Problemas de lenguaje: adultos

Los problemas de lenguaje en los adultos suelen presentarse en edades muy avanzadas (aunque también pueden presentarse en gente más joven) y pueden deberse a varias causas.

Los más comunes

El primero que enumeraremos es la Afasia. Este trastorno, que se produce generalmente por un accidente cardiovascular, como por ejemplo un ictus, y limita, o incluso imposibilita la capacidad de la persona para comunicarse ya sea de forma oral, escrita o incluso por medio de mímica. Otras de las causas podrían deberse a un tumor cerebral, o también por un traumatismo craneal. Otra de las características de este trastorno es tener dificultades para entender lo que la gente le está diciendo, no comprenden nada.

El siguiente trastorno es conocido con el nombre de Disartria, que representa una alteración del lenguaje que provoca que se dificulte pronunciar las palabras debido a problemas con los músculos utilizados para hablar, como la boca, la lengua, o bien problemas con la laringe o las cuerdas vocales. Este trastorno puede derivarse de daños cerebrales como por ejemplo: un tumor, demencia, Parkinson o esclerosis múltiple.

El último problema de lenguaje que mencionaremos se refiere a las alteraciones de la voz que podrían ser provocadas por diversas razones, tales como: el desarrollo de pólipos, masas o nódulos en las cuerdas vocales, el consumo de algunas drogas, por ejemplo, las anfetaminas podrían alterar la voz a la larga, el uso prolongado de la voz, por ejemplo en profesionales para los que esta es su instrumento, tales como los cantantes o los profesores.

Tratamiento

Es indispensable un tratamiento médico en cada uno de los casos. Según el trastorno que se padezca el médico actuará de la forma correspondiente para poder emplear el tratamiento adecuado. En el caso, por ejemplo, de la afasia, se podría acudir a un logopeda.

La familia es un pilar fundamental para el apoyo del enfermo. Es necesario que esté dispuesta y, sobre todo, sea muy paciente con la persona que sufre estos trastornos.

En el caso de la afasia, la familia será la encargada de recordar al enfermo, por ejemplo, qué día de la semana es porque se encontrarán desorientados. Incluso se puede utilizar una forma de comunicación en la que no se tengan que usar las palabras, como por ejemplo, por señas o por escrito.

La gente que tiene este tipo de problemas de lenguaje se suele llegar a un estado de depresión importante, sobre todo por la impotencia de no poder comunicarse. Justo en este punto la familia resulta un pilar fundamental de ayuda y comprensión.

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