¿Qué es el intercambio de energías?

Somos víctimas de las circunstancias cuando nos dejamos influir por personas y situaciones tóxicas. ¡Aprende a limpiar tus campos energéticos y eleva tu vibración positiva!, ¡Tú lo mereces!

29 ABR 2019 · Lectura: min.
¿Qué es el intercambio de energías?

Con frecuencia escuchamos hablar sobre lo que son las buenas o malas vibras de las personas que nos rodean, pero nunca nos ponemos a pensar qué es eso, o mejor dicho, ni nos interesa investigar a qué hace referencia eso y cómo aprender a rodearnos de lo que es nutritivo para nuestras valiosas vidas y alejarnos de lo que nos resulta tóxico. Es como si fuese más fácil pensar que, eludiendo o evitando esa responsabilidad personal, formásemos un escudo de protección y eso no es así, por el contrario, nos volvemos víctimas de las circunstancias que vivimos, precisamente por entregarnos al desconocimiento o a la ignorancia que es nuestra peor enemiga.

En ese marco, es importante señalar que el ser humano es tridimensional por naturaleza, somos Cuerpo, Alma (o mente), y Espíritu, y la mejor forma de protegernos de influencias nefastas, es elevando los campos vibratorios o frecuencias vibratorias que son 100% energéticas. Somos Energía, Materia y Conciencia.

Albert Einstein, Premio nobel de Física en 1921, Dr. en Física Matemática y Mecánica Cuántica de origen alemán, nacionalizado estadounidense 1879-1955, nos dejó un gran legado al respecto; La Teoría de la Relatividad, que consistió en integrar o fusionar la fuerza gravitatoria, con la fuerza electromagnética, creando las bases de la física estadística y de la mecánica cuántica a través de su fórmula que lo hizo famoso, la fórmula de equivalencia: masa-energía E=mc².

El Dr. Einstein estudió incansablemente al átomo, (protones, electrones y neutrones), y en uno de sus estudios descubrió que poniendo en movimiento a las moléculas, su fricción generaba calor, color y temperatura, es decir, se liberaba energía. Lo mismo sucede en el hombre cuando pone sus recursos personales en acción y al servicio de su ser interior profundo: atención, concentración y memoria, generan un tipo de vibración muy fina, muy elevada y poderosa, son campos energéticos superiores del Ser, ¡Vaya!, que esto no quiere decir que tengamos que entrar de lleno a los campos psiónicos, asociados a los poderes psíquicos, ¡Claro que no!, pero sí, darnos cuenta del fluir maravilloso de nuestra conciencia universal que vive y palpita dentro de nosotros, pero sólo si nosotros aprendemos a potenciarla.

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Los campos energéticos de baja frecuencia

Están atrapados o cercados por las emociones negativas como el miedo, la ira, la depresión, la tristeza, las dudas, las inseguridades, la falta de confianza, el odio, el desinterés, etc., son vibraciones con un bajo nivel de frecuencia que no pertenecen al Ser ni a la Conciencia, sino al Ego, al Sí mismo, al Mí mismo en su mínima expresión, son Mecanismos de Defensa del Yo, como diría Ana Freud. Por miedo dejamos de hacer muchas cosas, el odio nos consume nuestras fuerzas, nos desgasta emocionalmente, nos enajena, nos enferma, la tristeza nos lleva a la depresión y la depresión nos incapacita totalmente para pensar alto y sentir claro, nos vuelve un manojo de dudas, culpas, celos e inseguridades que no nos permite funcionar óptimamente en ningún terreno, ni físico ni psicológico/emocional, ni espiritual.

Las partículas sub-atómicas elementales, o vibraciones atómicas (llamados también neurotransmisores, que son señales nerviosas en la conducción de impulsos a través del axón, es un fenómeno eléctrico causado por el intercambio de iones a lo largo de la membrana, producen pensamientos, que generan emociones y las emociones se ramifican en sentimientos, y son los sentimientos los que crean los apegos, entonces son éstos los que duelen, los que hacen que las personas sean felices o infelices. Los pensamientos emiten descargas electromagnéticas llamadas ondas teleoginoras, capaces de viajar en el tiempo y la distancia, imagínense si serán capaces de viajar de un campo eléctrico a otro, es decir, de un cuerpo a otro, especialmente en las relaciones de pareja en las cuales aparte también hay un encuentro con su magia propia en el intercambio de fluidos, donde no solamente se mezclan sustancias químicas durante la intimidad, sino también vibraciones energéticas, que en algunas culturas como la Indostánica, le llaman lazos energéticos o lazos kármicos.

