La pareja, el espejo de mí mismo.

Los lazos afectivos que tenemos con nuestras parejas nos llevan a experimentar o el máximo placer, gozo, amor, deleite, o sufrimiento, dolor y pesar. ¿A qué se debe esto?

7 MAY 2015 · Lectura: min.
La pareja, el espejo de mí mismo.

La relación de pareja, es la única relación que escogemos como familia. Nuestros otros familiares sanguíneos no los escogemos, ellos simplemente se nos dan, nos gusten o no. La pareja sí la escogemos. Y curiosamente cuando echamos un vistazo profundo a las características de nuestras parejas, encontramos que en muchos casos y de diferentes ángulos resultan ser muy parecidos ya sea a papá o a mamá. Por lo que cabría preguntarnos: ¿A quién busco encontrar en mi pareja? y cuando respondemos a esta pregunta, podemos entonces comenzar a entender porqué a veces peleo con mi pareja, qué partes de su personalidad no soporto y cuáles si. Desde donde vienen mis enganches.

la-pareja-el-espejo-de-mi-mismo2.jpg

Algo quizá no está aún resuelto en mi relación con mi propio sistema familiar que me estoy llevando a repetir con mi pareja. Ninguna pareja existe por mera casualidad, ni por amor a primera vista, ni porque sus ojos hermosos nos cautivaron. En realidad, nos escogemos por el parecido en resonancia, en personalidad, en actitudes etc. que tienen con nuestro propio sistema familiar.

Así que, en realidad la pareja es una de las mejores escuelas que hay en la vida para mirarse de frente a uno mismo. La pareja nos espejea todo aquello que tenemos que resolver. No se trata de ella o de él se trata siempre de nosotros mismos.

PUBLICIDAD

Escrito por

Psic. Marcela Saavedra Herrera

Consulta a nuestros mejores especialistas en terapia de pareja
Deja tu comentario

PUBLICIDAD

últimos artículos sobre terapia de pareja

PUBLICIDAD