Desamor y relaciones de pareja

El amor es un concepto cuya definición se vincula con los sentimientos de afecto y apego desinteresado e incondicional que nos lleva a realizar diferentes conductas y tener actitudes específicas.

Los seres humanos, podemos sentir diferentes tipos de amor de acuerdo con la relación que tengamos con el objeto de nuestro afecto.

El amor de pareja es uno de los que más se habla, escribe, canta y presta atención; produce sensaciones tan apasionantes y placenteras que llena de manera especial el día a día de quienes lo sienten, particularmente cuando es correspondido.

Sin embargo, el amor no es estático, evoluciona y cambia como si se tratara de un organismo vivo. En este proceso, un sinfín de situaciones pueden ocurrir, entre ellos, que el desamor haga su aparición. Cuando se habla de este concepto, la palabra "falta" se ubica en primer plano y sugiere el fin de una dinámica antes satisfactoria, establecida por determinado tiempo.

Que un miembro de la pareja sienta desamor, no significa que el otro también lo comparta y en ese momento, los celos, la culpa, la violencia y la exigencia constante de amor pueden presentarse con gran fuerza.

Algunos, a pesar de las consecuencias que una separación pueda traer, deciden hacerlo sin dar más vueltas al asunto, otros intentan una y otra vez hacer que el amor vuelva a surgir.

Una u otra opción depende de circunstancias y características particulares de los vínculos formados; además, es preciso considerar que el desamor no es algo que suceda de un momento a otro y también se construye como parte de un proceso relacional.

¿Cómo revertir el desamor?

Antes de que el desamor sea el elemento que termine con una relación, pueden llevarse a cabo infinidad de ideas para revertirlo, y es ahí cuando amar puede convertirse en una tarea titánica.

• Se mira al pasado para ubicar qué fue lo que resultó atractivo y positivo en la relación.
• Se intentan nuevas actividades.
• Se refuerza todo aquello que parezca dar frutos positivos para continuar en pareja.

Evidentemente, estas acciones culminan muchas veces en el desvanecimiento de los conflictos ligados con la posible separación, y la pareja sigue junta y adelante.

No obstante, existen ocasiones que aunque se haya intentado con verdadero interés continuar un vínculo, éste simplemente no puede seguir su marcha. El dolor, enojo, confusión, frustración e incertidumbre son algunos de los posibles sentimientos que ocurren en las personas al atravesar por la experiencia de la separación, pero también, se advierte la apertura de las múltiples opciones para generar y/o retomar proyectos de vida a corto, mediano y largo plazo que den sentido a nuestra cotidianidad.

Conclusión

Amar y desamar tienen como una de sus características más relevantes ser de cierta manera incontrolables, dado que no siempre elegimos de quién enamorarnos y desenamorarnos, pero eso no significa que esté fuera de nuestra capacidad tomar decisiones que nos sean convenientes en caso de que nuestras preocupaciones y problemas se relacionen con tales conceptos.

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