¡Me estás lastimando!, ¿Pero porqué no puedo dejarte?
¡Amar más no es aguantar más, porque se puede amar mejor!. La inteligencia emocional es básica para definir hasta dónde el respeto puede ser índice de sana tolerancia. ¡Tú decides!
La tolerancia a situaciones aversivas dentro de las relaciones de pareja, tienen su asiento en diferentes aspectos. Puede ser por cuestiones económicas, dependencia del marido o de la mujer, o puede ser por cuestiones sociales, el aspecto del qué dirán o el aislamiento, por cuestiones familiares, la protección de los hijos. Pero también puede obedecer a algunas cuestiones psicológicas como por ejemplo la codependencia emocional sumisa o controladora, y quizá una de las razones más importantes es la minimización del problema como resultado de la costumbre o hábitos a las situaciones tensas, el miedo, las dudas, los sentimientos de culpabilidad, la pérdida de autoestima, los celos enfermizos, la indefensión aprendida, o hasta la misma resistencia a reconocer el fracaso de la relación, el temor al futuro en la soledad, el qué dirán, etc.
Infinidad de parejas llegan a la consulta clínica, buscando una palabra de aliento, un bálsamo que alivie, o un paliativo para mitigar su dolor: "Ya no puedo más", "Esto ya llegó a su límite, esto ya me está rebasando", "Ya no te voy a aguantar más", "Hasta aquí llegó todo", "Me voy de la casa", "Te dejo para que hagas lo que quieras", Se quejan y se lamentan de que ya no aguantan más la atmósfera emocional tan tensa que viven dentro de sus hogares: Pleitos, gritos, ofensas, golpes y sátiras palabras hirientes por parte de su compañero(a), y han acudido a terapia, porque están resueltas a arreglar esa situación tan desagradable y desgastante que día a día están atravesando.
Dichas parejas están convencidas de que quieren dejar de lado ese sufrimiento atroz, pero lo lamentable es que desean lograrlo sin hacer ningún cambio de actitud, ningún cambio de conductas, ¿Cómo es eso? No quieren sufrir, pero tampoco quieren soltar,¿Entonces? ¿Acaso creen que el psicoterapeuta tiene una varita mágica que les arreglará como por arte de magia todos sus conflictos emocionales? ¡Eso es un absurdo! La psicoterapia no se hizo para reconciliar mágicamente a la pareja, la psicoterapia se hizo para orientar a la pareja, para ayudarla a clarificar, confrontar la situación empañada y necrotizada que han generado con sus desavenencias e incompatibilidades. La psicoterapia facilita a la pareja el afrontamiento de sus responsabilidades para que ambos se den cuenta si vale o no vale la pena seguirle invirtiendo a esa relación, pero es la misma pareja la que tiene que definir si quiere seguir en su relación o no. En realidad la terapia se hizo para que no se necesite. ¿Me hago entender?
Dichas parejas, amagan huidas que muchas veces en el fondo no piensan cumplir, prefieren quedarse en la relación tóxica, a pesar de que las agresiones verbales y corporales siguen: "Mi marido me dio una cachetada y no lo puedo perdonar", "Sí, acepto mi responsabilidad, lo lamento, te di una cachetada porque me hartaste, no te callabas", "Te escucho y te vuelvo a escuchar una y otra y cientos de veces tus reclamos y saliverío barato mañana, tarde y noche y no te cansas de reclamarme tonterías, ya me colmaste la paciencia, me exalté, lo reconozco, yo no acepto tus migajas ni tus miserias psíquicas, ya no soporto tus conductas infantiles, esto no es una relación sana, si no vas a cambiar, mejor aquí le paramos".
Obviamente no se trata de una relación sana, porque quizá no se ha tomado en cuenta el respeto como índice de sana tolerancia. La mujer que insiste en sacar una y otra vez a la luz algunas cosas del pasado de su marido, y el marido hostigado, traumado y cansado, no está dispuesto a desenterrar muertos porque apestan. Le pide y le suplica a su mujer ya olvidar viejos errores de antaño, y de que por favor ya deje eso en el pasado, que el pasado ya no existe, ya no es, y que el pasado está muerto y enterrado ya que no tiene regreso posible, pero la mujer insiste: "Es que me engañaste, ¿Crees que ya se me olvidó?, me fuiste infiel, te acostaste con ella, y seguramente te sigues acostando con ella o con otras" puf… ¡Por favor!, cuando al pobre hombre ya no le pasa ni por su mente volver a incurrir en los mismos errores que aunque ya ha pasado el tiempo, los sigue pagando con creces, aunque no necesariamente tendría por qué seguirlo haciendo si ya lo pagó y escarmentó una vez.
A veces se puede estar tan familiarizado con los sentimientos de rencor, que no sería difícil adictarse a vivir en el pasado, pero el pasado sigue una espiral descendente hasta que acabamos por sentirnos fatal y aún así no queremos o no podemos soltar, ni reconocer, ni darnos cuenta de que se trata verdaderamente de una adicción que nos esclaviza en el presente y nos ordena estar exhumando recuerdos que atormentan, porque re-vivimos; es decir, le volvemos a dar vida a lo que ya está muerto, le volvemos a dar importancia, atención, poder y energía a algo que ya no es, que ya no existe, y que ya no tendría porque volver a suscitarse, resucitarse o suceder. ¡Es como un trastorno de obsesión enfermiza! Y que por supuesto necesita ser atendida de manera inmediata ya que se trata de un objeto de atención clínica bastante contaminante y por demás preocupante.
¿Sientes que te están lastimando pero no puedes, o no quieres hacer nada por frenarlo, impedirlo o corregirlo?, tienes dos problemas que atender. Acude a buscar ayuda con tu psicólogo de confianza para que puedas clarificar tus conflictos emocionales, sanarte y de pronto con un poco de suerte, estés en capacidad de poder ayudar también a tu pareja, ¡Claro que sí se puede!
Las informaciones publicadas por Psico.mx no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. Psico.mx no hace apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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