Voyerismo: a propósito de La ventana indiscreta
Alfred Hitchcock se caracterizaba por hacer partícipe al público en sus películas a manera de voyeurs, sobre todo en La ventana indiscreta.
Definimos el voyerismo como la acción de mirar a una persona sin que ella se dé cuenta, habitualmente cuando ésta se encuentra, por ejemplo, desnudándose, o ejerciendo algún acto íntimo, con el objetivo de la excitación sexual. Aunque esta definición sólo se aplica cuando se considera parafilia, es decir, cuando estamos hablando de voyerismo erótico.
Aunque también existe el voyerismo no erótico. Este se manifiesta en el deseo de mirar al prójimo sin que lo sepa, pero sin ningún afán de excitación, sino simplemente para ver qué es lo que hace de puertas adentro. Este expresa la curiosidad del mirón hacia lo que le resulta desconocido, como puede ser la vida de su vecino.
La ventana indiscreta (Estados Unidos, 1954) es una película donde el director Alfred Hichtcock explota el tema del voyerismo no erótico y convierte a los espectadores en los mirones de la vida ajena.
Un fotógrafo accidentado y obligado a postrarse en un sillón de su casa, observa la vida de vecinos a través de unos binoculares. En la película se deja muy en claro que el hombre realiza este acto por aburrimiento, sin ningún propósito sexual, simplemente fisgoneo.
El que busca, encuentra
El protagonista de la cinta sufre las consecuencias de sus actos de voyerismo cuando, casi sin querer, es testigo binocular de un asesinato. Aunque en este punto es cuando más se desata la curiosidad, él siente culpa y, por tal motivo, tiene la necesidad de resolver la situación.
En este caso el acto voyerista es, de alguna manera, castigado e involucra a una bella mujer para que lo ayude a solucionar el caso para que, finalmente, el asesino sea preso.
El voyerismo en este personaje se pone en relieve desde la profesión que desempeña, es fotógrafo, es decir, sus pulsiones voyeristas estaban ya de manifiesto desde el momento de que escogió su carrera. Y luego del accidente, esta pulsión siguió latente en su afán de mirar a otras personas, pero esta vez sin que éstas estuviesen enteradas de que eran observadas por este hombre.
(Spoiler)
Al final, todo se resuelve y este sujeto se libra de toda culpa. Se llevan preso al asesino y el fotógrafo se queda en paz y con la conciencia tranquila. Como todos nosotros cuando la película termina.
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