​¿Y si mi bebé no nace sano?

Desde el instante en el que se conoce la llegada de un o una nueva integrante a la familia, se comienzan a generar expectativas

5 AGO 2021 · Lectura: min.
​¿Y si mi bebé no nace sano?

Cómo va a ser, a quién se parecerá, qué profesión podría llegar a ejercer o qué momentos y gustos compartirán, de hecho se produce una idea en torno al sexo del o la bebé, no obstante cuando esta pregunta surge hacia los futuros padres y madres se suele contestar "da igual, lo importante es que nazca bien de salud", pero entonces...

¿Qué sucede cuando esta expectativa no se cumple y llega al ambiente familiar una discapacidad?

Las madres y padres comienzan a experimentar miedo, incertidumbre, culpa e incluso se puede llegar a presentar enojo, algo que es completamente entendible y común puesto que se rompen las fantasías, los anhelos, las ilusiones, los deseos y las expectativas formadas durante el embarazo. Es así que se comienza un trabajo de duelo ya que se debe procesar la pérdida del hijo o de la hija que no nació, para poder conectarse y dar lugar al hijo o hija real, con todas sus características y necesidades concretas, sin dejar de lado que este niño o niña tiene necesidades comunes a todos los bebés del mundo: alimento, descanso, apoyo, paciencia y, sobre todo, mucho amor.

El duelo no es algo automático; es un proceso que requiere tiempo y esfuerzo, para superar poco a poco sus distintas etapas, podemos encontrar madres y padres que alcancen llegar a la aceptación de manera rápida, otras necesitarán más tiempo e incluso hay quienes les tomará años y desafortunadamente también hay quienes nunca lo consigan y vivan la discapacidad de su hijo o hija con un intenso rechazo o bien de una manera encubierta.

Puesto que este acontecimiento implica grandes cambios en la vida de la familia, es importante, que se viva reconociendo sus sentimientos sin avergonzarse, por el contrario aceptándolos y aprendiendo a encauzarlos, ya que el impacto de esta situación se manifiesta entre otras formas en llanto, negación, ira, enojo, resentimiento y depresión que afectarán no únicamente la vida familiar sino también el desarrollo del pequeño o la pequeña.

Para afrontar este camino es importante contactar con 

  • Psicólogos/psicólogas
  • Tanatólogas/tanatólogos quienes están preparados y preparadas para ser acompañantes en este camino.

Además de esta ayuda profesional también les recomendamos que tengan información sobre la condición específica de su hijo o hija (características, tratamientos, evolución, recursos sanitarios, etc.). Esto ayudará a disminuir la incertidumbre y aumentará la sensación de control. De igual forma reconocer al niño o niña más allá de sus limitaciones y poner el foco en lo que puede hacer, por poco que sea: una sonrisa, un pequeño avance. También practicar el autocuidado es muy importante buscar espacios para uno mismo que permitan cargar las pilas y renovar energías. Y eso conlleva muchas veces aprender a delegar y del trabajo en equipo entendiendo que esta situación no es culpa de nadie. Finalmente algo muy útil es contactar con asociaciones o personas que estén en la misma situación. Además de compartir experiencias, esto ayudará a adoptar una nueva perspectiva y comprobar que tener un hijo o una hija con una discapacidad no tiene por qué ser una tragedia.

Referencias

Picado, B. (2020) Afrontar la discapacidad de un hijo: Un duelo necesario. Recuperado de https://belenpicadopsicologia.com/discapacidad-hijo-duelo/

González, S. E. (2012). Impacto familiar de la discapacidad. (Tesina licenciatura). UNAM. Iztacala.

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Escrito por

Elizabeth Sosa

En el corazón de la República, la Cuidad de México, usted puede localizar a Resurgir-Psic, el cual es un espacio que le ofrece servicios psicológicos para adolescentes, adultos y parejas.

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