo funcionar en ningún terreno, perdemos fuerza, inteligencia y gracia, porque en ese estado tan lamentable, se nubla la visión, no dimensionamos las cosas más allá de nuestro dolor emocional que abre grietas en el alma, y después hasta lloramos y nos quejamos amargamente porque tampoco sabemos cómo sanar a nuestra pobre alma que está atravesando por una atmósfera emocional bastante depresiva.

Los bajones emocionales son síntomas de alerta ante un colapso psicológico, son algo tan inexplicable que nos da para abajo cuando no se cumplen nuestras expectativas, son un decaimiento constante que nos incapacita en todo sentido, nos cuesta recuperarnos, nos limita y a veces hasta nos anula la inteligencia emocional para tomar las mejores decisiones, nos impide comprender qué es lo que nos está pasando por dentro y nos lleva a proyectar ante el espejo una carita colgada con los hilos de una profunda tristeza, de una enorme desazón, inconformidad y apatía que en el fondo buscan desesperadamente su propio sentido o su propia razón.

¿Qué hacer para trepar de nuevo el estado de ánimo?

Volver a forestar los estados anímicos del ser humano, implica más que nada auto-observación; meterse a bucear en las profundidades del pensamiento distorsionado, dañado, confundido que provocó el descenso en la autoestima. Volver a subir el estado de ánimo, implica analizar seria y detenidamente los factores detonantes, o estresores que le llevaron al trastorno depresivo, y que incluso podría darse el caso de persistencia del mismo, para convertirse en Distimia que es un cuadro clínico ya más severo, el cual requiere no sólo de terapia conversacional sino también de medicamentos. Ya son palabras mayores y nos estamos refiriendo enfáticamente a la necesidad imperiosa de tener que acudir a psiquiatría.

Cabe mencionar las palabras de un experto en la materia, el Dr. Bernardo Stamateas, (Psicólogo Clínico y Sexólogo Argentino) quien nos dice en su libro Emociones Tóxicas:

"Nuestras emociones están ahí para ser sentidas, pero no para dominar nuestra vida, ni cegar nuestra visión, ni robar nuestro futuro, ni apagar nuestra energía, porque al momento de hacerlo, se volverán tóxicas. Sanar nuestras emociones implica prepararnos a nosotros mismos para liberarnos de las emociones negativas y tóxicas que, en definitiva, no nos ayudan a encontrar ninguna solución"

¿Qué necesidad tenemos de llegar al extremo de sentirnos abatidos por nuestro propio desaliento? Y a veces decimos: "Es que me han humillado", "Me han mentido", "Me han engañado", "Me han hecho fraude emocional", "Me han traicionado", "Me han abandonado", "Ya no voy a confiar en nadie más", etc. Y pues sí; tienes razón, es normal que te duela si te hicieron todo eso, pero no tienes porqué permanecer en esos estados emocionales tan lamentables por demasiado tiempo. Tienes que entender que la vida debe fluir contigo y tú tienes que fluir con la vida, amar y entender que todo lo que viviste y experimentaste tiene un propósito, no perdiste… ¡Ganaste! Porque algo aprendiste y de verdad que aprendes a entender que la vida son trocitos de enseñanza, y que la vida está llena de tropiezos de enseñanza.

El dolor emocional no es tan malo como parece, porque gracias al dolor aprendemos a exigir, a movernos, a tocar puertas, a abrir caminos hacia la comprensión y el entendimiento. Date permiso de elegir tus emociones. Date el lujo de analizar serenamente qué fue lo que te lastimó, dónde, cómo y cuánto te dolió. Que te caiga el veinte, que te caiga el insight (o visión interna), y el "darte cuenta" abrirá las puertas de tu propia sabiduría interior, despertarás conciencia aquí y ahora porque es tu momento, tu instante en que la chispa divina que hay en ti, encenderá la luz que vive en ti, pero necesitas potenciarla.

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Pero ¿cómo vamos a analizar disciplinadamente esos detonadores que nos bajaron el ánimo, si ni siquiera sabemos cómo auto-observarnos? o ¿con qué ánimo vamos a poner la atención en nuestra mente para buscar los motivos que nos tienen prisioneros de nuestra propia incredulidad afectiva y nuestros propios miedos? Una forma práctica y muy generosa es la técnica de respiración diafragmática o respiración profunda, que nos ayuda a potenciar el cerebro con oxigeno limpio y puro que nos ayudará enormemente en la implotación o desintoxicación emocional.