Pero no sólo en las parejas se puede observar ese fenómeno

Las transferencia de energías también ocurren en cualquier otro campo sociocultural. Por ejemplo, la atmósfera emocional del hogar y la familia siempre dependerá de la calidad vibratoria de cada uno de sus miembros y del grado de acercamiento y comunicación ejercida. El ambiente laboral igual, puede haber choque de fuerzas o choque de energías debido a los diferentes caracteres o los distintos formatos de pensamiento e ideas de cada cual. De igual forma sucede en el aspecto social, el intercambio energético en los grupos, en las sociedades, en las culturas, etc., porque todo es vibración y todos somos influencia positiva o negativa para quienes nos rodean. Por eso es tan importante rodearnos de gente que realmente nos ayude a crecer, a madurar, a progresar en todo sentido.

 Imaginemos que un día cualquiera, vamos caminando por la calle donde forzosamente tenemos que encontrarnos con mucha gente de todos los estratos sociales, razas, credos, nacionalidades, etc. Observemos cómo camina la gente que va dormida o identificada con la demás gente, con los escaparates, con el ruido de los motores, el olor a asfalto y las luces de neón. Algunas personas se cruzan por nuestro camino y huelen rico, aromas suaves y deliciosas, pero otras no tan suaves y no tan caras y las más, oliendo a problemas, a prisas y a sudor, no se fijan ni por dónde caminan y terminan atropellándose o tirados en el suelo con un buen tropezón por no mirar ni por dónde caminan.  

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Ese momento sería el ideal para hacer un experimento social

Paremos nuestros pasos por un instante y observemos los rostros de esas personas y tratemos de sensibilizarnos con cada vibración. Nos daremos cuenta de que algunas personas desde lejos sus rostros nos parecen gratos, agradables, "buena vibra" porque hasta nos sonríen al pasar y nos dejan preguntándonos ¿De dónde le conozco?, ¡No!, no le conocemos pero lleva tan buena vibra que nos ha sonreído a su paso. ¡Ah!, pero podría suceder todo lo contrario con otras personas con rostros mal encachados, de aspecto adusto, enojados, malhumorados que te avientan y te atropellan y ni cuenta se dan o te hacen mala cara como diciendo: "¡Quítate idiota!, ¿Qué no ves que voy pasando?. Gente que en verdad traen una coraza dura y una vibración energética muy densa y tóxica, son personas amargadas, pesadas que llevan a cuestas muchas cargas emocionales que no siempre están dispuestas a soltar.

¿Qué hacer?

No podemos evitar ser parte de un núcleo social ni de una cultura, y definitivamente tampoco podemos cambiar el mundo que nos rodea, pero sí podemos empezar por cambiar nuestro propio mundo y nuestra propia vibración energética, elevando nuestros valores, potenciando nuestros recursos personales, haciendo conciencia de todo lo que somos y lo que no somos, darnos cuenta de lo que hemos hecho y de lo que no hemos hecho, pero sobre todo, mejorar nuestras actitudes de momento en momento:

Modificando las conductas equivocadas

  • Revocar el compromiso que tenemos consigo mismos
  • Ser legítimos
  • Genuinos
  • Independientes
  • Adultos, rompiendo viejos esquemas mentales y paradigmas de vida rancios y caducos.

Todo esto modificando nuestro sistema de creencias limitantes, autoconvencernos de que no hay otra forma de protegernos y que todo lo que no hagamos por sí mismos primero nadie lo hará por nosotros.

Si no lo hago yo ¿entonces quién?. Si no lo hago ahora ¿entonces hasta cuándo?. La decisión es tuya, te pertenece y cualquiera que esta sea, quiero que sepas que vales mucho y que por siempre mereces todo el amor y todo el respeto. Te mando mis buenas vibras. ¿Las quieres?

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Escrito por

Dora Lidia Pérez Rochín

La Psic. Dora Lidia Pérez Rochín es una de las psicólogas más profesionales que brinda la atención y orientación necesaria para poder resolver sus problemas emocionales que pueden estar afectando su vida social y familiar. Cuenta con el conocimiento y la experiencia necesaria.

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Comentarios 1
  • Santiago

    Excelente, empezando el año me ayuda.

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