El drama de la codependencia

En una relación codependiente vamos a ver que existen conductas de control y de rescate hacia la víctima, la cual dejará en la medida del rescate la responsabilidad en el codependiente.

14 FEB 2019 · Lectura: min.
El drama de la codependencia

Codependencia es la relación de dependencia con una persona conflictiva dejándose arrastrar por los problemas que le acarrea la persona.

El codependiente aprende un patrón de conductas de rescate y control, que son trasmitidas a través del núcleo familiar de origen a la siguiente generación de los miembros de la familia, sentimientos, y creencias, que posteriormente son alimentadas por la sociedad haciendo que la personalidad codependiente sea atrapada hacia el tipo de personalidades que se encuentran constantemente en problemas con sentimientos de bienestar y de sentirse útiles al poder solucionarlos, trayendo como consecuencia el descuido de uno mismo, perdiendo su identidad, por estar al cuidado de los demás.

En una relación codependiente vamos a ver que existen conductas de control y de rescate hacia la víctima, la cual dejará en la medida del rescate la responsabilidad en el codependiente, incapacitándose aún más en la medida que sea salvado.

En la personalidad codependiente el rasgo principal característico es el de controlar, teniendo pensamientos de que las personas hagan lo que el codependiente quiere, aunque el controlador pasa a ser controlado por la enfermedad y la incapacidad de la otra persona. La enfermedad de la persona puede ser un daño físico o de alguna adicción ya sea al alcohol, drogas, ludopatía o trastorno alimentario.

El codependiente siente la obligación de rescatar, cuidar y ver por los demás, y eso lo dignifica, aunque existe un desgaste al vivir y asumir la obligación que corresponde a otros.

La persona que sufre de codependencia piensa y siente que lo que hace por los demás es un acto de bondad y de estar en lo correcto. Sin embargo una persona equilibrada identifica sus sentimientos y responsabilidades sabiéndose capaz de resolver sus propios problemas no dejando que otros se los resuelvan.

La personalidad víctima deja ser ayudada y redobla su incapacidad para que otros le puedan resolver sus problemas.

No existiría una víctima si no tuviera quien lo salve de sus problemas. El Codependiente en la dinámica de resolverle los problemas, sin darse cuenta y de forma inconsciente y enferma mantiene la incapacidad haciendo más inútil al inútil.

En una familia disfuncional, se dice que es disfuncional, ya que no se funciona como comúnmente debería de funcionar. En una familia funcional existen reglas claras, roles, jerarquías, y responsabilidades ante la enfermedad ya sea del padre, madre e hijo, pero por ej., cuando existe la enfermedad de un hijo adicto, aunque la personalidad de los padres son diferentes y opuestas, los dos sobreprotegen al hijo de manera diferente: el padre controlador con su dinero y la madre con su complicidad, la dinámica se lleva a cabo lo que se conoce como el triángulo del drama. Los roles de los padres y adicto cambian.

shutterstock-226744588.jpg

El perseguidor (el padre), el rescatador (la madre) y la víctima (el hijo), el cual se percibe a sí mismo como víctima de las circunstancias, así como de las personas sin responsabilidad alguna de sus actos. Recurre a la manipulación, mientras que el padre es el perseguidor, decide que tiene que controlar al adicto y utiliza la fuerza de manera irracional imponiendo su creencia de sometimiento, de esta forma el adicto confirma su percepción de ser la víctima, mientras el codependiente identificado como rescatador culpa al perseguidor de la conducta del hijo adicto.

La madre que es la rescatadora, la cual se propone salvar a su hijo que asume la responsabilidad del adicto protegiéndolo de cualquier persona que pudiera presentar cierto gesto en contra de su hijo, no permitiéndole hacerse responsable de sus actos.

El rescatador que hace el rol de salvador del adicto sin este haberlo solicitado, después pase al rol de perseguidor del otro padre quien culpa al salvador de la conducta del hijo víctima quien a su vez controla al rescatador.

La codependencia se puede entender como una cierta adicción a las personas, de las cuales depende, así como el alcohólico depende de la botella, el codependiente depende de su "droga" que es la persona adicta.

Los adictos son las personas que dejan que el codependiente desempeñe su rol favorito, tanto es así que éste pase a ser controlado por esa necesidad de reafirmarse con ese comportamiento. Frecuentemente el codependiente termina enganchada, o queda estrechamente ligado a una persona alcohólica o con alguna personalidad conflictiva, lo cual termina por llevarla a su destrucción emocional si es que no toma medidas antes.

Las personas cambian, pero lo hacen cuando ellas quieren, cuando les llega su momento y cuando están preparadas para hacerlo, no se puede cambiar a las personas, el cuidar y rescatar a los demás es una manera de escapar de nuestros problemas. Es una conducta basada en una premisa falsa, ya que no se puede cambiar a las personas.

La vida del codependiente se convierte ingobernable, en algo inmanejable, en una obsesión y angustia continúa por los problemas de las otras personas, y hasta que toca fondo, porque gracias a este proceso es cuando se busca ayuda para resolver su enfermedad.

Es un proceso que puede llevar a recaídas, los comportamientos de rescate recrean la ilusión de bienestar y de sentirse aceptados. El codependiente que asiste a grupos de apoyo mutua gradualmente comienza a sentirse mejor en un proceso de recuperación, con más equilibrio en las áreas de su vida y fuerte. Con esfuerzo y empeño consigue adquirir los nuevos recursos que le ayudaran a lidiar con el día a día de una manera más racional, entendiendo el ritmo de la vida, el momento importante que progresivamente se va consiguiendo el liberar de la pesada carga que supone intentar cambiar y controlar a las personas que le rodean o de sus seres queridos. La manera mas segura de volvernos locos es involucrarnos en los asuntos de los demás y la manera más rápida de volver a estar sanos y felices es atender nuestros propios asuntos.

Los grupos de ayuda mutua de doce pasos para codependientes ayudan para esa terrible lucha consigo mismo.

¿Quién no ha soñado en cambiar la conducta de su pareja?

¿Quién es más loco, el loco…?, ¿o el loco que sigue al loco?

PUBLICIDAD

Escrito por

Gilberto Espino G.

Psic. Gilberto Espino G. es un psicoterapeuta que lleva a cabo terapias psicológicas individuales, familiares o de pareja con el objetivo de mejorar la forma y estilo de vida, así como el estado anímico de los pacientes que acuden a consulta. Conócete a ti mismo y vive una vida más plena y felíz sin temores en Guanajuato.

Ver perfil
Deja tu comentario

PUBLICIDAD

Comentarios 1
  • Laura Rivas

    Cómo Colega y especialista en adicciones, valoro está aportación e invitó a mis colegas y familias a promover la atención oportuna, ya que detrás de la depresión y ansiedad e intentos de suicidio, existe este "mal".

últimos artículos sobre alcoholismo

PUBLICIDAD