Pensé que te amaba, ¡Me equivoqué!

Los celos enfermizos, la inseguridad, la falta de confianza, la baja autoestima, la codependencia emocional, entre otros, son factores que destruyen las relaciones de pareja, ¡Busca ayuda!.

6 JUL 2018 · Lectura: min.
Pensé que te amaba, ¡Me equivoqué!

Uno de los más frecuentes motivos de consulta clínica, son las relaciones de pareja fracturadas, dañadas por la inmadurez, la falta de inteligencia para conciliar sus diferencias, la falta de responsabilidad, la inseguridad, los celos, la baja autoestima, las culpas, la infidelidad, las adicciones, los malos tratos, la desconsideración, el abuso, o incluso, parejas disfuncionales por causas concretas que tienen que ver hasta con la codependencia emocional. Generalmente se trata de personas con actitudes infantiles que presentan muchas carencias emocionales, mucho sufrimiento, mucha necesidad de afecto y muchos miedos.

Algunos aspectos involucrados en este tipo de relaciones interpersonales, son los vínculos de la pareja, los conflictos familiares que terminan contaminando la relación de la pareja, con sátiras palabras hirientes o con silencios dolorosos que también se convierten en rupturas o grietas en el alma, los celos enfermizos que con todo y por todo están viendo moros con trinchetes por todos lados, agregando supuestos al otro, que tal vez ni existen, les duele a ambos pero no quieren soltar esas conductas que tanto lastiman, porque más que nada, su relación de amor, se ha convertido en una relación de necesidades.

Es muy fácil detectar cuando una persona es acumulativa, (psicológicamente hablando) con tendencias a saturar su mente y su corazón con pensamientos, sentimientos y emociones pesimistas, negativistas, tóxicas y por demás exageradas… ¡Parece que hasta las disfruta!, se victimiza, le gusta ensayar su carita de mártir y lo logra con bastante éxito, pero el problema no termina allí, sino que con suma facilidad, ¡Hasta se deja devastar por su propio desaliento!, ¡Puro auto-sabotaje!, y qué triste que no sepa definir sus sentimientos, ni quiera cambiar sus estados emocionales lamentables, o por lo menos, intentar tener una visión más optimista.

Lo anterior es lamentable porque para que funcione bien una relación de pareja, se necesitan dos. Casi siempre uno de los dos ama mucho, pero el otro ama mejor. Si el que ama mucho empieza a manipular la relación, a hostigar, a exigir y a chantajear al otro en nombre de su amor, tarde o temprano lo ahogará, lo asfixiará, lo enfadará y con justa razón el otro se alejará, porque como ama mejor, se respeta a sí mismo primero y no permitirá que su pareja le manipule ni le trate como si fuera un títere que al son que le tocan baila, ¡Pues no!, eso no procede ni corresponde ¿verdad?.

Sin embargo, es más lamentable aún, que parejas que sí se aman verdaderamente, tengan que alejarse por culpa de sus conductas disruptivas, que muchas veces son derivaciones de una forma de educación desde la niñez y que traen cargando sobre su espalda, con un milenario sistema de creencias tradicionalistas, rancias, viejas y caducas que quizá en otros tiempos les funcionaba, pero ya no. Y así como dice un dicho por allí, que después de cada noche nace un sol, todos tenemos derecho a un nuevo amanecer. ¿Y por qué no volver a empezar cada día como si fuera el primero de nuestras vidas?, tenemos derecho al ensayo y error, tenemos derecho a equivocarnos o a decir: " Gracias por entenderme, perdóname, lo siento, te amo y no era mi intención lastimarte, ¡Por favor no quiero perderte! "

Tampoco hay que ser tan inflexibles para no comprender al otro que de buena manera o de buena gana, o en buena onda, se disculpa porque está reconociendo su tropiezo de enseñanza y se siente fatal por haber fallado, pero también pongámonos en su lugar, ¿Qué hubiera pasado si fuésemos nosotros quien hubiésemos fallado?, no hay que estar tan seguros de que la hubiésemos pasado tan bien ¿cierto?, como tampoco es prudente dejarse llevar por las apariencias, ¿Porqué no clarificar las cosas antes de juzgar y hasta de condenar al otro, antes de darle siquiera la oportunidad de defenderse?

¿Qué hacer para superar los complejos de inferioridad? ¿Si no crees en ti, crees que llegarás a confiar en tu pareja? ¿Sientes que es buena tanta amargura en tu relación de pareja?, ¿Consideras que la mejor forma de arreglar la situación es dejarle de hablar a tu pareja?. Las respuestas de todas estas y muchas preguntas más puedes encontrarlas dentro de ti, pero sólo si acudes a terapia para que puedas potenciar tus capacidades de percepción, asimilación, e interpretación, y si tú quieres, hasta puedes darte el lujo de enseñarle a tu pareja a amarte y respetarte como tú lo mereces, y como tú deseas ser amada(o) y respetada(o), ¿Dónde está escrito o quién dijo que no esté permitido hacerlo?

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Escrito por

Dora Lidia Pérez Rochín

La Psic. Dora Lidia Pérez Rochín es una de las psicólogas más profesionales que brinda la atención y orientación necesaria para poder resolver sus problemas emocionales que pueden estar afectando su vida social y familiar. Cuenta con el conocimiento y la experiencia necesaria.

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