El rechazo de un padre y sus consecuencias

El rechazo de un padre deja muchas secuelas en quien lo sufre y acaba repercutiendo de forma determinante tanto en su forma de actuar como en sus emociones en la fase adulta.

7 AGO 2020 · Lectura: min.
El rechazo de un padre y sus consecuencias

Aunque la forma como los hijos son criados ha cambiado sustancialmente en las últimas décadas, aún hay mucha gente que cree que el padre tiene un papel secundario en la crianza de los niños, descargando sobre la madre casi toda la responsabilidad de educarlos y dar el amor necesario para que sean adultos equilibrados emocionalmente.

Sin embargo, investigaciones han demostrado que los padres tienen un papel fundamental en el desarrollo sano de los niños. Un estudio reciente de la Universidad de Connecticut con más de 10 mil participantes descubrió que pocas experiencias de la infancia pueden tener un efecto tan perjudicial en la personalidad de un niño como el rechazo por parte de su padre.

La investigación muestra que cuando un niño se siente rechazado, se activan las mismas partes del cerebro relacionadas con el dolor físico. Pero el rechazo es peor que el dolor físico porque deja huellas psicológicas que pueden durar toda la vida.

¿Por qué un padre rechaza a su hijo?

Básicamente, el rechazo es la ausencia de afecto y calor del padre hacia sus hijos. Es privarlos de amor de modo significativo y por mucho tiempo. Ronald Rhoner.

Cuando un niño es rechazado, sus necesidades básicas de aceptación y amor (dos pilares esenciales para la construcción de una mente sana) no son satisfechas y eso tiene serias consecuencias en la personalidad, en el desarrollo y en el comportamiento de este individuo.

Existen muchas razones que llevan a un padre a rechazar a sus hijos. Las principales son:

  • Problemas psicológicos como el alcoholismo, depresión o algún trastorno mental
  • Mala relación con la madre del niño o divórcio
  • También ha sido rechazado en la niñez y ahora repite ese comportamiento con sus hijos
  • Paternidad no deseada
  • El hijo padece de alguna enfermedad que abruma al padre
  • El niño se parece a alguien con quien el padre tiene muchos conflictos
  • El padre tenía expectativas altas en relación al hijo y que de alguna manera no han sido cumplidas

Los tipos de rechazo de un padre

Según los psicólogos, el rechazo puede manifestarse de 3 formas:

Agresión: la agresión puede ser física (por ejemplo, golpes y patadas) o verbal (acusaciones, insultos, gritos, sarcasmo, órdenes agresivas, etc.)
Negligencia: no atender a las necesidades del hijo. Estar físicamente y/o emocionalmente indisponible.
Indiferencia: el padre actúa como si el hijo no existiera. No tiene un papel activo en su creación y desarrollo.

Las secuelas del rechazo de un padre

El rechazo de un padre deja huellas emocionales profundas en quien lo sufre, que pueden durar toda la vida. Y cuanto más profunda sea la herida, mayor será el rechazo hacia a si mismo y/o hacia los otros. A continuación, explicaremos cuáles son las principales consecuencias del rechazo de un padre.

Las principales consecuencias son:

  • Búsqueda constante de reconocimiento: la persona rechazada tiene una enorme necesidad de aprobación. Es muy crítica y exigente consigo misma.
  • Baja autoestima: son personas que suelen infravalorarse. Dudan de su potencial y no creen que merecen el amor, el cariño y el reconocimiento de las otras personas.
  • Problemas psicológicos: son más propensas a los trastornos psicológicos como la depresión, ansiedad, bulimia o anorexia, conductas autodestructivas, etc.
  • Desconfianza: tienen un enorme miedo a ser rechazado de nuevo en sus otras relaciones. Piensan que si sus propios padres los rechazaron, los otros también lo harán. Por eso, les resulta difícil confiar en los demás. Cuando están en una relación de pareja suelen ser inseguras y celosas.
  • Carencia afectiva: como no recibieron amor por parte del padre en la niñez, puede ser individuos con dificultades de establecer relaciones afectivas sanas. A veces son dependientes emocionales. Otras veces son incapaces de romper vínculos tóxicos por no creer que son dignos de ser amados. Y hay aquellos que prefieren la soledad porque no quieren correr el riesgo de ser rechazado nuevamente por alguien que aman, evitando enamorarse y tener pareja.
  • Intentan compensar el rechazo de otra forma: cuando adultos intentan compensar este vacío emocional de otra manera, pudiendo ser adictos al sexo, a las compras, al juego.
  • Dificultad en expresar sentimientos: les cuesta expresar sus emociones porque fueron niños que obtuvieron la indiferencia como respuesta ante sus sentimientos. Luego, han interiorizado que mostrar cómo se sentían no sirve de nada.

Sanando las heridas

No elegimos dónde nacemos y no somos responsables por la forma de actuar de nuestros padres. Por eso, el primer paso para empezar a sanar las heridas del rechazo es comprender que no tiene culpa de nada. Además, es recomendable no negar el sufrimiento y aprender a perdonar. Eso le ayudará a dejar de hacer el papel de víctima (si fuera el caso) y a tomar consciencia que está en sus manos dejar atrás ese pasado triste e infeliz.

