¿Es amor lo que siento o es dependencia emocional?

De manera general, lo que menos se preguntan las personas que están enamoradas es si ese sentimiento tan hermoso y profundamente atrapante llamado Amor, es realmente amor o es sólo una forma de depender emocionalmente de una figura o un sujeto de apego que les mueve el tapete hasta el tuétano de los huesos, porque hay química, hay atracción pero también una tendencia a la confusión. Entonces, encontrar la enorme diferencia entre estas dos emociones, se convierte en un verdadero reto y una lucha de poder entre el cerebro y el corazón.

Por una parte, es innegable que el amor nos pinta color de rosa todo nuestro mundo lleno de ilusión, nos encanta la sonrisa secreta, el placer que nos causa la mirada electromagnética y cómplice del silencio que dice mil cosas sin siquiera tener la necesidad de abrir los labios, o aquel primer beso que lo dice todo sin decir nada y nos vuelve cariñosos, comprensivos, agradecidos, altruistas, complacientes… Es un estado de éxtasis completo, un arrobamiento entusiasmado y deliciosamente delirante porque la dopamina nos hace ver lo que queremos ver y nos incita a creer lo que nos conviene crear, una especie de embobamiento trastornado que tiende a disfrazarse en el autoengaño del pensamiento distorsionado.

Lo curioso de todo esto es que entramos directamente en la defensa abierta de lo que sentimos:

• "Es que yo le amo"
• "Es que yo siento que realmente la/lo quiero"
• "Es que voy a luchar por este amor"
• "Es que sin él (o sin ella), no podría vivir"
• "No concibo la idea de perderte" o…
• "¿Qué voy a hacer sin ti?"
• "¿Qué va a pasar si te vas?"
• "¿Por qué lastimas mi corazón si es tuyo?"
• "¿Ya no me quieres, verdad?"
• "¿Por qué me pagas con moneda negra mis servicios nobles?"
• "¿No te duele lo que estoy sufriendo por ti?"
• "¿No te das cuenta cuánto te amo?"

Frasesitas de bolsillo muy gastadas que ya no convencen al que decide irse de una relación atormentada y por demás, ya de por sí fracturada o ya herida de muerte.

El amor verdadero ennoblece al alma, la codependencia emocional la destruye.

La cuestión aquí es preguntarse: ¿Desde dónde estamos funcionando?, ¿Desde el Ego o desde el Ser?

Desde el Ego, el amor se vuelve egoísta, pernicioso y altamente contaminante, tóxico, dañino y perjudicial para la salud física y mental, porque el ego todo lo enfoca hacia su propia conveniencia y siempre busca obtener algún beneficio personal. El ego es especialista en fabricar mecanismos de defensa y jamás estará dispuesto ceder, ni a otorgar concesiones ni siquiera por amor, al contrario, siempre estará pensando que se le quedó a deber algo, o que siempre se le debe rendir pleitesía, que merece más o que debería ser primero.

Desde el Psicoanálisis, el Ego es una instancia psíquica o entidad mental que está asociada con la personalidad humana y para el Dr. Sigmund Freud (Padre del Psicoanálisis), la personalidad humana está compuesta tanto por elementos conscientes como por impulsos inconscientes, entonces a partir de allí, el individuo podría no darse cuenta, ni reconocer que sus pensamientos, sentimientos y emociones podrían estar distorsionadas y confundir muy fácilmente lo que es una dependencia emocional con un amor verdadero.

La mayoría de personas que llegan a terapia padeciendo este tipo de trastornos llamado Co-dependencia emocional, aseguran una fidelidad y una honestidad a flor de piel, o como si fuera de vida o muerte, pareciera que se trata de sinceros equivocados porque hay confusión y enajenación, no saben qué pensar, ni qué hacer, ni cómo funcionar en el aspecto afectivo, sufren terriblemente cuando su estatus es aparentemente violentado, alterado, vejado, abandonado o traicionado… quieren a toda costa salvar del ahogado, aunque sea el sombrero, se ciegan, se apegan, se aferran a esa idea como si fuera su única tablita de salvación:

• "No, yo no estoy equivocado(a), yo siento amarle con todas mis fuerzas"
• "Es que no puedo desobedecerle porque se molestaría"
• "Es que no estoy dispuesto(a) a soltar, ni dejarle ni decirle adiós"

Y obviamente sienten que no pueden porque están funcionando desde el ego que en el fondo también muestra todos sus condicionamientos y sus miedos a dejar de ser, y a no figurar. El ego lo que más teme es a perder su poder, a desaparecer, a ya no ser.

Es muy distinto cuando se funciona desde el Ser Interior Profundo, el amor se vuelve claro, puro, transparente, genuino, auténtico, real, objetivo, lo da todo sin esperar nada a cambio, porque en el dar ya obtiene su propia correspondencia, se alimenta de su propio amor, no depende del otro, ni pide ni exige nada al otro, tampoco está esperando que el otro valore, conserve o agradezca o no, los dones que emite su hermoso corazón. El amor es lo que siempre ha sido, lo que es, y lo que siempre será… ¡La más elevada de todas las emanaciones de Dios!.

Entonces, ¿por qué buscar que otra persona nos quiera casi a la fuerza, nos valore, nos demuestre y nos regale aunque sea migajas de su amor? ¿por qué reclamar afuera lo que de sobra llevamos por dentro?, ¿Cómo podemos ser tan insensatos que nos atrevemos a poner en manos de otra persona nuestra valiosa vida? ¿O acaso crees que todavía no es tiempo de asomarte hacia adentro de ti y descubrir los tesoros que en tu Alma y en tu Ser se habitan?

Estás sufriendo porque no conoces otra forma de vivir, nadie te ha enseñado otro estilo de vida, el mundo ya estaba hecho cuando llegamos, y es cierto no podemos cambiarlo, pero nuestro mundo sí podemos transformarlo y para ello te invito a que acudas a tu psicólogo de confianza para que puedas potenciar tus recursos personales y puedas darte cuenta si amas o dependes de tu pareja, ¿quieres por lo menos intentarlo? Ya nos contarás los resultados.

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