El TEST del Marshmallow

La prueba del malvavisco es extremadamente simple, tan simple que uno se pregunta ¿qué tan efectiva puede ser?

El principio es simple: le presentas un malvavisco a un niño y le dices que puede comerlo ahora, pero si espera quince minutos, tendrá dos.

¿Cuál es el propósito de la prueba de malvaviscos?

Esta prueba mide la sensibilidad de una persona a la gratificación retrasada. Este experimento, ejemplo clásico de economía del comportamiento (o conductismo), fue realizado por primera vez por Walter Mischel en la Universidad de Stanford en 1972. Y a pesar de su aparente simplicidad, es el predictor más exacto del éxito futuro de una persona hasta la fecha.

¿Qué es la gratificación diferida?

Es nuestra capacidad de preferir retrasar una recompensa para que sea más grande. En otras palabras, se trata de mostrar autocontrol para aceptar un pequeño sacrificio en el momento presente con el fin de adoptar una visión a largo plazo y recibir beneficios futuros.

Y los resultados son impresionantes, porque no es sólo un caramelo. El mayor autocontrol y la mayor sensibilidad a la gratificación diferida fueron un factor de predicción del éxito en diferentes ámbitos de la vida, desde el rendimiento escolar hasta la vida amorosa y el estado de salud. En 2011, la Universidad de Pensilvania publicó los resultados de un estudio de 1000 niños seguidos durante más de 30 años. Y son sorprendentes: cuando el estudio terminó, cuando los sujetos tenían 32 años.

Los que eligieron comer el malvavisco de inmediato fueron:

• El 27% tiene problemas de salud
• 10% con adicciones
• El 43% tiene antecedentes penales
• 32% para tener un ingreso de menos de 20.000 dólares al año

Mientras que los sujetos que han estado esperando el segundo malvavisco son:

• El 11% tenía problemas de salud
• 3% para tener adicciones
• 13% con antecedentes penales
• 10% para tener un ingreso de menos de 20.000 dólares al año

Otro equipo de la misma universidad también había demostrado que la prueba de malvavisco era un mejor predictor del éxito futuro de una persona que la prueba de coeficiente intelectual. Dicho esto, es bastante lógico, porque ser más inteligente no significa necesariamente apostar por el futuro, y viceversa.

Otro punto interesante en esta prueba de malvaviscos es que los que prefieren esperar al segundo malvavisco son más felices. De hecho, los investigadores de la economía del comportamiento consideran que la gratificación tardía, y por lo tanto el autocontrol, son componentes esenciales de la felicidad.

¿Cuál es la relación entre la gratificación retrasada y la felicidad?

Esta es una pregunta que se puede hacer porque, a primera vista, no parece haber necesariamente una relación. Por el contrario, la gratificación diferida parece bastante alejada de nuestra idea de "carpe diem", es decir, disfrutar de la vida día a día.

Según Dan Gilbert, psicólogo social de Harvard, hay dos tipos de felicidad inherentes a los seres humanos: natural y sintética. Para él, la felicidad natural es lo que sientes cuando obtienes lo que quieres. Por el contrario, la felicidad sintética es una gratificación que uno crea para sí mismo cuando obtiene lo que quiere. Estos dos tipos de felicidad son tan fuertes y profundos como el otro, y tan buenos para los humanos.

Pero entonces, ¿cuál es la diferencia?

Podemos producir felicidad sintética tomando el control y haciendo planes. Porque lo que hace feliz a los seres humanos y les da ganas de avanzar es tener proyectos, ya sean personales, profesionales, románticos o de otro tipo.

Tanto si se trata de una felicidad natural (por ejemplo, ganar la lotería) como de una felicidad sintética (por ejemplo, casarse), la curva de satisfacción aumentará durante un tiempo y luego volverá a su nivel inicial, porque así son los seres humanos. Para mantener una alta curva de satisfacción, tener proyectos es la mejor solución. ¡Y no creas que perderte lo estropeará todo! oor el contrario.

Según un estudio de 2006, el nivel de satisfacción del cerebro vuelve a su curva inicial incluso después de pruebas difíciles (como el duelo).

Así que no dudes en tomarte un tiempo para ti mismo, para disfrutar de lo que amas, para desarrollar tu pasión y creatividad, y para desafiarte a ti mismo.

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