Vigorexia en México: un problema masculino

La vigorexia, dentro de la vertiente de la dismorfia corporal, afecta de forma física y psicológica a hombres mexicanos comprendidos entre las edades de 17 a 35 años, según un estudio del IMSS.

En el lado opuesto de la anorexia, la vigorexia se desencadena porque el individuo se ve demasiado delgado y enclenque frente al espejo. Luego de esta contemplación, decide ponerse en forma.

Pero el problema empieza cuando el ejercicio se trasforma en una obsesión por obtener una musculatura muy desarrollada, quizás demasiado.

Además de la práctica exagerada de actividades deportivas, este trastorno puede afectar también la vida social y personal de quien la padece.

"Empecé yendo dos horas al gym tres veces a la semana, luego aumenté el tiempo a cuatro horas seis días a la semana. Dejé de salir con mis amigos porque lo consideraba una pérdida de tiempo. Un tiempo que podría aprovechar yendo al gym de nuevo. Mi novia me dio a escoger entre el ejercicio y ella. Ya sabemos quien ganó, estoy soltero".s

Así como también puede desencadenar problemas más serios. La persona que sufre vigorexia en un estado ya más avanzado, nunca está conforme con los resultados de todo el ejercicio que practica. Tiene un vacío existencial porque nunca estará lo suficientemente fuerte. Esto podría llevarlo, en algunos casos, a un estado depresivo agudo e incluso al suicidio.

Tratamiento

En muchas ocasiones, los diagnósticos médicos de la vigorexia son tardíos puesto que los individuos que la sufren sólo van al especialista hasta que las consecuencias del trastorno están muy avanzadas.

Lo ideal es que estas personas tomen terapia con un psicólogo especializado en esta enfermedad para que le dé una valoración confiable y, posteriormente, el tratamiento que corresponda en cada caso.

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