La amante de un casado (sus razones, personalidad, objetivos)
El autoengaño y la justificación del hombre casado como víctima son elementos comunes en las personas que deciden implicarse en un triángulo amoroso.
En México los triángulos amorosos más comunes surgen entre un hombre casado y una mujer soltera. Sin embargo, las cifras ubican a las mujeres prácticamente en igualdad de condiciones. Según un estudio sobre infidelidad en personas casadas, realizado por el Instituto de Psiquiatría Ramón de la Fuente, el 90% de los hombres y el 70% de las mujeres han sido infieles, por lo menos una vez en su vida. En términos generales, las causas aducidas para cometer adulterio son insatisfacción sexual, poco tiempo destinado a la pareja y mucho al trabajo, y en algunos casos, por venganza.
Los hombres vinculan la infidelidad al refuerzo de su virilidad, porque culturalmente se les ha dicho que mientras más mujeres tengan, más hombres parecerán. "Algunos estudios indican que mientras ellos lo hacen para refrendar su hombría y buscar placer, las mujeres desean cariño, comprensión y afecto", explica José de Jesús González Núñez, presidente del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social.
"Las causas de la infidelidad son lógicas: cuando una o las dos personas dejan de amarse, lo cual es derivado por la falta de afecto, por una baja autoestima o por la llegada de los hijos. También son motivos las disfunciones sexuales, o bien, por una adicción compulsiva al sexo, entre otros factores".
¿Y qué pasa con la amante que entra en este triángulo amoroso?
"La persona amante dice ser, sobre todo al principio, inconsciente en cuanto a saber dónde se mete. En ciertos casos, las personas amantes desconocen el estado civil de casada de la persona infiel porque simplemente lo omiten", indica la doctora en Psicología Clínica e Investigación, Inmaculada Jáuregui Balenciaga, autora de la investigación 'La figura de la persona amante en la infidelidad: la otra cara del narcisismo'.
Después de entrevistar a varias mujeres que se autodefinen como "amantes" porque llevan una relación de al menos un año con un hombre comprometido y/o casado, la doctora Jáuregui concluye que se trata de personas enamoradas, que actúan en contra de sus creencias y valores (saben que están engañando a una tercera persona), pero que continúan en la relación porque se sienten correspondidas y utilizan el autoengaño como mecanismo de defensa.
Este mecanismo de defensa se evidencia cuando, de forma unánime, ninguna de las personas amantes experimentan esa triangulación como tal. De hecho, sorprende que en estas parejas se hable de fidelidad, se discuta sobre ello e incluso lleguen a un posible pacto de fidelidad, cuando ambas partes a su vez, mantienen relaciones extra, ya sea con el cónyuge oficial, o en el caso de las personas amantes, con otras personas, aunque la finalidad de dichas relaciones extra, sea por variadas razones.
La mujer/amante justifica las mentiras de su pareja porque la identifica como 'víctima' de una relación de pareja asfixiante, insatisfactoria y sin futuro. Ella se ve a sí misma como una redentora, que se también se salva a sí misma a través de esa relación.
Según la investigación de Jáuregui, la amante es por lo general, una mujer vulnerable, que no se siente plenamente satisfecha con su trabajo y/o sus relaciones interpersonales y, por tanto, encuentra en ese triángulo amoroso una tabla de salvación para su propia crisis existencial.
"Desde esta perspectiva se contempla el enamoramiento como una liberación en el sentido de una exploración de nuevas posibilidades. partiendo de lo imposible, un intento de hacer real lo imaginado". Alberoni (1988).
Una vez superada la primera etapa de enamoramiento y satisfacción sexual mutua, viene el proceso de 'oficializar' la relación, lo cual es fuente de mucha frustración porque se registran muy pocos casos exitosos de relaciones extramatrimoniales que culminan como relaciones oficiales y/o públicamente aceptadas (con o sin matrimonio).
No poder oficializar la relación es fuente de muchísima frustración, rabia, ansiedad y en gran medida, motivo de consulta psicológica. No se pretende poner fin a la relación y esta clandestinidad no parece constituir un problema.
