Las Relaciones de Pareja Inconclusas

Las relaciones de pareja deben ser genuinas para que funcionen óptimamente. No puedo exigir al otro lo que no soy capaz de dar. Acude a terapia para crecer interiormente y aprender a amar.

16 FEB 2018 · Lectura: min.
Las Relaciones de Pareja Inconclusas

Mucho se habla hoy en día del amor y del desamor en todos los círculos sociales, desde el hogar más humilde, hasta en el de más alto y refinado protocolo, el amor y su contraparte que es el desamor o el no-amor, reina en el mundo como tema principal a través del tiempo, en todos los tiempos y en todos los géneros de vida.

Cuando hablamos de amor se nos enciende el corazón, nos llenamos de ternura, de bondad, de buenos deseos. Nos llenamos de nobles sentimientos e inclinaciones o enfoques hacia esa sola persona que nos mueve todo el tapete como se dice coloquialmente, pero…

Al amor se le puede definir, percibir e interpretar de diversas maneras, según el credo, raza, nacionalidad, creencia o ideología de cada persona, y lo que para una persona es amor, para otra no puede serlo como tal o viceversa, e incluso en el nombre del amor se cometen verdaderas atrocidades.

Algunos ejemplos comunes: "Te pego para que entiendas que te amo", o "Me cela y me pega porque me quiere" "Te maltrato porque es lo que tú te mereces", "Esto me duele más que a ti, pero lo hago por tu bien", "Nadie te va a querer más que yo, pero tienes que hacer lo que yo te digo", "Si no me obedeces es porque no me quieres, sólo te estás burlando de mi", etc. Ese "supuesto amor" se va obteniendo a través del chantaje emocional y el verdadero amor no tiene necesidad de manipular, ni de hostigar, ni de cohesionar nada ni a nadie.

Las heridas sentimentales se vuelven grietas insalvables en la pareja, ya que van haciéndose cada vez más profundas, separando la integridad de la relación, fracturando la convivencia sana y amorosa. La atmósfera emocional se hace densa, tensa, tóxica y hasta se pierde el respeto que es índice de sana tolerancia y por lógica, se pierde por supuesto también el cariño, la confianza y la seguridad tan esperada del uno hacia el otro.

La mayoría de las parejas en tales circunstancias, toman la decisión de quedarse en la relación a pesar de todo, aunque su vida se convierta en un verdadero infierno. Pero algunas otras, prefieren separarse físicamente y otras se separan hasta geográficamente, ¡Ah, pero no sueltan el celular de su mano por si llama! o le siga mandando dineros para los gastos del hogar. ¿Qué es esto?, o ¿De qué se trata todo esto?... ¡Por favor!... ¡Estás conmigo, o estás contra mí y punto!. No se puede ir por la vida dejando asuntos inconclusos, sentimientos lastimados, cuentas pendientes y mucho menos hijos desparramados.

Qué cómodo resulta para algunas parejas darse el lujo de alejarse el uno del otro pensando que así se solucionarán o se arreglarán las cosas, cuando es todo lo contrario. La pareja que se separa rompe el compromiso, pierde sus derechos y anula sus zonas de oportunidad inmediatas, rompe el vínculo afectivo, rompe la comunicación asertiva, rompe el corazón del otro, rompe su confianza, rompe con un sacramento y destruye todo… ¡Pero no lo(a) suelta!, no quiere dejarlo(a) ir… ¿De qué se trata entonces?.

Están separados pero no divorciados, y pasan los meses, los años o pasa el tiempo y todavía no están seguros de querer dar ese último paso para cerrar ya de una vez por todas con ese ciclo o círculo de vida. Y si alguien pregunta ¿Eres casado(a)?, de manera tranquila responde: "Soy separado(a)" y hasta se creen con derechos de iniciar una nueva relación por el hecho de estar separados, cuando la única verdad aplastante para aquellos es que siguen casados, les guste o no. Y peor aún, siguen casados y ni casa, ni mujer ni familia tienen, aunque sigan pagando los gastos de los hijos o que ocasionalmente se vean con su cónyuge y hasta en la cama terminen… ¡Pero por miedo prefieren seguir separados!, entonces ya no saben ni que son el uno para el otro ¿Esposos? ¿Amantes? ¿Amigos con derechos? O qué…

Esas personas se acostumbran a llevar o sobrellevar sus vidas pero cada quien por su lado y sin hacer ya ningún esfuerzo para buscar una solución definitiva, les cuesta mucho trabajo definirlo por miedo a equivocarse: "Pero, ¿Y qué tal si las cosas siguen igual?", "¿Y si no quiere cambiar su conducta?", "¿Y para qué voy a volver con alguien que ya conozco y que no está dispuesto(a) a bajarse de su pedestal?", ¿Y si va a seguir con sus ambiciones o exigencias?," ¿Y qué tal si me va a seguir manipulando o chantajeando?", o ¿Qué tal y si me vuelve a poner los cuernos?"… (Dicen que con pequeñas mentiras o pequeños engaños, se pueden perder muchos y muy grandes amores).

Sin embargo, algunas parejas más afortunadas acuden a buscar ayuda terapéutica para sanar la relación, buscan acomodar sus ideas para salvar precisamente su relación y su matrimonio, buscan apoyo psicológico para trabajar seriamente con algunos aspectos de comprensión creadora para modificar sus conductas e iniciar un nuevo estilo de vida, ya sea de manera individual o con su pareja.

El amor desde el punto de vista individual es muy generoso porque el enfoque es primero hacia adentro de uno mismo. Se trata de observar cómo me relaciono conmigo mismo(a), qué consideraciones tengo hacia mí, cómo me trato, cómo me cuido, cómo me valoro y cómo me amo. Porque cuando yo estoy bien conmigo mismo(a), todo estará bien a mi alrededor, pero cuando no estoy bien conmigo mismo(a) primero, créanme, eso vamos a proyectar ante los demás, ¿Y a quien le gusta vivir o estar con una persona exigente y amarga, desorganizada, intolerante, impuntual, sucia, tacaña, deshonesta, infiel y hasta calculadora, manipuladora o maltratadora?

Las relaciones de pareja pues, pueden y deben ser auténticamente genuinas. Si no pueden ser perfectas, por lo menos podemos lograr que funcionen mejor y de manera más óptima cuando nos ponemos en el lugar del otro, y tomar en cuenta que nadie puede dar lo que no tiene, o que cada quien hace lo que puede pero con lo que tiene. No es posible exigir lo que no soy capaz de dar ni forzar situaciones que son contra-natura, pues a la postre sólo se vive uno a sí mismo, porque cada uno tiene su propio proceso de crecimiento interior y maduración.

Para mayor información acude a terapia si tu pareja no entiende ni con manzanas ni con palitos, ya que la mejor manera de ayudarle es ayudándote a ti mismo(a) primero, e incluso si aún acudiendo a terapia, tu pareja no lo entiende, ¿Pues quién se lo pierde?.

PUBLICIDAD

Escrito por

Dora Lidia Pérez Rochín

La Psic. Dora Lidia Pérez Rochín es una de las psicólogas más profesionales que brinda la atención y orientación necesaria para poder resolver sus problemas emocionales que pueden estar afectando su vida social y familiar. Cuenta con el conocimiento y la experiencia necesaria.

Ver perfil
Deja tu comentario

PUBLICIDAD

últimos artículos sobre coaching

PUBLICIDAD