Discapacidad Emocional

Las estadísticas en México son muy claras: según el INEGI, en el 2010 existían cerca de 6 millones de personas con alguna discapacidad, ya sea física, sensorial o intelectual. La OMS define discapacidad como "cualquier restricción o impedimento de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para el ser humano. Se caracteriza por excesos o insuficiencias en el desempeño de una actividad rutinaria normal, y puede ser temporal o permanente." Me pareció muy extraño no encontrar por ninguna parte las estadísticas acerca de las personas que sufren de restricciones o impedimentos con relación a sus emociones, siendo que son abundantes a nuestro alrededor, por eso decidí abordar brevemente el tema.

Cuando nos encontramos ante aquellas personas que están impedidas en sus capacidades de amar, de gozar, de sentirse tristes o enojadas, de sufrir o de hacer contacto con sus sentimientos, estamos ante un discapacitado emocional.

Qué difícil es mantener una relación con este tipo de personas. Frecuentemente nos sentimos olvidados, hechos a un lado o abandonados si es que tenemos que convivir diariamente con ellos. La discapacidad emocional nos puede traer serios problemas en nuestras relaciones de pareja, familiares, laborales, pero ¿cómo detectar la discapacidad emocional?

Los discapacitados emocionales son personas que tienen dificultad para identificar y expresar sus propios sentimientos, por lo cual es difícil para ellos conectar con los sentimientos de los demás. Es difícil que comuniquen sus sentimientos, y generalmente levantan una barrera entre la gente más allegada, manteniéndose siempre ocupados, enfermos o cansados. El discapacitado huye o evita las situaciones o eventos que potencialmente pudieran hacer surgir emociones o sentimientos, tanto placenteros como molestos. Lo importante es no sentir.

El discapacitado tendrá una reacción nula o anormal ante situaciones que normalmente generan emociones intensas: una separación, un evento alegre, una noticia traumática, un festejo. Su semblante es siempre el mismo, su cara permanece inexpresiva. Puede ser muy crítico y juzgar duramente a los que le rodean, pues siente poca empatía por ellos. Si empieza a sentirse emocionado, él mismo se prohíbe el sentimiento, trata de calmarse o de minimizar lo que le pasa: "ya, ya, no es para tanto…"

El discapacitado puede entablar relaciones poco significativas o superfluas, ya que de esa manera evita la intimidad, o que los demás puedan darse cuenta de lo que está sintiendo. En sus pocas relaciones significativas, se mantiene distante y evasivo. Es común que sea misterioso y que guarde muchos secretos, aunque se relacionen con cosas muy simples.

El discapacitado tiene problemas con el control y la intimidad, la causa de su discapacidad es multifactorial, pero generalmente se relaciona con lo que aprendió en su familia de origen o puede tener su raíz en algún trauma profundo. ¡Seguramente ya detectaron a un discapacitado conocido o mejor aún, ya se identificaron ustedes mismos con este patrón!

Si nos relacionamos con discapacitados emocionales, es porque seguramente nosotros mismos tenemos algún grado de discapacidad. Una parte de nosotros está tratando de sanar esa discapacidad y nos la muestra en otras personas que sufren de lo mismo y es hasta el momento en el que nos damos cuenta de esto que podemos empezar a sanar.

Si crees que este artículo se refiere a lo que te ocurre, te invitamos a tratar de identificar tus sentimientos y emociones en todo momento, preguntándote constantemente ¿cómo me siento? ¿cómo me hace sentir esta situación? Recuerda que toda emoción que no es expresada, se guarda en el cuerpo y más adelante se expresa en la forma de alguna dolencia o enfermedad. Te sugerimos meditar o realizar alguna práctica de respiración profunda y relajante, lo cual te ayuda a establecer contacto con lo que sientes. Platica con alguien que te pueda ayudar o busca recursos de auto ayuda, hay muchos disponibles.

Si piensas que el problema es muy grande o muy difícil de resolver, te aconsejamos que te acerques a un profesional que pueda guiarte y te ayude con técnicas o ejercicios con los que puedas abrirte a tus emociones. Recuerda que esta es una discapacidad que es reversible y que tú puedes sanar si así lo deseas. Muchos ya estamos en el camino, es cuestión de decidirse!

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