Mi hijo tiene problemas de aprendizaje, ¿qué debo hacer?

Problemas familiares, emocionales, sociales, neuronales, alimenticios y trastornos del sueño, son elementos que impiden el óptimo aprovechamiento escolar del niño, ¿Cómo funcionan tus hijos?

2 OCT 2019 · Lectura: min.
Mi hijo tiene problemas de aprendizaje, ¿qué debo hacer?

Es muy triste y lamentable encontrarnos hoy en día, con una inmensa población de niños con problemas, no sólo de aprendizaje, sino emocionales, de conducta, de audición, pensamiento y lenguaje, déficit de atención con hiperactividad (TDAH), autismo, Asperger… y otros trastornos neurológicos del desarrollo cerebral, constituyéndose en elementos que podrían convertirse en detonadores clave de retraso o falta de maduración para el aprendizaje, sin descartar por supuesto las conductas de riesgo biopsicosocial, generadas por la interacción de la genética con el medio ambiente, es decir, el entorno en que se desenvuelve el niño.

Constantemente llegan a la consulta clínica, muchas madres desesperadas porque les reportaron a sus hijos, los amonestaron en su escuela o colegio por mala conducta, los sacaron del aula, los mandaron a la dirección, los suspendieron del colegio por varios días, o en el peor de los casos, los mandaron a realizar una evaluación psicológica o psicopedagógica:

"Sra. su hijo no se aguanta, no trabaja, no trae las tareas, se levanta mucho, deambula por toda el aula, me trae en revolución a todos los niños, los empuja, les rompe sus notas, les jala el pelo, les saca la lengua, se le llama la atención y no obedece, no respeta las reglas del salón"… Y ni qué decir de los niños de preescolar… ¡Hasta se muerden y se aruñan!

En este marco, vemos que la Psicopedagogía ha alcanzado un alto nivel de importancia en las escuelas, en las empresas, en las familias y en la sociedad en general, gracias a las teorías de sus principales exponentes: Jean Piaget, con su aporte psicogenético, David Ausubel con su teoría del aprendizaje significativo, Jerome Bruner, con su metáfora del andamiaje, y Lev Vigotsky, con su teoría socio-histórica, entre otros.

Y bueno, es posible que el principal problema de muchos padres de familia, al traer hijos al mundo, es la falta de experiencia y desinformación en cuestiones psicoeducativas, porque no es lo mismo correr al supermercado o farmacia de la esquina a comprar un paquete de pañales desechables y una lata de leche con fórmula, para cubrir las primeras necesidades alimenticias de su hijo, que ya entrar en materia de construcción de valores y ética humana.

Aquí la primera escuela del niño es la influencia y el ejemplo de sus padres, porque los niños aprenden por imitación.

Pero, ¿qué pasa cuando nace un niño no planeado, no deseado o un niño es abandonado? Hay muchísimos niños agresivos o depresivos, que no gozan de las condiciones óptimas para su desarrollo físico, psíquico y emocional, muchas veces porque ambos padres no se llevan bien, o trabajan largas jornadas laborales, otros niños porque son dejados al cuidado de los abuelos, o los tíos, o los vecinos, principalmente los que no tienen la fortuna de entrar a una guardería segura mientras alcanzan la edad escolar.

Pero los problemas mayores empiezan precisamente en la etapa escolar, cuando ya está de manifiesto el desarrollo general de inquietudes de los niños. Es allí donde los niños empiezan a proyectar consciente o inconscientemente sus necesidades psicológicas y a demostrar sus destrezas, sus habilidades, sus propios recursos personales que deben ser potenciados con el apoyo de sus padres, sus tutores, sus maestros y en casos de niños con alguna discapacidad y con necesidades de educación especial, con el apoyo de personal capacitado de alguna de las Unidades de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (USAER), los Centros de Atención Múltiple (CAM), Centros de Atención Psicopedagógica de Educación Preescolar (CAPEP), y otros.

La interacción es vital en todo momento. La socialización, es un recurso fundamental en la vida de todos los niños, ya que a través de este espacio, los niños desarrollan su personalidad, encuentran su propia forma de expresión individualidad hacia los demás, que les permite desarrollar a su vez, una identidad sociocultural.

Los niños que no poseen un punto de referencia afectivo, se conflictúan mucho porque no saben a dónde pertenecen. Se sienten desadaptados, fragmentados, divididos entre dos o tres mundos diferentes: La casa de sus padres, la casa de los abuelos y las guarderías, escuelas o colegios, donde en cada lugar, reciben un trato diferente. Con los abuelos, los niños son muy hábiles para ejercer el chantaje emocional y conseguir lo que quieren, con los padres el chantaje les funciona a medias, pero en la escuela o el colegio es distinto y sin embargo es allí donde se rebelan a veces de la peor forma y es muy evidente en aquellos niños que presentan bajas en el aprovechamiento o hasta deserción escolar, ¡Ya no quieren ir a la escuela!

¿Qué hacer?

¿Qué hacer en casos de problemas de conducta, indisciplina, falta de socialización, falta de concentración o bajas en el rendimiento y ritmo de aprendizaje?

La mayoría de las mamás, no entienden por qué sus hijos se comportan de tal o cual manera:

  • "Es que yo lo atiendo bien"
  • "Es que yo me mato trabajando todo el día para que no le falte nada"
  • "Es que siempre estoy pendiente de que realice sus tareas, no vea tanta televisión y se acueste temprano"
  • "Es que yo siempre le doy todo lo que me pide, no lo considero un niño problema"
  • "Es que yo veo que mi hijo es muy inteligente"

¡Claro!, tal vez su hijo sea un niño muy brillante en el área intelectual, pero habría que ver cómo funciona su hijo también en cada área de su desarrollo: Sensorial, Motriz, Cognitiva, Social, Familiar, Emocional, etc. Basándose en sus habilidades y proponer objetivos para alcanzar los hitos en los que el niño manifieste retos para que potencie sus propias capacidades y aprenda a responsabilizarse por sus actos.

El entorno familiar tiene mucho que ver. La estimulación y la motivación en todos los ámbitos es muy importante para que el niño manifieste equilibrio en todo sentido y se le facilite en todo momento un adecuado aprendizaje de acuerdo a su edad, es decir, no adelantarle su maduración con exigencias desmedidas, ni retrasarle su maduración resolviéndole todo. Es básico que los padres aprendamos a ser orientadores expertos, pero es el niño quien decidirá en su momento qué cosas le interesan más, para aprender primero.

Trabajar con los padres sería una excelente opción para que aprendan cómo manejar sus propios miedos, sus dudas, sus inseguridades, su falta de confianza que de paso le están proyectando a sus hijos. Que aprendan a estimular de inicio a sus hijos con psicoeducación, ya que los niños atraviesan etapas de construcción neuronal, poseen mucha plasticidad cerebral y están en pleno descubrimiento de sus habilidades, destrezas y en pleno desarrollo físico, psicológico y emocional.

Si deseas mayor información, comenta en este artículo y contestaremos a la mayor brevedad posible.

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Escrito por

Dora Lidia Pérez Rochín

La Psic. Dora Lidia Pérez Rochín es una de las psicólogas más profesionales que brinda la atención y orientación necesaria para poder resolver sus problemas emocionales que pueden estar afectando su vida social y familiar. Cuenta con el conocimiento y la experiencia necesaria.

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