Las fantasías sexuales casi destruyen mi vida
Dicen que lo peor que puede hacer una pareja en la cama es aburrirse, y es válido tener fantasías sexuales, pero no someterse a ellas. ¡Ojo! No todas las fantasías son eróticas, ¡Infórmate!
En la antigüedad hubiera parecido irreverente escribir sobre temas tan fuertes y espinosos o temas tabú, como el de género erótico, y sobre todo más si las hubiera escrito una mujer (todo un escándalo social), sin embargo, en las sociedades modernas esto ya no es una novedad sino una andancia, una moda, casi un último grito de la moda de las letras que ciertamente son universales y pueden tratarse temas sobre sexualidad humana con bastante generosidad y es válido, siempre y cuando se haga de manera científica y de forma responsable.
En este marco, empezaremos por señalar una máxima que reza por allí, de que lo peor que puede hacer una pareja en la cama es aburrirse y que entre más fantasías sexuales se lleguen a comprender, mejor se conocerá el ser humano, ¿Será? Veamos entonces, hasta dónde nos puede llevar una mente o una imaginación calenturienta, pero ¡Ojo!, no todas las fantasías son de tipo erótico, pero el erotismo siempre tiende a ser fantasioso porque se suscita y depende de la imaginería y del juego. Entonces preguntémonos: ¿Por qué en la sexualidad, la imaginación es capaz de volar más alto que la realidad?
Según el Dr. Antoni Bolinches, experto en psicología y sexualidad, en su libro "Sexo Sabio", clasifica las fantasías sexuales en cuatro grupos o categorías: Las anticipatorias, las exploratorias, las sustitutorias, y las parafílicas. La Dra. Roser Amills, (Sexóloga profesional), explica cada una de estas, de manera amplia y detallada, pero enfatizando eso sí; que los límites son siempre individuales y que cuando se involucre a otros inspirándose en cualquiera de esas fantasías, debe ser con el debido respeto, con su consentimiento o mutuo acuerdo.
Tratándose de una pareja estable por ejemplo (profesionistas y padres de familia), que por mutuo acuerdo, se regalan la permisividad sexual y las orgías en la práctica de tríos sexuales, quizá en el ánimo de romper con la rutina, o buscando incrementar su libido sexual, mejorar su relación, cumplir una fantasía o simplemente por mero gusto a las sensaciones placenteras pero en lo desconocido. ¡Y Sí se atreven!. La simple idea de atreverse, les sobre-estimula la corteza cerebral, sobre todo porque se trata de sexo "prohibido", y en lo cual no se toman en cuenta los valores personales y sociales que pueden diferir en sus fantasías. Ambos están convencidos y decididos al aceptar con madurez y responsabilidad tal propuesta y se avocan a la aventura pase lo que pase. En un principio quizá todo salga bien y ese tipo de relación le resulta bastante atractiva y satisfactoria, ya que no quedan culpas ni resentimientos ni celos absurdos.
Pero resulta que, a pesar de que dicha pareja está bien compactada, bien integrada y bien informada respecto de las consecuencias que podrían conllevar a este tipo de prácticas picantes y excitantes, el riesgo bio-psico-social, puede llegar a ser aún mayor de lo pensado. No contaban con que uno de los dos podría llegar a enamorarse del tercero, y peor, en el caso de la mujer, que ésta podría salir embarazada y que después de todo, no sabe ni de quién es el hijo que espera. Se rompieron las reglas del juego. La mujer infiel empieza a verse con el otro a espaldas de su marido, se mensajean, se citan a escondidas, el marido empieza a sospechar, le entran las dudas, le entran los celos enfermizos le entra con fuerza la desconfianza, le carcome las entrañas la inseguridad y empieza a investigar. ¡Dicho y hecho!, el que busca encuentra. En el celular de su señora están las pruebas irrefutables que él esperaba para confrontarla, textos comprometedores que ella ya no puede ocultar ni negar y le cuenta todo al esposo que ya no lo calienta ni el sol, confundido, abrumado, dolido, traicionado en lo más íntimo, va sintiéndose cada día más fatal. Y aquí cabría preguntarse algo importante: ¿Quién es más responsable de todo lo que pasa?, ¿Él marido por proponer, o la mujer por aceptar?, porque si a esas vamos, la idea inicial de tener sexo en tríos fue de él, ella sólo aceptó, es decir, le siguió el rollo o el juego al marido, entonces eso podría interpretarse como una permisividad para acostarse con ese o con cualquiera, ¿Entonces de qué se queja?. Lo que empezó como un juego erótico, terminó en toda una tragedia pasional y sentimental que seguramente tendrá consecuencias lamentables. ¿Qué necesidad tenemos que poner en riesgo lo que más amamos?
Eso sucede cuando las emociones nos rebasan, y se salen fuera de nuestro control por andar experimentando, exponiéndonos o jugando con nuestras energías termoelectromagnéticas, llamadas también energías bioquímicas, o neurotransmisores, que incluso desconocemos lo que nos generan en el cerebro o hasta dónde nos pueden llevar. Lamentablemente en ocasiones reaccionamos cuando ya es demasiado tarde. Se pierden a veces hogares, familias, hijos, sentimientos, se pierde a veces la dignidad, la vergüenza, la confianza y hasta las ganas de vivir…¡Se pierde el sentido del vivir! y sin embargo para volver a empezar, nunca es demasiado tarde mientras se tenga vida y esperanza. La conducta afortunadamente es modificable. Busca ayuda de tu psicólogo de confianza atrévete a conquistar tu propio conocimiento para que seas feliz sin cometer más locuras. ¡Vamos, anímate!, Los errores son a veces tropiezos de enseñanza. Empieza de nuevo, valórate más y cuida a tus seres queridos, ya no más duelos ni pérdidas, ni culpas, ni celos innecesarios, ni remordimientos lascerantes, vuelve a empezar con más fe en ti y en tu compañero(a) de vida, vuelve a empezar con los pies en la tierra y con el corazón en paz.
Las informaciones publicadas por Psico.mx no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. Psico.mx no hace apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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