"La demanda terapéutica fundamental es cómo gestionar la frustración, la distancia. En otros casos la motivación principal es buscar una opinión experta que evalúe si hay o no amor, gestionar el final de la relación porque la persona infiel ha decidido volver con su cónyuge", indica la doctora Inmaculada Jáuregui.
Asistimos a un cuadro de dependencia emocional hacia la persona casada, que insiste en mantener una relación asimétrica y en intensificar el cuadro ansioso - evitante. Llega un momento en que la relación se torna tóxica porque es un círculo vicioso de discusiones, pasión y reencuentros, sin que llegue a oficializarse como relación, de cara a los amigos y familiares. "Las personas amantes se entregan por completo como si fuera una relación amorosa oficial mientras que las personas infieles parecen inscribirse dentro de una orientación más narcisista por recibir aquello que les falta. Podría decirse que quieren tenerlo todo", concluye el estudio.
La amante desconoce o niega la dominación a la que la están sometiendo porque las reglas las impone la persona casada y no le da margen de maniobra. La amante se va adaptando a estas reglas sin percibir cómo se va modificando su carácter y su autonomía. Estamos ante una persona con una inseguridad notable (baja autoestima) que pone su energía en aquella relación, a pesar de que es consciente de que no cuenta con la valoración ni el reconocimiento que desearía.
Según la investigación de Jáuregui:
"el tipo de dominación “amorosa” hegemónica masculina es perfecta porque no es impuesta por la fuerza bruta física, al contrario, es todo un entramado manipulador mental y afectivo que permite a las personas someterse voluntariamente, pensándose sujetos libres. Se trata de una dominación psicopolítica fundamentada en nuevas formas de poder. Como afirma André Rauch (2009) decir “te amo” en los hombres encierra sutilmente al otro en una red tejida por la fascinación, favoreciendo su sumisión y docilidad."
La relación extramatrimonial es, en suma, un ejemplo de trastorno narcisista: porque tanto la persona infiel como su amante se mueven por el principio de placer inmediato y no por el de realidad, que implicaría empatía con las personas afectadas.
Las informaciones publicadas por Psico.mx no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. Psico.mx no hace apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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No deberían meterse con casados (as) hacerse valer, tener dignidad, y por eso esta este mundo tan loco. No hacerse los inocentes diciendo que no sabían que era casado (a)
Hola. Como se aborda al papá cuando se descubre que tiene otra vieja a la cual le da dinero y ella esta es por interes. Y que se le dice a ella, se le insulta o se le mechonea?
Llevo 4 años en una relación intermitente con un hombre que apenas hace 5 meses me enteré que tiene pareja desde hace 15 años. Ha sido complicado porque soy una mujer integra pero que las circunstancias me pusieron en este rol de amante sin quererlo. Emocionalmente no estoy disponible, pero tener algo casual con alguien por 4 años, que me engañó ha sido cruel. Creo que los hombres solo ven por su bienestar sin importarles nada ni nadie. Desde que me enteré, tengo claro que no es mi culpa, no lo busqué y no quiero hacer daño. Cada quien que cargue sus culpas, yo creo que solo estuve en el lugar y momento incorrecto cuando lo conocí. No creo tampoco que sea adecuado y fácil definir la personalidad de una “amante” pues hay muchas variantes.
En mi largo ejercicio profesional , derecho de familia , he podido constatar que existen situaciones que se repiten sin cambio alguno. Algunos ejemplos : 1.-En una joven amante de un hombre maduro casado rara vez existe el amor incondicional y verdadero. Más bien , es una especie de acuerdo comercial. 2.-El transcurso del tiempo nos dice que las amantes no son enfermeras ni cuidadoras de ancianos, por ende estas relaciones están expuestas a un futuro breve y con triste final.El enfermo anciano deberá buscar atención y cuidados en otra parte. 3.-Jamás la amante joven logrará formar una verdadera familia con el hombre casado, pues éste muy rara vez se divorcia de su esposa ,para casarse con la amante. 4.-Si el hombre casado llegara a contraer matrimonio con la joven amante, al poco tiempo se dará cuenta que ella ya no es la misma , y lo advertirá sin lugar a dudas cuando quede abandonado , pobre y reemplazado por alguien mucho más más joven y solvente. Inevitablemente., esto es así Quien peca,paga y con la misma moneda. Quien sostenga lo contrario, es de otra galaxia. El matrimonio es sagrado. Y con Dios no se juega.
