La anorgasmia es más común de lo que imaginas

La anorgasmia no es una enfermedad. Es una disfunción sexual femenina en la que pueden estar involucrados aspectos físicos y/o psicológicos.

Con frecuencia vemos artículos que revelan a qué edad se deberían tener más orgasmos o cuales son las posiciones sexuales que llevan a alcanzar un mejor orgasmo… Esto puede ser funcional para algunas mujeres, pero para otras no. El orgasmo se considera el punto máximo del placer sexual, pero no siempre se llega a él. Es una reacción fisiológica que se da de manera natural, en el plano de una relación sexual deseada y consentida, pero muchas mujeres no la llegan a presentar, y, por lo tanto, no disfrutan su vida sexual a plenitud.

Un estudio publicado por BMC Womens Health indica que aproximadamente un 41% de las mujeres a nivel mundial presenta una disfunción sexual reproductiva; pero no existe una causa única. Se pueden sumar factores fisiológicos (que debe analizar un ginecólogo); algún trauma que haya bloqueado la capacidad de disfrutar del cuerpo y de los encuentros sexuales; problemas de autoestima; falta de comunicación con la pareja (que no haya preocupación por lo que siente o lo que quiere la mujer en su actividad sexual); estrés; ansiedad por llegar a un placer máximo, sin disfrutar del paso a paso; tabúes personales respecto al sexo, etc.

El placer no solo es genital

La doctora en Psicología Social y especialista en salud sexual femenina, Fabiola Trejo, desmiente que las mujeres con anorgasmia no experimenten placer. Según indica, el orgasmo es un evento fisiológico que ocurre gracias a las estimulaciones de los genitales y zonas erógenas. El placer es muy diferente, porque en él se ven involucrados una variedad de factores físicos y emocionales. 

Tampoco se puede limitar el orgasmo a un placer provocado por el pene en contacto con la vagina. Esto sólo perpetúa la idea de que el placer femenino está directamente asociado a una relación heterosexual o que el placer se alcanza únicamente mediante estimulación genital.

La anorgasmia está fuertemente asociada a factores psicológicos, por inseguridad con el propio cuerpo, desconocimiento de las zonas erógenas o la creencia generalizada de que a la mujer le cuesta más que al hombre llegar al placer máximo.

La doctora Trejo también comenta la influencia de la cultura y los medios de comunicación. La pornografía  exagera cómo "debe ser" un orgasmo: gritos, eyaculación femenina, orgasmo múltiple, etc. Pensar que un orgasmo es tal cual lo pintan en las películas puede generar una frustración, porque cada mujer presenta diferentes experiencias cuando vive un orgasmo, se expresa de manera diferente.

Explórate  sin censura

El placer y la satisfacción no sólo se alcanza tocando el clítoris, hay diferentes maneras de estimular a la pareja. No obstante, el 90% de mujeres tienen orgasmos durante la masturbación, pero aquellas que no tienen orgasmo con su pareja piensan que algo está mal, creen que es una disfunción.

Para superar este tipo de anorgasmia es importante asistir a terapia sexual, una manera ideal para encontrar el tratamiento adecuado. Pero también es necesario que la mujer explore su cuerpo y desarrolle habilidades que le ayudarán a identificar si pueden alcanzar el orgasmo. En caso de que la masturbación no se alcance, significa que tu cuerpo funciona perfectamente y no hay ningún problema, todo depende de la manera en que has tenido sexo.

Durante el encuentro sexual es importante que no te enfoques en el orgasmo, mucho menos hagas caso a comentarios de lo que supuestamente se siente o se debe sentir. Es un momento en el que tú debes disfrutar y concentrarte en tus sensaciones.

Por lo tanto, aquellas mujeres que se les complica tener un orgasmo, comprendan que no se trata de una enfermedad, tampoco es que sus órganos se hayan descompuesto o atrofiado, mucho menos de pensar que no sirven para el sexo. El mejor consejo por parte de profesionales es que te conozcas, te explores y disfrutes.

Cuando la anorgasmia no es el resultado de un trauma psicológico

La anorgasmia no sólo se relaciona con algún trauma psicológico. Son diversos los factores que influyen: contexto sociocultural, enfermedad cardiovascular, medicamentos, antidepresivos, falta de comunicación sobre el sexo en pareja, falta de conocimiento del cuerpo, abuso sexual o violación.

En sí, aquellas mujeres que han sufrido experiencias de abuso sexual o violencia sexual se ven dañadas en su vida sexual, se limita su capacidad de experimentar orgasmo.

En realidad todas las mujeres son capaces de tener un orgasmo. Es momento en que cambies la forma de tener sexo y quites de tu mente que el disfrutar depende del clítoris. El que no se alcance un orgasmo no se traduce en que el cuerpo no funciona. 

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