5 consejos de autocuidado para tu bienestar mental

¿Has pensado alguna vez que la autoestima y el autocuidado van de la mano? Mientras más te mimes a ti misma/o mejor te conocerás y obtendrás más tranquilidad personal. Esto se notará en tu salud mental, en tu bienestar emocional. El autocuidado no necesariamente tiene qué ver con ir a un gimnasio (aunque también es importante), sino que pasa por diferentes acciones como tomarse un fin de semana para quedarse en casa descansando, alejarse de personas tóxicas; reorganizar las finanzas o llevar un diario personal.

Tener tranquilidad mental es muy importante para la salud porque así podemos:

• Apreciar mejor la vida.
• Observar con más calma las circunstancias actuales.
• Hacer frente a los retos con mayor seguridad.
• Relacionarnos de una manera más serena.

Cuando estás intranquilo e inestable, corres el riesgo de tomar decisiones apresuradas e imprudentes y de no saber manejar los conflictos y la ansiedad. 

A continuación te damos 5 consejos prácticos para cuidar tu salud mental:

1. Establece límites

Establecer límites es muy importante porque te permite definir qué es aceptable y qué es inaceptable para ti; hasta dónde estás dispuesta/o a llegar  o a tolerar (en una relación de pareja, en el trabajo, en los conflictos cotidianos, etc.) Cuando estableces límites, le das importancia a tus propios pensamientos y sentimientos y puedes dejar claro a los demás qué pueden esperar de ti. Una frase/chiste muy común, que sirve como un ejemplo clásico de establecer límites es cuando un amigo menciona casualmente "Puedes contar conmigo para cualquier cosa, excepto para prestarte dinero." ¿Te enojarías? Lo más probable es que tu respuesta sea "no." ¿Por qué nos da tanto miedo establecer nuestros propios límites en otros aspectos?

2. Duerme lo suficiente

Dormir bien está estrechamente relacionado con la salud mental. La falta de descanso reparador te hace sentir cansada/o, irritable y ansiosa/o. Esto se refleja en tu forma de tomar decisiones y afrontar las tareas diarias. El estrés contribuye a la falta de sueño, de manera que relajarse ayuda a contrarrestar el estrés y viceversa. Es un círculo vicioso que tú misma/o puedes ayudar a generar. Dormir lo suficiente genera una reparación integral en tu salud física y mental y de esta manera puedes mejorar en productividad y en el estado de ánimo, y por supuesto, te ayudará a tomar mejores decisiones para hacer frente a lo que te preocupa. 

3. Aléjate (o por lo menos desconecta) de personas tóxicas

Procura ignorar, evitar o dejar de seguir a aquellas personas que te hacen sentir mal, que no contribuyen a tu buen estado de ánimo, que siempre se están quejando y no aportan soluciones. Claro está que si la persona en cuestión es alguien con quien inevitablemente debes compartir tiempo (como un compañero de trabajo o un familiar), tienes que establecer límites en la convivencia.

4. Evita las compras impulsivas

Este no es un consejo trivial. Algunas personas relacionan el cuidado personal con sentirse bien de forma instantánea y una manera práctica es ir de compras, porque se relaciona con placer y autocomplacencia. ¡Pero ojo! Autocomplacerse no es lo mismo que autocuidarse: el primero es un impulso que genera una alegría momentánea y el segundo es un proceso continuo y meditado, que genera bienestar a largo plazo. Eso sin contar con que las compras compulsivas pueden traer muchos dolores de cabeza días después cuando seamos conscientes de los gastos innecesarios. 

En este punto, vale la pena repensar el dinero como una herramienta para ayudarnos a alcanzar objetivos y mantener una vida cómoda. De manera que unas finanzas bien manejadas te pueden brindar tranquilidad.

5. Practica la autocompasión

Kristin Neff, profesora de psicología en la Universidad de Texas, aboga por la autocompasión. En sus palabras, "Significa tratarse con el mismo tipo de amabilidad, cuidado y compasión que trataría con sus seres queridos: sus buenos amigos, sus seres queridos". Se trata de darte la misma comprensión incluso cuando cometes errores.

En este sentido, puedes reconocer que necesitas ayuda. Hay una presión constante por tener todo en orden, bajo control. ¿Por qué? A veces necesitamos soltarnos, expresar nuestras emociones, reconocer que no podemos con todo y que necesitamos ayuda.  No tengas miedo de hablar sobre lo que estás pasando y buscar ayuda. Delega responsabilidades, confía en amigos y familiares y disfruta la sensación de sentirte querida/o y valorada/o. No solo los niños necesitan una "tribu" de cuidados a su alrededor; los adultos también. Entre todos podemos y debemos cuidarnos. 

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