Mujeres violentas: a propósito de la serie Mujeres asesinas
Esta exitosa adaptación mexicana de una gran serie argentina presenta casos particulares donde es una mujer quien comete un crimen y las diferentes razones por las que esto ocurre.
Hace ya algunos años, la periodista Marisa Grinstein publicó Mujeres asesinas (2000), un libro con 14 casos reales de mujeres que habían cometido asesinatos en diferentes puntos de Argentina. Al tiempo, estas historias, y muchas otras más, fueron llevadas a la pantalla chica en formato de serie de capítulos autoconclusivos, es decir, una historia diferente por emisión. Se emitieron 78 episodios divididos en cuatro exitosas temporadas.
En el año 2008, Pedro Torres, conocido productor mexicano, tuvo la idea de adaptar esta idea en nuestro país y tuvo grandes resultados de público y audiencia. Mujeres Asesinas México tuvo tres temporadas que se emitieron entre los años 2008 y 2010.
Clasificación de asesinas
Históricamente, los estudios sobre la maldad de la mujer siempre han sido escasos, haciendo énfasis en el hombre y todas sus posibilidades de cometer delitos, actos violentos y de provocar la muerte. Por su naturaleza delicada y fértil, la mujer siempre ha sido vista como la parte bondadosa y pacífica de la raza humana, incapaz de hacer daño si no es por alguna poderosa razón.
En esto tenemos que hacer un énfasis particular ya que de acuerdo con estadísticas que se han hecho a través de los años, el número de muertes cometidas por hombres supera sustancialmente a las cometidas por mujeres.
De acuerdo con Michael y C. Kelleher, autores del libro Murder most rare (1998), las mujeres que han cometido asesinatos podrían estas clasificadas de la siguiente manera:
- Las viudas negras
- Asesinas en conjunto, o grupo
- Enfermeras de la muerte
- Mujeres que sufren algún trastorno mental
- Las que usan su sexualidad
- Las vengativas
- Las que matan solo porque beneficios económicos
Aunque a este listado podríamos agregar a aquellas mujeres que por un episodio de locura temporal cometieron un asesinato, o bien, las que se encontraron en una situación extrema o límite y se vieron orilladas a cometer un crimen, en defensa propia o de sus hijos por ejemplo.
La serie
Una de las particularidades de esta serie en México es que, además de adaptar muchos de los episodios realizados en Argentina, hizo uso de la historia nacional en cuanto a mujeres criminales se refiere para crear nuevos guiones. Aunque todos los capítulos emitidos tienen que ver con los tipos de asesinas nombrado anteriormente.
Por ejemplo, en el caso de las viudas negras tenemos el capítulo de: Sandra, trepadora (temporada 1) que tratab sobre el caso de una mujer que asesina de forma sistemática a sus esposos cuando éstos ya no le sirven o cuando le estorban para seguir avanzando en su vida. El método que utilizaba era el envenenamiento. El hermano de su último marido descubrió todo y fue encarcelada.
En el caso de las asesinas por grupo, o en conjunto, Mujeres asesinas México se valió de una historia de la vida real, el tristemente famosos caso de "Las viudas negras" y lo recreó en Las Blanco, viudas (temporada 3) donde tres mujeres cometieron asesinatos, ya sea en solitario, o, hacia el final de la historia, en conjunto, matando a golpes a la pareja de la más joven de este trío de mujeres de tres generaciones diferentes. Aunque quisieron ocultarlo, fueron halladas culpables, en la ficción y en la vida real.
Para ejemplificar el caso de las "enfermeras de la muerte", la ficción mexicana también adaptó un sonado caso real, el de Juana Barraza "la mataviejitas" que llevó como título Maggie, pensionada (temporada 3). Como ya todos sabemos, la historia trata de una enfermera que se aprovecha de su trabajo para entrar a casas de ancianas indefensas y luego las mata.
Con respecto a las mujeres con algún trastorno mental, en el programa dedicaron muchos episodios, tales como: Marta, asfixiante (temporada 1) sobre una madre que sufre el síndrome de Munchausen por poderes, y que, al final, asesina a sus dos hijos por ellos debido al abandono de su marido, aunque en realidad es que ella sufría de un severa enfermedad mental. También nos ofrecieron el episodio Clara, fantasiosa (temporada 2) sobre una mujer que sufre un trastorno de celotipia en la forma más extrema puesto que termina asesinando a la persona menos pensada, de muchas, pero muchas puñaladas.
En esta misma línea también se realizó el episodio Laura, confundida (Temporada 2) sobre una joven con un hogar desestructurado que nunca se recuperó del abandono de su padre y su novio sufrió las consecuencias. O también el de una mujer que, por sus circunstancias, se le desarrolló un trastorno mental, hablamos de Irma, de los peces (temporada 3), una mujer que poco a poco va sintiendo cómo su marido coarta toda su libertad y su único escape es cuidar de su pecera, hasta que él mismo la rompe y con esto rompe el equilibrio mental de Irma. En este caso se podría alegar que de forma paulatina, Irma fue perdiendo la razón por el hecho de estar reprimida y encerrada.
Aunque en el caso antes mencionado líneas arriba, el de Sandra, trepadora, ésta utiliza su sexualidad para conseguir tener pareja, su caso no se centra en este punto. Al contrario del episodio de Cándida, esperanzada porque hablamos de una prostituta quien se aprovecha de un anciano dueño de una zapatería para conseguir dinero, una casa, una "pareja" y todo esto lo paga con favores sexuales. El final ya lo podemos predecir. En este caso la protagonista de esta historia utilizó su sexualidad con un fin específico porque esta es la única forma que conocía para hacerlo, pero al final mata al pobre anciano.
Creemos que el caso más representativo de las mujeres que matan por venganza, es uno donde curiosamente no se comete un asesinato, se trata del episodio Ana, corrosiva, una mujer enamorada de un cirujano. Cuando ella cree que su relación está ya establecida, él la engaña con otra mujer. Ana le arroja ácido en la cara y partes del cuerpo y lo deja desfigurado, pero el hombre no muere. En este caso en concreto podemos concluir que esta mujer utilizó la venganza como arma para paliar su dolor, un dolor ocasionado por la traición, aunque al final esto no sirvió para que esta persona vengativa se sintiera mejor y esto está probado psicológicamente. Si bien puede sentir que recuperó su dignidad después de la ofensa de la que fue objeto, esto no del todo cierto porque destrozó dos vidas, la de su pareja (desfigurado) y la suya (en la cárcel).
Finalmente, están las mujeres que matan solo por beneficios económicos sin necesidad de que esté presente el tema sexual. En Mujeres asesinas se adaptó la historia argentina de Yiya Murano, una célebre envenenadora y el episodio llevó como título Tita Garza, estafadora. Esta mujer estafaba a sus amigas adineradas a partir de inversiones en donde, supuestamente, ganarían una gran cantidad de dinero, cantidad que, evidentemente, nunca recibían. Cuando fue descubierta, las envenenó poco a poco poniendo veneno en sus bebidas cada vez que se reunían. Varias muertes provocó esta mujer, pero finalmente fue presa. En el caso real, aún en la cárcel, este personaje sigue afirmando que es inocente.
Estas historias tiene gran impacto en las sociedades latinas por el rol que tradicional y arcaicamente tiene la mujer, el de sumisa y abnegada. Despierta morbo ver cómo éstas mujeres son capaces de cometer estos actos delictivos, al margen de las circunstancias en los que se plantea cada relato.
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