¿Por qué mi pareja es infiel?

Se habla de infidelidad cuando se establece un acuerdo donde se ve comprometida una relación afectiva-emocional y que a pesar del acuerdo mantenido en la relación, se sostiene una relación con otra pareja, donde no necesariamente ha existido un contacto sexual.

La infidelidad puede ser derivada de diversos factores, siendo entre otros; la pérdida de la confianza, conflictos en la relación, desacuerdos constantes, y la mala comunicación en la pareja.

Psicológicamente la infidelidad aparece debido a la incapacidad de poder expresar a la pareja lo que se quiere y se desea por una gran gama de actitudes aprendidas en la familia de origen, al provenir de familias disfuncionales, en donde por alguna razón el ambiente familiar no facilitó el poder expresar abiertamente los sentimientos.

Se afecta la relación al existir infidelidad la cual se produce debido a una crisis en la relación de pareja.

La infidelidad es vivida para el que la sufre, como una traición por parte de su pareja percibiendo al infiel como el causante del daño hecho a la relación viviéndolo como único culpable, sintiéndose víctima de la traición del acto de infidelidad idealizando que en la relación se tiene todo lo que necesita para vivir en armonía en la pareja.

Hemos sido formados y educados en una sociedad, pensando en la monogamia siendo el tipo de relación en la que viviremos tendiendo muchos argumentos sociales que así lo determinan.

Existen dos tipos de relaciones de pareja: Las monogámicas y las polígamas: Las parejas cerradas o monogámicas, las cuales son las tradicionales enfatizando la fidelidad y la monogamia. Y las parejas polígamas o abiertas, las cuales expresan abiertamente y con entera libertad su gusto afectivo y/o sexual por otras personas (además de su pareja principal) con el conocimiento, y consentimiento de acuerdos previamente establecidos en pareja no siendo forzada.

Existen sistemas de creencias los cuales han sido conformados por la sociedad y las familias de origen que rigen en el individuo tales como: Los principios y valores, la moral, costumbres, normas, formas de comportamiento, etc. Y hemos sido educados socialmente para convivir en pareja, emergiendo el problema cuando nos damos cuenta que demandamos cosas y situaciones diferentes a lo esperado.

El enamoramiento que es la primera etapa en un encuentro en la la relación en pareja se va diluyendo y en ocasiones desaparece o cambia cuando la monotonía, obligaciones, decepciones, mala comunicación, intervención e involucramiento por parte de las familias de origen, problemas económicos y de salud llegan dando paso al desencanto, la pareja empieza a darse cuenta que el príncipe no es azul, y ni la princesa habita en un castillo.

Al elegir a nuestra pareja, lo decidimos de forma libre la cual es decretada por el circulo en el cual nos desarrollamos, no siendo una situación azarosa, sino que ésta se genera y nutre de acuerdo con las actividades que realizamos, permitiéndonos conocer y relacionarnos con la persona que será nuestra futura pareja.

Por lo regular las relaciones de pareja donde se presentan episodios de infidelidad, oscilando en sentimientos en extremos yendo de amor al odio con mucho dolor suponiendo que el otro "debe" satisfacer nuestras necesidades a nivel inconsciente como lo económico, la atención, el amor, lo sexual, la protección, la fidelidad, entre otros.

Sabemos que en la etapa del encuentro con nuestra pareja hay una idealización que hacemos de ésta, ignorando que al paso del tiempo esta idealización solamente era una fantasía producto del estado de enamoramiento refiriéndome a un estado alterado de consciencia. Es el actuar con una expectativa que no corresponde con una realidad pensando que él o ella puede darme lo que necesitamos, sin poder percatarse que la otra persona siente, piensa y actúa de formas diferentes a la nuestra.

Operamos bajo diferentes tipos de contratos psicológicos que no son hablados, productos de la ¨inferencia¨, pensando que la pareja desea lo mismo a lo imaginado por nosotros: ¡a hora que me case! ¨él me hará feliz", ¡a hora que me case!, "dejará de trabajar y estará con la comida dispuesta esperándome en casa" responsabilizando a la pareja de la propia felicidad.

Puede darse el caso de que la elección de la pareja se base en un deseo consciente de salir de casa, para evitar seguir en un ambiente que pudiera ser hostil y esto haga que la elección sea racionalizada y cuando descubra que su pareja no es la solución a sus problemas buscará entonces una nueva relación.

El llegar a una depresión pensando que él o ella pueda ser el que rescate de la situación, o pensar que un hijo pudiera devolvernos la alegría de vivir, o unir al matrimonio, lo único que traerá consigo serán síntomas psicológicos reflejados en la pareja y/o los hijos, haciendo que las elecciones de pareja sean poco sanas. En ese momento, lo que parecía amor, se va tornando en frustración, coraje y odio, lo cual puede desencadenar que se busque un amante que sea totalmente opuesto a lo que actualmente es la pareja, aunque también por situaciones circunstanciales se pudiera presentar un compañero(a) de trabajo, amigo(a), el cual presta oídos a las quejas, sintiéndonos comprendidos generando una nueva relación afectiva-emocional en la búsqueda de lo que se demanda de la pareja y que no lo brinda.

En la medida en que las relaciones se rigidicen y que ante cualquier crisis o problema natural resulten conductas inapropiadas e inoperantes para la solución como el buscar un encuentro afectivo-emocional con otra pareja haciendo inoperante la relación en pareja.

Al existir un vacío emocional, el sentirse escuchado(a), atendido(a), y comprendido(a) por otra persona generará un proceso de infidelidad. También el sentir una amenaza a su autonomía e independencia puede darse otra relación al experimentar apoyo, seguridad y valor en la nueva relación.

Por lo tanto es necesario establecer una relación de independencia entre la pareja manteniendo una buena comunicación clara y directa, donde los desacuerdos logren ser consensuados y convenidos por ambas partes respetando la formas diferentes de pensar, sentir y actuar de cada quien respetando peticiones de lo que se espera de cada uno de la pareja.

Sugerencias:

1. Es importante que la pareja realice actividades en conjunto respetando la autonomía de cada uno.

2. No permitir que las familias de origen se involucren en las decisiones de pareja.

3. Lograr acuerdos en la relación de pareja.

4. Brindar el apoyo necesario a nuestra pareja.

5. La comunicación tendrá que ser clara y directa, hablar de lo que deseamos y también de lo que nos disgusta de nuestra pareja, no hacer inferencias o pensar por el otro (lectura mental).

6. No permitir que los hijos se involucren en la toma de decisión de la pareja.

7. Brindar el apoyo y seguridad de la relación.

8. No dejarse de hablar al existir una molestia o un disgusto en la relación.

9. No irse a dormir enojados sin solucionar el problema.

10. Escucharse el uno al otro sin interrupciones.

Es importante preguntarnos: ¿cómo es que queremos vivir?, ¿qué tipo de relación quiero?

Si tienes problemas que nos has podido resolver con tu pareja. Pide ayuda a un especialista en terapia de pareja.

Autor: Psic. Terapeuta Familiar. Gilberto Espino González

Representante Estatal en Guanajuato "AMESAD"

Asociación Mexicana Sobre Adicción, A.C.

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