¿Seré yo la persona tóxica?

Al notar que estamos conviviendo con personas tóxicas inmediatamente queremos salir corriendo, pero como ya sabemos, este tipo de personas son excelentes manipuladores y actores que cada vez más nos atrapan entre sus garras. Sin embargo, te has llegado a preguntar ¿qué pasa si tú eres la persona tóxica?

Anteriormente a las personas tóxicas se les llamaba "eres una mala persona ", pero en la actualidad esta frase ha cambiado a una palabra " tóxica ". Este cambio se debe a que lo tóxico es algo que hace mucho daño y aplicando el término a una persona, es porque son poco empáticos y evidencian sus carencias ante los demás. Además, si algo caracteriza estas personas es que siempre tratan de hacer creer a sus víctimas ellas son poco negativos; es así como ellos piensan que pueden superar sus miserias.

Perfiles de personas tóxicas

A continuación mencionaremos las características de los perfiles de las personas tóxicas. Sin embargo, cabe mencionar que estas características pueden presentarse en un individuo o incluso cualquiera de nosotros somos vulnerables en determinados momentos:

• Envidioso: seamos honestos, en alguna etapa de nuestras vidas o ante cualquier situación todos los seres humanos llegamos a sentir envidia de algo que se anhela y el otro lo tiene. Lo tóxico comienza cuando la persona hace todo lo posible a fin de boicotear lo que envidia. Además, se suele apoyar de cómplices y parece una víbora rastrera que envenena a los demás mediante críticas y quejas constantes.
• Dictador: es aquella persona que se cree la autoridad de todo. Lo que sí es un hecho es que este tipo de personas cubre su inseguridad a través de una autoridad. Sin embargo, este tipo de personas únicamente proyectan sus carencias y se apoyan de otros porque de lo contrario jamás lograrían ser verdaderas autoridades. Lo que caracteriza a estas es que jamás se van a sentir satisfechos, tienen hambre de poder y por ello son personas que humillan, imponen, amenazan e incluso sueltan opiniones ridículas.
• Manipulador emocional: es un maestro de la manipulación, maneja perfectamente las habilidades sociales y hace creer que no es una persona conflictiva. Sin embargo, es una persona tóxica disfrazada de un dulce. En un principio de la relación, cualquiera que sea, te hace creer que enfatiza contigo; pero cuando se considera que es atacado, pone todo en tu contra. Pero su nivel de toxicidad no termina ahí, ya que te hará creer que tú eres el único culpable y él es la víctima. Lo increíble de esta personalidad es que se manejan con gran naturalidad y son rastreros que pueden contaminar todo su entorno social. En otras palabras, se suelen pasar por víctimas a lo largo de su vida y hacen creer que todos están en contra de ellos.
• Negativo: son personas que dan flojera, todo ambiente lo toman como algo pesimista. A menudo estas personas se quejan de todo y por ello encaminan su vida a esta idea, a lo mediocre. También son personas que se predisponen, presentan baja autoestima; no sólo son inseguros, sino que también generan inseguridad a las demás personas, son como un círculo vicioso.
• Psicópata: es sin duda la personalidad más peligrosa, pues no tiene límites. A menudo son personas empáticas, no tiene remordimientos, es frío, se muestran secos, son ambiciosos, egoístas y no les importa pasar por encima de alguien o de algo a fin de lograr sus objetivos. Son personas calculadoras, rastrera, no presentan sus emociones, pero lo peor, es que disimulan y parecen personas normales.

¿Cómo saber si soy una persona tóxica?

Las personas tóxicas siempre consideran que el problema está en los demás, ellos creen que la persona tóxica es la otra persona. Las señales de una persona tóxica están muy claras, pero se complica cuando estas aparecen en entornos familiares, relaciones de pareja, amistades.

Ahora bien, ¿cómo puedes saber si tú eres la persona tóxica? es un tema complejo, nadie quiere reconocer que es una persona egoísta, ambiciosa y qué lástima a las otras personas. Más aún porque la verdadera persona tóxica no está consciente de serlo y no desea reconoce su mala acción. Necesitas pasar por una prueba realmente traumática para que comience a analizar su comportamiento.

Debes realizar un esfuerzo y evaluar tu personalidad, date cuenta si lastimas a las demás personas, reconócelo y sé sensato.

Por lo tanto, si deseas cambiar, debes saber identificar las características de la personalidad tóxica. Por ejemplo, si eres una persona envidiosa, debes reconocer a qué se debe tu envidia, qué es lo que realmente te molesta y por qué la sientes. Es importante que comiences a calificar tus emociones. Además, la envidia ni siquiera debe existir porque en esta vida todos tenemos problemas y no conocemos a fondo por lo que pasan las demás personas. Aunque te cueste trabajo, en vez de hablar comentarios sin sentido mejor halaga a aquellas personas.

Si eres una persona dictadora, trabaja tu seguridad, trabaja tu baja autoestima y fortalecer tu autoconfianza. Se te invita por lo tanto a pensar de manera positiva, reemplaza todo el comentario negativo por algo como: voy a ser capaz, no voy a fallar…

Si te caracterizas con el manipulador emocional, es necesario que trabajes el reconocimiento, expresión y regulación de tus emociones. Si aprendes a gestionar correctamente tus emociones de ellas aprenderás por lo tanto a entrenarlas. Saca tus emociones cuando realmente valga la pena.

Si tu personalidad es negativa, haz todo lo contrario para pensar y actuar de manera positiva. Si en tu día a día piensas en cosas positivas no solamente te lo vas a creer, sino que lo vas a lograr. Por lo tanto, olvida al pesimismo y opta por el optimismo así ganarás energía. Practica, engaña a tu cerebro, créetelo y lograrlo.

Si tu personalidad es algo psicópata, debes saber que el cambio es complejo, casi resulta imposible. En este sentido debes trabajar con tus impulsos, evitar aquellos comportamientos que ocasionan daño a las demás personas. Pero, lamentablemente los psicópatas realmente sí se dan cuenta de lo que ocasionan en las demás personas, es más, se sienten satisfechos de hacerlo.

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