¡Dependencia Emocional, una droga que mata!

Depender emocionalmente de una persona es limitarme, devaluarme, anularme. Es poner en manos del otro mi valiosa vida, es creer que yo no puedo ser feliz por mí mismo(a) Una droga que mata.

20 JUN 2018 · Lectura: min.
¡Dependencia Emocional, una droga que mata!

Dice un dicho por allí que nadie se muere por nadie, o que nadie se muere de amor, pero cuánto sufrimiento puede llegar a ocasionar si llegamos a creerlo.

La dependencia emocional va asociada con la dependencia física, el cuerpo duele, el corazón duele, el alma duele cuando duele una emoción, esto es la dependencia psicológica, que no necesariamente tiene que ser producida por una sustancia química del cerebro, sino precisamente por un apego, una emoción desbordada o una imperiosa necesidad de agarrarse de algo o de alguien, para saciar o satisfacer su seguridad psíquica o emocional.

Las personas que padecen este tipo de Trastorno del Estado de Ánimo, ni siquiera se imaginan que fue producido por una costumbre y un hábito, ¿Y qué es el hábito?, es una elección voluntaria, una repetición de patrones placenteros que nos gustan, nos encantan, nos apasionan y queremos más y más… El cuerpo y la mente pide más y más, cada vez mayor cantidad de ese placer que ya se vuelve una monserga en la mente, una necesidad imperiosa como si fuera de vida o muerte, una obsesión enfermiza, y así es como nace una adicción.

No sólo debido a las drogas o sustancias químicas prohibidas se hacen adictas las personas, sino también por una emoción y un sentimiento fuera de control. ¿Pero qué papel juega el cerebro en este tipo de sensaciones y recompensas? La producción de Dopamina, que es un neurotransmisor encargado de la expresión de las emociones ¡Por supuesto hay una lógica!, a mayor cantidad de Dopamina que segregue el cerebro, mayor es la necesidad de repetir las conductas que causan placer.

Conocer este tipo de desajustes emocionales, nos ayudará enormemente a auto-regular y equilibrar nuestra conducta conscientemente, pues no es posible tirarse a matar por lo que creemos que es lo único que nos hará felices, trátese de una persona, de una situación, o de alguna otra cosa cualquiera. Entonces debe quedarnos muy claro que los neurotransmisores son los cómplices de las adicciones.

¿Qué son entonces las adicciones?, son trastornos adictivos en nuestro comportamiento o modos de conducta distorsionados. La adicción generalmente significa dependencia a… dependencia a una sustancia, dependencia a una conducta, a una persona, o a un comportamiento.

Entonces, si el cerebro es un laboratorio que produce drogas, demonos cuenta al menos qué tipo de neurotransmisores y qué cantidad de ellos elegimos para nuestra supervivencia, es decir, ¿Qué tipo de alimentación llevamos?, ¿Qué estilo de vida acostumbramos?, ¿Con cuántas horas de sueño diario nutrimos nuestro cerebro?, ¿Cuántos minutos de ejercicio diario acostumbramos?, en conclusión: ¿Cómo cuido mi cuerpo, que es el templo de mi vida, el carro donde vive y habita mi Ser?, porque si no cuido el carro donde vive y habita mi ser, a dónde carajos me voy a ir a vivir?

Además de todo ello, ¿cómo es posible que no nos demos permiso de disfrutar todas las riquezas y maravillas que poseemos como seres humanos?: Salud física, mental y espiritual, belleza, inteligencia, sabiduría, creatividad, amor y bellísimos sentimientos adonis y guerreros, un hidalgo corazón para sentir y presentir, para entender y comprender a todos y a todo lo que nos rodea. Un par de pies para caminar sobre los suelos de esta tierra tan nuestra, siempre dispuesta a sostener gratuitamente nuestros pasos y ofrecernos amorosamente toda el agua de la fuente que calmará nuestra sed. Un par de ojos para admirar la belleza excelsa y el colosal manto hermoso universal, con sus soles y estrellas que nos regalan su luz cada día y cada noche. Un par de fosas nasales para respirar la paz y el embeleso majestuoso del prana mañanero, admirando con extasiada serenidad y felicidad, los primeros rayos matutinos colándose por entre las copas de los árboles, que besan con su luz a todas las flores y sonríe agradecido todo el follaje verde del camino, llenando nuestros pulmones y nuestro cerebro de oxigeno limpio y puro. El aire es libre, aún no cobran por respirar, y al paso que vamos quien sabe qué vaya a pasar después.

¿Cómo es posible que poseyendo de gratis y de regalado toda esa gama de escultural y exquisita belleza de nuestra naturaleza humana, nos demos el lujo de poner nuestra valiosa vida en manos de quien no la merece? Depender pues de otra persona para vivir, para soñar, para creer, para crear, para ser felices, nos coloca en un ideal muy pobre que defender y de paso desvalorizarnos, abaratarnos, y ponernos en oferta. Estar bien con uno mismo es vibrar en armonía consigo mismos y con todo lo que nos rodea, así todo estará bajo control y estará bien, pero si estoy mal conmigo mismo, ¡Eso proyectaremos, y así nos van a tratar!, y obvio no nos va a gustar ¿verdad?.

Por lo tanto, el primer paso es atender nuestras debilidades, reconocer cómo te nos estamos autosaboteando y actuar. Aceptar que hay un problema que atender y darse cuenta de todos los efectos negativos de esa droga que se llama dependencia psicológica que tanto nos desgasta, no controlamos nuestras emociones, no dormimos, no comemos, no razonamos, estamos atormentados, no vivimos y de paso nos estamos perdiendo lo más valioso que nos dio la vida: El ser nosotros mismos(as), amarnos, valorarnos, fomentarnos y respetarnos como todos nos lo merecemos. Si no sabes cómo hacerlo, acude a terapia para que puedas potenciar todas las capacidades que todo(a) tú, ¡Ya tienes!

PUBLICIDAD

Escrito por

Dora Lidia Pérez Rochín

La Psic. Dora Lidia Pérez Rochín es una de las psicólogas más profesionales que brinda la atención y orientación necesaria para poder resolver sus problemas emocionales que pueden estar afectando su vida social y familiar. Cuenta con el conocimiento y la experiencia necesaria.

Consulta a nuestros mejores especialistas en codependencia
Deja tu comentario

PUBLICIDAD

últimos artículos sobre codependencia

PUBLICIDAD