Si pasa a cuidar de su autoestima, empezado a valorarse y reconociendo su valor sin necesitar la constante aprobación de los demás, la profunda herida del rechazo puede ser sanada.

 

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Comentarios 18
  • Gerson Omar Ortega Hernandez

    Muchas gracias, me ayudó mucho este mensaje.

  • Anónimo

    Yo sé perfectamente bien lo que es el ser negado y rechazado por parte de un padre biológico ya que lo viví en carne propia. Es algo más complejo que una operación matemática difícil de solucionar y más amargo que el ajenjo. Sin embargo, Nietzsche dice: lo que no nos mata nos hace más fuertes. Saludos.

  • Maikel Chacon

    Mi historia es bastante fea, mi padre biológico me niega y aparte mi madre después de haber estado con mi padre conoce otro señor el cual viene con su papel de "salvador", mi mamá permite que él me de el apellido, pero también me abandonó a los cinco años. Tengo 25 años y soy muy inestable, inseguro y mi autoestima parece una montaña rusa. Constantemente me siento que no valgo nada.

  • I.A.

    Lo primero que debe ponerse sobre la mesa es que hay un daño emocional y ponerle nombre: rechazo, abandono, negligencia, abuso, violencia. Lo segundo es reconocer es que los padres son responsables. No serán culpables conscientes, pero sí responsables adultos. Si se parte de que no son culpables, entonces lo excusamos y eso anula la validación del daño; eso no ayuda a sanar la herida. El perdón es algo que viene después del reconocimiento porque intentar perdonar sin reconocer el daño y sin responsabilizar a los causantes no ayuda en el proceso. Es importante considerar esto en el camino de sanación, ya que he visto como terapeuta muchas veces el intento de mucha gente por perdonar para evitar sentir enojo, coraje e ira por los papás, entorpece liberar las emociones que nos han dañado.

  • Susana Nieto

    Es muy interesante, me gustaría saber qué riesgos más profundos o peligrosos pudiera tener un adolescente con heridas muy marcadas de rechazo. Gracias.

  • Kenneth joel peralta tapia

    Mi padre tiene 8 hijas y un hijo el cual soy yo, por algún motivo prefiere a las hijas y me dejó atrás, a mis hermanas las llevaba a países y lugares extravagantes y caros, eso me dio impotencia y odio, tristeza y miedo, miedo a perder lo poco que me daba que era cuando le escribía y me decía un te quiero obligado, hubo un tiempo en que viví con él, según para verme y cuando estuve con él me puso a trabajar de mecánico y la verdad no tenía ni idea de qué hacer, por mínima cosa que hacía mal me insultaba de formas muy específicas y dolorosas y golpeaba y aún así me aferraba a la idea de que me quería. Pero fui ciego, nunca me me quiso, ya que me enteré de que hablaba con un amigo, decía que solo me quería como una fuente de ingreso y que solo era un pendejo por querer afecto de él, yo solo quiero a mis hijas y él las va a tener que ayudar siempre. En ese momento quebré en llanto y me fui de esa casa, dijo que me quería y que no me fuera pero lo hice y luego me volvió a escribir diciendo que estuvo mal y que ni siquiera me quiso tener, solo quiso cumplir un capricho de mi madre. Esto pasó a mediados de mis 14 y 15, ahora tengo 23 y a veces tengo sueños donde las cosas eran diferentes pero solo son sueños y también a veces quiero ver a ese señor muerto, gracias por leer mi historia.

  • Samantha Márquez

    Mi padre nunca se hizo cargo de mi ni económicamente ni emocionalmente, esporádicamente lo veía, y yo sentía rechazo, siempre me hizo falta un padre y crecí con muchas inseguridades y miedos, en la juventud adulta busqué a mi padre después de varios desplantes que me hizo, según él sin darse cuenta, (no saludarme en la calle, en dos ocasiones que nos encontramos) siempre lograba decepcionarme, tras aparentar estar arrepentido por su distancia y falta de compromiso, al final del día siempre terminaba siendo impositivo, cruel y abusador (la última vez que estuve en su casa me forzó a que lo abrazara, cuando yo sentí que estaba invadiendo mi espacio y privacidad, de cierta forma siempre lo hizo cuando era niña y estaba claro que no le importaba lo que yo sentía). El ya murió y no quise estar presente en sus últimos días de enfermedad, hay buenos recuerdos a su lado pero jamás se compararán con el vacío y la tristeza que me hizo sentir, la rabia y la impotencia. Como adulta me he realizado profesionalmente, tengo una familia pero tiendo a la ansiedad y a la depresión, gracias a Dios mi madre siempre ha estado y me ha dado cariño de la manera que le tocaba, porque el vacío de un padre no lo puede llenar nadie más.

  • Adelina Orozco

    Gracias, la información me fue de ayuda.

  • Natalia Quintero

    Dizque "papel de víctima", que poco empático comentario el de este artículo.

  • Miguel fernandez

    Nunca pensé en ponerme a mirar esto y es así, es horrible.


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