Para aprender cómo respirar diafragmáticamente, empecemos con dos o tres minutitos diarios por ejemplo con estos cuatro pasos:

  1. Inhalando profundamente a nuestro ritmo, sin violencias, disfrutando y no padeciendo el aire que entra por nuestras fosas nasales.
  2. Haciendo una pausa energética, contemos hasta tres, no más.
  3. Exhalando lenta y pausadamente por la boca, sacando hasta el último corte de aire,
  4. Quedándonos vacíos, soltamos los hombros y hacer semicírculos con la cabeza hacia atrás y hacia ambos lados escuchar qué rico se mueve la energía estancada, se siente como arenita en la nuca y los hombros, logrando una relajación exquisita y motivadora… ¡Se logra tanto descanso!

Es muy interesante por lo tanto comprobar que todas las neuronas de nuestro cerebro se nutren con el oxigeno que respiramos, y todas las células de nuestro cuerpo tienen conciencia y reaccionan a todas las señales que emiten nuestros pensamientos y estos generan las emociones tanto positivas (que son muy nutritivas), como también negativas (que son muy tóxicas), contaminan y derriban a nuestro sistema inmunológico. Por eso mismo es prudente poner atención en lo que pensamos, y nos daremos cuenta del porqué actuamos a veces con tanto desánimo y negatividad de la que tanto nos cuesta salir, principalmente cuando se padece de inseguridades, dudas y miedos, o cuando se tiene poca tolerancia a la frustración, baja autoestima y falta de resiliencia.

En virtud de lo anterior, es conveniente echar una mirada hacia el fenómeno de la Educación Emocional, ya que juega un papel primordial en cada espacio de la vida de las personas, principalmente en la vida de nuestros niños que tanto dependen de sus padres, tutores o formadores. Pero si los adultos no sabemos manejar nuestros propios estados emocionales, ¿Cómo entonces pretender enseñarles y hasta exigirles a nuestros hijos? ¡Imposible!. Se tendría que empezar por uno mismo y tomar en cuenta que los procesos cognoscitivos varían de acuerdo a los recursos de cada persona. No se puede entonces exigir a otros, lo que nosotros mismos no estamos dispuestos a aprender primero.

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Escrito por

Dora Lidia Pérez Rochín

La Psic. Dora Lidia Pérez Rochín es una de las psicólogas más profesionales que brinda la atención y orientación necesaria para poder resolver sus problemas emocionales que pueden estar afectando su vida social y familiar. Cuenta con el conocimiento y la experiencia necesaria.

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Comentarios 9
  • Isaac Solis

    Gracias, pero lo que estoy sintiendo no se quita, es como si solo me volviera una masa de tristeza en mi silla, sin querer hacer absolutamente nada más que morir, pero no tengo el valor para hacerlo, así que solo me quedo sentado, perdiendo el tiempo, mientras los trabajos se acumulan.

  • Ani muxin

    Me siento de bajón no quiero hacer nada ni hablar con nadie, solo quiero llorar y sentirme segura de que nada ni nadie mienta y me haga sentir segura de mis decisiones y no dudar más.

  • Beth

    Gracias por la información, pero siento que no puedo controlar las emociones, son momentos en que me acuerdo de muchas cosas negativas y me bajoneo, algo mínimo me afecta y pierdo mi equilibrio emocional.

  • rossy luengo

    Siento decaimiento, sin ganas de nada, qué hago.

  • Gioconda paredes

    Cuando me dan estos bajones me la paso viendo televisión. Y no quiero salir de mi casa, necesito ayuda.

  • Liz River

    Si es verdad eso de los bajones, es muy triste todo lo que se siente, yo lo vivo casi a diario y me es tan difícil salir de este cuadro que resta energías y momentos que uno quiere solo llorar, gritar, desaparecer. Siento tantas cosas y si quizá sea algo que lo tengo aquí frustrado por gente egoísta, o yo permití que truncara mis sueños.

  • Romina López

    Es muy buena información y la pondré en práctica, mil gracias, me fue de mucha ayuda

  • Carlos Torres

    Me sirvió de mucho esta ayuda gracias

  • Julissa pombosa

    Como hago cuando estoy bien y derrepente de la nada se me va bajando el ánimo me siento muy triste sola escucho música triste y solo quiero llorar tengo un bajón emocional y no se que hacer cómo reaccionar.

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