¡Soy una pareja manipuladora! … ¿o soy el manipulado?

La manipulación forma parte de la violencia pasiva, aprende a detectar cómo se presenta y qué sucede si se introduce en la pareja

16 MAY 2019 · Lectura: min.
¡Soy una pareja manipuladora! … ¿o soy el manipulado?

El inicio de una relación amorosa pasa por reconocer el deseo de tener una pareja y la búsqueda del deseo. Todo comienza con un jugueteo de mensajes verbales y no verbales para acercarse mutuamente. El encuentro de las personas ocurre rodeado de conductas claras o confusas, sentimiento débiles, intensos y respuestas inesperadas y hasta ilógicas.

Misterioso y fascinante, el acto de conquistar obliga a mirar los sentimientos del otro y aprender a manejar una nueva relación. Muchas veces no se sabe porqué se eligió una pareja: por razones eróticas, por presión de otros, por ansiedad, por soledad, por cariño.

Esta confusión es muy real y es importante que cada persona aclare sus sentimientos y presentimientos de porqué está en una relación y si realmente quiere estar en ella.

La conquista es una de las actividades más agradables de la vida. Es un juego en el que queremos llamar la atención a través de detalles que evidencian nuestras cualidades y muestran al otro que sabemos lo que le gusta y podemos ofrecérselo.

Los regalos especiales "muy pensados", "las buenas ideas para divertirse", el arreglo físico "tal como al otro le gusta", las iniciativas frente a los problemas, los detalles románticos, las miradas de atención, los intentos de comprensión y apoyo son recursos valiosos para conquistar. Pero dentro de la conquista, a veces se da la manipulación: cuando mentimos acerca de lo que somos o queremos, cuando no decimos claramente lo que esperamos del otro, cuando abusamos de su inseguridad o aprovechamos situaciones para obligar al otro a hacer lo que queremos que haga. Para manipular a veces hacemos uso de los afectos del otro, nos aprovechamos de que se siente solo o que teme perdernos.

A veces, haciendo uso de la manipulación, se logra que alguien tenga relaciones sexuales y hasta embarazos, sin que lo hubiera deseado.

La manipulación es tan sutil que se tiene que estar muy alerta para detectarla. Inclusive existe la tendencia a negar que existe, pero en realidad lastima.

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Gran parte de la manipulación del afecto se hace mediante la comunicación no verbal. Se refiere a la forma de mirarse, presentarse y de acercarse al andar juntos, el tono de voz y la actitud de hablarse.

Uno de los elementos que frecuentemente se utilizan para la manipulación es el erotismo. Ejemplo de esto puede ser el tener relaciones sexuales sin el mutuo consentimiento, el no prevenir el SIDA o el causar un embarazo no deseado, el obligar al otro casarse o separarse.

Todos estamos expuestos a ser manipulados, a abusar de las necesidades afectivas del otro, a celar para atraer, a prometer o amenazar, para lograr lo que el otro no quiere y a usar el chantaje emocional, por medio del cual se pretende conseguir lo que se desea, hacer sentir culpable a la otra persona.

La comunicación verbal (decir las cosas) es un instrumento muy útil para precisar acuerdos, indagar expectativas e intereses facilitar el establecimiento y mantenimiento de una relación.

La confusión de sentimientos da paso al engaño, a la desilusión y a la manipulación.

Las expectativas no cubiertas, el miedo a la pérdida del otro, el deseo, la inseguridad, ante la soledad, lleva frecuentemente a la imposición o al sometimiento.

Recomendaciones para evitar ser manipulado y tener una relación sana

  • Clarificar mejor nuestros propios deseos intereses: ¿Deseo casarme? ¿Tengo interés por tener hijos?
  • Expresar verbalmente de manera clara y abierta y directa nuestros sentimientos y expectativas: siento deseos por pasar tiempo contigo, me gusta platicar contigo, tengo la expectativa de tener un noviazgo contigo.
  • Indagar los sentimientos y expectativas del otro: ¿tú que sientes por mi? ¿crees que nuestra relación puede prosperar a un noviazgo?
  • Establecer acuerdos de manera verbal: ¿te parece que te vea los fines de semana después de trabajar?, ¿te parece que paguemos la cuenta entre ambos?
  • Respetar, actuando de acuerdo con los sentimientos y expectativas de uno mismo, pero tomando en cuenta los sentimientos y expectativas del otro: yo quiero tener una familia, ¿tú también lo deseas? ¿quieres un hijo?
  • Anticiparse a las situaciones y hablar y acordar antes de actuar: ¿te parece que salgamos juntos de vacaciones? Yo quiero ir a la playa, ¿te parece bien o no?

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Escrito por

Elizabeth Sosa

En el corazón de la República, la Cuidad de México, usted puede localizar a Resurgir-Psic, el cual es un espacio que le ofrece servicios psicológicos para adolescentes, adultos y parejas.

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