¿En qué consiste un ataque de pánico?
No existe una causa única o definitiva que explique los ataques de pánico. Cualquier persona, independientemente de su actividad o nivel de estrés, puede ser susceptible.
Los ataques de pánico imposibilitan a las personas a realizar determinadas cosas, incluso aquellas sencillas que van desde caminar por la calle, viajar en automóvil, llevar a los hijos a jugar al parque…
El ataque de pánico generalmente se da cuando una persona no se encuentra preparada para sufrir experiencias fuertes. Por ejemplo, imagina que tú vas caminando en el parque y de repente un ladrón inicia un forcejeo contigo porque quiere arrebatar de tu bolso. Pese a que el ladrón no logra llevarse tus pertenencias, sientes que estás a punto de colapsar de tal forma que tu corazón acelera su ritmo, te tiemblan las piernas y tu respiración es entrecortada. Esta sensación es normal cuando algo amenaza tu seguridad.
Sin embargo, cuando no hay razones aparentes o motivos racionales, puede aparecer un ataque de pánico.
Ataque de pánico
Se distingue por un exceso repentino de miedo. Puede presentarse en cualquier momento y sin explicación.
En ocasiones sucede que también el sistema nervioso de algunas personas activa alarmas en momentos inapropiados. Es muy similar a cuando las personas realmente están frente a una situación que no esperaban; presentan las mismas de sensaciones físicas y emocionales, como si realmente se encontraran amenazadas. Este tipo de síntomas incluso también pueden provenir de la nada, donde en realidad no existe peligro real. Pese a que la sintomatología dura pocos minutos, las crisis de pánico son muy similares a los síntomas que tiene una persona con un ataque al corazón. Después de sobreponerse, estas personas comentan que ha sido la experiencia más terrible que han vivido.
No obstante, uno de los mayores problemas que presentan las personas con trastorno de pánico es al momento de obtener un diagnóstico adecuado.
Síntomas
Es importante identificar si realmente se está presentando un ataque de pánico. Entre los síntomas más frecuentes son: sudoración, miedo terrible a morir, palpitaciones, desmayo, pérdida de control, mareo, sensación de frío, nauseas, dolor de pecho, hormigueo…
Una vez que ocurre el ataque de pánico, la persona comienza a sentir una preocupación excesiva de padecer un nuevo ataque, es por ello que ocurren cambios significativos en su comportamiento y busca evitar estos ataques.
¿Quiénes presentan trastorno de pánico?
En sí, no existe una causa que diga que se va a presentar trastorno de pánico o agorafobia. Cualquier persona, independientemente de su nivel social, somos vulnerables a presentar trastorno de pánico. Según investigaciones, tres de cada 100 personas sufrirá este trastorno en algún momento de su vida.
El trastorno de pánico se desarrolla mediante la predisposición biológica, características familiares y las creencias que tiene cada sujeto. Además, algunas personas son vulnerables a padecerlo porque recientemente ha atravesado por una ruptura matrimonial, mudanza, pérdida de dinero, aborto… Sensaciones que los han sobrepasado.
En las mujeres suele ser más frecuente que en los hombres. Por lo general comienza entre los 25 y 35 años, aunque también se han dado casos en niños.
Tratamiento
Afortunadamente el trastorno de pánico se puede tratar una vez que sea correctamente diagnosticado. La recuperación dependerá del apego al tratamiento por parte del usuario y el método de trabajo del psicólogo. Por lo general, se muestra una recuperación en cuestión de meses; no obstante, la recuperación puede ser más prolongada. Entre los programas de tratamiento más comunes se encuentran la terapia breve, terapia conductual, terapia cognitiva y en algunos casos, medicación. Asimismo, existen técnicas de relajación te ayudan a controlar la respiración y apoyarnos de recursos útiles.
No hay ningún criterio que indique que el trastorno de pánico solamente pueda ser atendido mediante uso de fármacos y terapia, esto debe ser valorado por el terapeuta, y, en el caso de necesitar fármacos, se requerirá del apoyo de un psiquiatra para dicho tratamiento conjunto.
Las informaciones publicadas por Psico.mx no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. Psico.mx no hace apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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