Desastres naturales y la incertidumbre de perderlo todo

Es probable a lo largo de tu vida has imaginado cómo construir tu propio patrimonio, piensas en el lugar donde te establecerías, planeas cómo ganarte la vida, cómo mantenerte a ti y a tu familia (si deseas tenerla), observas y te cercioras cde ómo es la interacción social en la comunidad donde vivirás.

Pero… ¿Qué pasaría si de un instante a otro debido a algún fenómeno natural como un terremoto, huracán, erupción de un volcán, etc., todo ese proyecto de vida se viniera abajo debido a las secuelas de cualquiera de las eventualidades antes mencionadas, sin dejar de lado el temor de la pérdida humana?

El miedo y la incertidumbre a que ocurra esto es tan grande que las personas comienzan a mostrarse ansiosas, asustadas, se imaginan escenarios catastróficos, se sienten con bajo estado de ánimo, son excesivamente precavidas y obsesivas con su cuidado y el de los demás o por el contrario caen en una desesperanza aprendida en la que dejan de tomarle importancia y relevancia suficiente a estar preparados ante la amenaza de un fenómeno natural.

Pongamos en contexto la incidencia de los fenómenos naturales en México, de acuerdo a la Sistema Nacional de Información Ambiental y de Recursos Naturales del Gobierno de México nos menciona que nuestro país al tener una gran diversidad de ecosistemas está expuesta a una gran cantidad de fenómenos naturales que pueden causar desastres, desde la pérdida material hasta la pérdida humana que trae consigo impacto negativo en los ámbitos bio-psico-social. Es importante identificar los sismos y los volcanes corresponden a desastres de origen geofísico, mientras que las tormentas, huracanes e inundaciones pertenecen a la categoría de desastres de tipo hidrometeorológicos y finalmente los desastres de origen climático se encuentran las sequías o temperaturas extremas. Como podremos notar, no estamos exentos ante la presencia de algunos de estos fenómenos naturales, independientemente de la zona del país donde nos encontremos e inclusive en cualquier parte del mundo.

Psicológicamente ¿qué provoca la incertidumbre?

Entendamos primero que nada, que la incertidumbre es el no tener certeza de algo y que provoca malestar emocional y psicológico, debido a que no se cuenta con la seguridad o mejor dicho, no se tiene el total control ante algo que desconocemos. Trastornos como la ansiedad y la depresión se presentan con frecuencia en personas que viven en zonas de riesgo y más aún cuando desastres previos han ocurrido y han dejado secuelas inolvidables en muchas personas trayendo consigo también en algunas personas el desarrollo de Trastorno de Estrés Postraumático que a su vez tiene como consecuencias el abuso de drogas, pensamientos y planeación suicida, aislamiento, flashbacks, disociación, trastorno de pánico. Estos síntomas o desarrollo de trastornos pueden ser un factor que vulnere la integridad de un individuo, puesto que su capacidad de planeación y toma de decisiones puede verse afectada ante eventualidades que requieren de una reacción inmediata desde un plan de escape hasta el asegurar o tener preparado algún otro lugar donde establecerse.

El tener conocimiento de que en cualquier momento puede ocurrir un fenómeno de la naturaleza no es suficiente para que nuestra seguridad se alimente, y más aún cuando se trata de la probable pérdida de nuestro patrimonio.

Es por ello que, desde la psicología hace falta mucho trabajo por hacer en cuanto a la promoción e intervención en la salud mental de comunidades que están y han sido expuestas ante catástrofes naturales. Temas como la gestión emocional, resolución de problemas, planificación, flexibilidad cognitiva, habilidades sociales podrían formar parte de un programa de salud mental en comunidades vulnerables.

Cómo trabajar con la incertidumbre ante un fenómeno natural

1. Infórmate en medios de comunicación fiables, tales como instituciones o personas certificadas asociadas al estudio y divulgación de desastres naturales.
2. ¡Actualízate! Todos los días puede haber cambios que pueden resultar relevantes para llevar a cabo un plan de acción.
3. Evita propagar rumores o información que no provenga de fuentes confiables y oficiales. Así evitamos la difusión de pánico.
4. Forma grupos de contención, en los cuales se hable con toda libertad acerca de sus vivencias o emociones que les provoca vivir en una zona de riesgo y los probables desastres naturales que pudieran ocurrir. Escuchar a otros cómo se sienten puede ayudar a desarrollar la empatía y no sentirnos solos.
5. Identifica planes de acción con tu familia, vecinos y amigos en caso de desastre. Almacena y ten a la mano documentos importantes, así como mochilas de emergencia que contengan alimentos enlatados, agua embotellada, linternas, pilas, radio, cobijas, mudas de ropa, etc. Visualiza y ponte de acuerdo con conocidos para tener un fácil acceso a transporte que ayude a trasladarse de un lugar a otro.
6. Fomentar y normalizar la práctica de acudir a asistencia psicológica, así como promover la práctica de técnicas de relajación y gestión de emociones.

Referencias

Hernández, L. R. Cuando la incertidumbre y la ansiedad desequilibran nuestra balanza interna. Inpsique. Recuperado el 29 de mayo de 2023 https://inpsique.com/cuando-la-incertidumbre-ansiedad-desequilibran-nuestra-balanza-interna/

Sistema Nacional de Información Ambiental y de Recursos Naturales. (s/f). Vulnerabilidad y ciudades sostenibles. Personas afectadas y muertos por desastres naturales por tipo de evento Recuperado el 30 de mayo de 2023 https://apps1.semarnat.gob.mx:8443/dgeia/indicadores_ilac18/indicadores/03_vulnerabilidad/3.6.2.2.html

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