Miedo al rechazo y abandono: ¿cómo lo solucionamos?

El miedo al abandono no puede definirse como un trastorno real, pero puede conducir a ciertas dependencias, como la dependencia afectiva y emocional, y a vivir mal en las relaciones amorosas o de amistad porque el miedo a perder al otro siempre se convierte en predominante sobre la relación misma.

El síndrome de abandono puede ser peligroso en el caso de relaciones tóxicas o adictivas, porque en lugar de no afrontar el miedo al abandono, puede acabar en situaciones aún más graves y trágicas.

Este problema se puede experimentar de muchas maneras, intentemos ver algunas de las más importantes y cuáles son las causas y síntomas.

¿Qué es el síndrome de abandono?

El síndrome de abandono se produce cuando te sientes vulnerable y perdido si alguien cercano a ti muere o decide no pasar más tiempo contigo.

Se trata de una angustia perpetua, que está en la raíz de la relación y que no permite crear una relación de confianza con la otra persona. Este tipo de miedo normalmente proviene de un acontecimiento experimentado durante la infancia: por ejemplo, el abandono de la unidad familiar por uno de los padres.

Normalmente, estos eventos traen consigo dolor, desconfianza y falta de cuidados físicos y emocionales adecuados durante la infancia, lo que lleva al adulto a sentirse indigno de ser amado y siempre inseguro de su pareja, familia, amigos.

Este tipo de miedo es uno de los más comunes y peligrosos. Aunque no se puede denominar un trastorno real, puede conducir a un comportamiento tóxico y perturbador, además de graves daños en la autoestima.

El primer paso para superar este miedo, como la mayoría de los miedos, es aprender a reconocerlo y aceptarlo, para poder superarlo.

Las causas del miedo al abandono

Las causas del temor al abandono se remontan normalmente a la infancia y están estrechamente relacionadas con las pautas de apego. Un niño necesita que se le mime, se le comprenda, se le cuide y si esto no ocurre, podría afectar a su comportamiento.

En particular, la muerte de uno de los padres, el abandono o el descuido, podría dejar lesiones indelebles en el niño.

Comprender qué tipo de relación tenemos con nuestros padres y qué tipos de patrones de apego se han seguido puede ser un paso importante en el estudio de las causas del síndrome de abandono.

Las dificultades, las separaciones, las ausencias prolongadas pueden dar lugar a la creación de actitudes inseguras del niño hacia el padre o la madre, lo que puede provocar ansiedad y baja autoestima.

Síntomas de abandono

Los síntomas del síndrome de abandono son bastante reconocibles, ya que casi siempre se definen en la propia relación y son síntomas caracterizados por un miedo irracional a perder al otro.

Podemos clasificar estos síntomas tanto psicológicamente como físicamente:

• Sentimientos de ansiedad por la separación.
• Baja autoestima y sentirse indigno de ser amado.
• Poca confianza en los demás.
• Inseguridad y dificultad para aceptar las críticas.
• Dificultad para ser tú mismo en una relación y crear intimidad emocional.
• Experimentar situaciones tóxicas y extremas sin separarse de una relación.
• Patrones de relación disfuncionales y desequilibrados.
• Inestabilidad emocional, que puede llevar a la ira y al miedo.
• Incapacidad de tener relaciones a largo plazo.
• Rápidamente se apega a la gente pero también se olvida rápidamente de ella.
• No ser uno mismo y no complacer a los demás.
• Culparse a sí mismo si las cosas no funcionan.

Todos estos síntomas son típicos de las personas que temen el abandono y no necesariamente tienen que ocurrir en una relación de pareja, pero también pueden involucrar a la familia, los amigos o las relaciones en general.

Los síntomas suelen estar relacionados con la inseguridad, el miedo a perder a la otra persona y a no sentirse amado, lo que normalmente lleva a las personas a una relación emocional adictiva o codependiente. Echemos un vistazo más de cerca a los diferentes casos.

Miedo a ser dejado atrás

El miedo al abandono puede materializarse en el miedo a ser abandonado por tu pareja. También puede ocurrir dentro del matrimonio o la cohabitación, causando ansiedad debido a una separación muy intensa.

Para la persona que sufre de este miedo, ser abandonado es un hecho que inevitablemente ocurrirá tarde o temprano. Pero no porque sea realmente así, sino porque la sensación es la de estar siempre al borde de un abismo, donde la pareja puede salir o traicionar en cualquier momento.

Claramente, estas relaciones carecen de confianza y muy a menudo conducen a hacer realidad la profecía de ser abandonado, porque la relación se vuelve insoportable.