Considero que cuando las mujeres tengamos empatía por otras mujeres todo cambiará. Lastimosamente hay muchas mujeres critican a otras mujeres aunque sean bonitas, siempre le buscan un lado feo. Cuando eso cambie las mujeres dejarán el papel de amante y se valorarán más que un simple Te Amo engañoso. Yo estuve en el papel de esposa engañada y es muy muy doloroso. Cuando me enteré me pidió perdón pero yo le dije que lo mejor era separarnos y que viviera una vida feliz con la persona que había decidido engañarme. Me dijo que a la única que amaba era a mi y que la amante era un error que y que estaba muy arrepentido. Les comento entre él y yo siempre hubo una relación muy sana, sexualmente éramos muy compatibles, y ambas partes éramos atentos. El problema fue que él no valoró todo eso que habíamos vivido. Supongo que siempre fue muy hábil para engañarme y nunca me di cuenta. Así que se quedó solo porque tampoco se quiso quedar con la amante, y hasta el día de hoy no deja de buscarme para que lo perdone.
No se dediquen a entretener al marido de nadie. Dignidad!
yo también he sido amante, pero no se han puesto a pensar que las mujeres que nos metemos en esta clase de relaciones donde el otro no está disponible emocionalmente,es porque nosotras tampoco lo estamos? o sea, de verdad queremos un compromiso con una persona que no puede comprometerse? incluso dejando a su esposa, es recomendable que comience una relación inmediatamente después con otra mujer? no lo sé, son preguntas que me hago. En caso de que ambos no estén emocionalmente disponibles y solo quieran satisfacerse sexualmente, entonces es realmente malo que ocurran estas aventuras?
El problema de todo esto es la institución del matrimonio, la monogamia, la religión y la negación de la sociedad a hacer cambios en algo que no funciona. Las infidelidades siempre han existido, en algunas ocasiones se descubren, en la mayoría no. Existen tanto hombres como mujeres infieles. La amante no tendría porqué sentirse mal por "engañar" a la esposa, ¿por qué habría de sentir culpa cuando ella no es la que miente ni engaña? Muchas veces las esposas saben de las infidelidades o sospechan de ellas pero no se atreven a hablarlo o a terminar la relación porque también sufren de una baja autoestima y son dependientes económicamente de sus maridos y les aterra tener que trabajar y resolver sus problemas por ellas mismas. Los hombres casados son infieles porque pueden y quieren serlo, pueden sentirse muy bien con la esposa, amarla, desearla y aún así querer tener una amante. En realidad la infidelidad es la salvadora del matrimonio, al tener otros encuentros sexuales los hombres casados soportan el tedio del matrimonio, si no fuera así esos matrimonios habrían terminado hace mucho.
Llege a la conclusión de que soy una de esas personas tal cual lo explica ahí en el texto, así me encuentro, así me siento, soy la amante.
Me parece que maneja conceptos del siglo pasado. Las tres partes son adultos y todos se engañan a sí mismos. "Darse su lugar", "no vas a llegar a nada", "serás la esposa que en un 90 % de posibilidades (según este artículo) será engañada". ¿Eso es darse su valor y tener amor propio? No estoy de acuerdo. Pienso que a los hombres les "faltan" para decirle a su pareja que quieren algo más o que ya no quieren nada, ¿las esposas engañadas tienen señales que no quieren ver y las amantes quieren quedarse con el traidor? Hay que actuar como adultos, no como adolescentes ilusionados.
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