Que es la insatisfacción crónica, síntomas y tratamiento

Imagínate la siguiente situación: tienes salud, una casa espaciosa, un trabajo que te gusta y que te valoran, un/a compañero/a que amas, tienes muchos amigos, en fin, tienes una buena vida. A muchas personas les gustaría estar en tu sitio, pero sientes un vacío, una sensación que siempre falta algo. Nunca está contenta/o. Nunca da las gracias por lo que tienes. No sabes ver el lado positivo de lo que te pasa. 

Personas así sufren de insatisfacción crónica, un estado de tristeza y descontentamiento permanente que les impide de disfrutar el presente y lo que hay de positivo en su trayectoria. Es importante señalar, que en algunas ocasiones es natural sentir un poco de insatisfacción. Este sentimiento incluso es importante para cambiar nuestro entorno y hacernos personas mejores.  

La insatisfacción es el primer paso en el progreso humano. Oscar Wilde

En parte, la sociedad actual colabora para esta insatisfacción porque estamos todo el tiempo nos comparando con la gente que tiene mucho éxito. En las redes sociales, influencers, artistas, deportistas y famosos comparten sus vidas llenas de glamour, pasando un mensaje falso que todo es posible. Sabemos que solo una pequeña minoría alcanzará sueños así. Además, al comparar nuestras vidas con lo que vemos en las redes sociales, nos olvidamos que lo que es postado no es un retrato fiel de la realidad. Mismo las personas que tienen miles de seguidores no son perfectas, también tienen problemas y días malos como nosotros. 

Sin embargo, hay personas que están permanentemente insatisfechas. Son incapaces de alegrarse por lo que han logrado y suelen centrarse en lo que no tienen, en lugar de lo que tienen. Por eso, nada los satisfacen.

Síntomas de la insatisfacción crónica

De acuerdo con los psicólogos, este tipo de insatisfacción está basado en la idea equivocada de que uno puede ser perfecto y en una profunda inseguridad. En el fondo, personas que lo sufren están buscando el aprecio y la aprobación de los demás. Suelen minimizar sus logros para justificar su disgusto y si no se tratan corren el riesgo de pasar la vida sintiéndose amargadas. Los principales síntomas de la insatisfacción crónica son:

• Buscar la perfección: hasta en las actividades más sencillas, como la organización de un armario, quiere alcanzar la perfección. Con esto, es capaz de hacer y deshacer una misma tarea muchas veces y no raro se siente paralizada/o y frustrada/o con el resultado obtenido. Suele evitar probar algo nuevo por miedo a equivocarse.
• Quejarse mucho: cómo nunca está satisfecha, la persona se queja más y de todo. Mismo cuando logra un objetivo, siempre hay un pero. 
• Establecer metas irreales: tiene enorme dificultad en trazar objetivos realistas al no  saber evaluar con claridad los recursos que dispone para alcanzarlos. Con esto, a menudo desiste de lo que se propone.
• No tolerar el fracaso: no entiende que el fracaso es parte de la vida y puede ser una herramienta importante para aprender y mejorar. Cuando algo sale mal, se culpa, dramatiza y tarda mucho a recuperarse.
•  Ser crítica/o con los demás: es exigente con quien tiene cerca y tiene dificultad en aceptar la manera de ser y de actuar de estas personas. Con esto, los demás se distancian porque se cansan de convivir con alguien tan insatisfecho. 

Además, personas con insatisfacción crónica pueden sufrir ansiedad y son más propensas a tener depresión.

Tratamiento de la insatisfacción crónica

El primer paso para tratar la insatisfacción crónica es admitir el problema y querer cambiar el patrón de comportamiento. Si no se reconoce el problema, difícilmente algo será hecho para solucionarlo. También es recomendable:

• Establecer metas coherentes con su trayectoria y valores personales, sin hacer comparaciones con la vida de otras personas. 
• Crear el hábito de agradecer. Apuntar cada día, 3 cosas sencillas que sinceramente agradeces. Al hacer esto, poco a poco pasarás a reconocer y valorar lo que tienes de bueno.
• Mirar al pasado. Esto ayuda a recordar lo lejos que has llegado. A veces lo más importante no es lo que has logrado sino la persona en la que te has convertido, el esfuerzo que has hecho. Seguro que tienes más motivos para alegrarte de lo que imaginas.
• Es importante aprender a detectar el superficial y enfocarse solo en el esencial, dejando de querer siempre más. Descubra lo que te haces realmente feliz y céntrate en ello.
• Procurar apoyo psicológico. El psicólogo sabrá detectar los motivos de tu insatisfacción y te ayudará a cambiar la manera cómo ves la vida. Así será más fácil establecer nuevos objetivos y ser una persona más relajada y contenta. 

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