Psicoterapia asistida con animales.

Este tipo de psicoterapia se ha realizado durante muchas décadas en países como España y Estados Unidos obteniendo resultados favorables tanto en niños, jóvenes y adultos.

10 ABR 2015 · Lectura: min.
Psicoterapia asistida con animales.

"Me visitaban para que emitiera mi diagnóstico y decidiera si admitía como paciente al chico, que mostraba síntomas de retraimiento creciente. Mientras yo saludaba a la madre, Gingles corrió hacia el chico y empezó a lamerle. Ante mi sorpresa, el muchacho no se asustó sino que abrazó al perro y comenzó a acariciarlo, la madre intentó separarlos pero le hice señas de que los dejara. Antes del final de la entrevista, el chico expresó su deseo de volver a jugar con el perro. Con unos auspicios tan prometedores comenzó el tratamiento de Jhonny" Dr. Boris M. Levinson, 1953.

Recientemente se le ha comenzado a dar mayor importancia a la relación humano-animal en nuestro país. Sin embargo, esto no es un tema nuevo, ya desde 1792 el Dr. William Tuke marcó los inicios de la psicoterapia asistida con animales intuyendo que los pacientes con algún trastorno de tipo emocional podían aprender valores humanos y autocontrol por medio de su relación con éstos. Por lo tanto, la psicoterapia asistida con animales es una corriente que ha venido a incrementar su "popularidad" durante los últimos años debido a la mayor atención que han puesto a los beneficios que otorga.

Este tipo de psicoterapia se ha realizado durante muchas décadas en países como España y EU obteniendo resultados favorables tanto en niños, jóvenes y adultos. Ayudando a mejorar aspectos físicos por medio de actividades dirigidas por el psicoterapeuta (incremento de las habilidades motoras y disminución de la presión arterial), psicológicos puesto que los animales no juzgan ni se perciben como un ente superior a los pacientes (aumento de la autoestima, reducción de la ansiedad, estrés y sensación de soledad), educativos por medio de actividades dirigidas al fortalecimiento de aspectos relacionados con lenguaje y habilidades cognitivas (incremento del vocabulario, mayor atención y consolidación de conceptos) y sociales ya que el hecho de estar con un animal sirve como un "lubricante social" que facilita el proceso de iniciar conversaciones con otras personas (mayor deseo por participar en actividades grupales y desarrollo de la interacción con otros individuos); entre muchas otras.

La manera en que se logran todos estos avances en los pacientes es resultado de una adecuada interacción de la "triada terapéutica", la cual se compone del paciente, el psicoterapeuta y el perro. El psicoterapeuta debe estar capacitado para impartir este tipo de terapia, tener conocimientos de etología canina y de métodos terapéuticos. Por su parte, el perro debe pasar una serie de pruebas de selección, un proceso de adiestramiento específico y un correcto desenvolvimiento durante las sesiones psicoterapéuticas.

Uno de los mayores problemas con el que nos hemos encontrado quienes trabajamos con este tipo de psicoterapia es la poca credibilidad que se le da a nuestro trabajo. Como mencioné en un principio, a pesar de no ser un método nuevo, ha sido una psicoterapia poco difundida y ello ha abierto una brecha de desinformación que repercute en la escasa colaboración que encontramos de las instituciones de gobierno.

Por otro lado, el aspecto positivo es que con mucho agrado he conocido personas que apoyan este tipo de psicoterapia y otras que se encuentran en preparación para poder impartirla, por lo que sólo me queda decirles que se informen al respecto, que lean artículos científicos que demuestran por medio de pruebas los múltiples beneficios que tiene la convivencia humano-animal; mismos que, se pueden obtener a partir de una psicoterapia asistida por animales.

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Escrito por

Clínica Psicológica Integral

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