Sin embargo, a pesar de ello, la persona que sufre el síndrome de abandono no puede razonar objetivamente sobre su responsabilidad de ser abandonada por su pareja (es decir, los comportamientos obsesivos, celosos, melodramáticos y controladores pueden hacer que una historia termine), sino que atribuirá el final de la relación al hecho de que uno no puede ser amado y siempre es abandonado por los demás.

El miedo a perder a una persona

El miedo al abandono no es sólo una cuestión de relaciones. Una pareja que perdió a un ser querido cuando era niño puede desarrollar un sentimiento de ansiedad por perder a alguien con quien tiene una relación: sea profesional, amor o amistad.

El miedo podría influir en cualquier relación saludable. En particular, el temor a perder a una persona implica tanto la posibilidad de que la persona ya no forme parte de su vida, como la de que pueda morir o que le suceda algo.

Miedo a ser abandonado en los niños

El miedo a ser abandonado es un miedo que proviene de los patrones de apego. Estos patrones de apego son esencialmente patrones de comportamiento, relacionales y emocionales que enseñan a los padres sobre sus hijos y reflejan su relación. Los niños se tratarán a sí mismos y a los demás según estos patrones de apego en los que han participado.

Por lo tanto, si hay dificultad, separación o abandono, estos modelos emocionales podrían volverse disfuncionales y crear un modelo de apego que podría conducir a la inseguridad, la baja autoestima, la dependencia y el miedo al abandono.

De hecho, los adultos que sufrieron abandono cuando eran niños tenderán a sentirse inseguros y a desarrollar relaciones en las que temen y anticipan el rechazo o buscan obsesivamente signos de desinterés por su pareja.

El resultado serán relaciones posesivas, llenas de celos e intentos de control, sin confianza y principalmente melodramáticas.

Cómo superar un abandono de 6 puntos

1. Reconócete como una persona maravillosa que merece ser amada. El abandono inmediato en la infancia puede llevar a sentirse no amado e indigno de amor, a desarrollar tal concepto: "si hubiera sido mejor o mejor, no me habría abandonado". Como niños, tendemos a ver nuestra propia culpa y responsabilidad en el abandono, destruyendo gradualmente nuestra autoestima. Tenemos que salir de este bucle, dejar de culpar y analizar la situación real de nuestra infancia.

2. Acepta tus miedos. Los miedos no siempre son algo negativo, nos ayudan a estar atentos a los problemas y al mismo tiempo señalan nuestras debilidades para superarlos. Estudiar, comprender y aceptar nuestros miedos es el primer paso para elaborarlos y superarlos, comprendiendo también qué tipo de trauma pueden expresar y de dónde (o cuándo) vienen.

3. Aprende a estar solo. Aprender a sentirse bien con uno mismo es un paso importante que todos tienen que afrontar tarde o temprano. No es que sea fácil mirar dentro, aceptar o vivir bien en la soledad, pero poco a poco es una necesidad que hay que afrontar. Conocerse a sí mismo también es importante para vivir una relación sana, en la que se es libre de expresarse y ser uno mismo, sin incurrir en complacencia o mentiras.

4. Encuentra gente que te acepte por lo que eres y ten la paciencia de darte tiempo para expresarte. ¿Sabes cuando estás aprendiendo un nuevo idioma y tratando de hablar con alguien, pero toma mucho tiempo desarrollar una frase de 4 palabras? Pero ten cuidado, hay gente que todavía te hablará y esperará tu momento. Es lo mismo cuando nos encontramos con personas que quieren conocernos: tenemos que tomar nuestro espacio y tiempo para expresarnos, así como tenemos que dar a la otra persona la manera y el tiempo para expresarse, sin apresurarse o crear castillos en el aire si la otra persona se retrasa en responder.

5.  No persiga a los que no están disponibles o que se escapan. Las relaciones reales se crean a partir de personas que quieren participar en la relación porque quieren conocerte. Muy a menudo los que huyen tienen problemas en la vida o no están interesados, así que es mejor dejarlos ir sin arrepentimientos o paranoia.

6. Terapia. Existen varias terapias que pueden utilizarse para superar el miedo al abandono, en particular la EMDR, la terapia de desensibilización y el retratamiento del movimiento ocular, pueden ayudarnos a superar los eventos traumáticos, mediante el uso de símbolos y palabras, para que podamos evacuar y comunicar nuestras emociones, tratar de superar lo que ha roto nuestro corazón dejándolo atrás, emprender nuevas relaciones basadas en la comunicación, ser nosotros mismos y compartir nuestras emociones.

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