A menudo, la imagen de la madrastra suele ser estereotipada y unida a una connotación muy negativa. A lo largo de la historia, esta figura ha sido presentada en los cuentos como una mujer mala, sin corazón y que tiene como único objetivo robar el amor del padre.

Sin embargo, aunque esa nueva composición familiar supone muchos retos, con paciencia y con las herramientas adecuadas es posible establecer relaciones sanas y armoniosas. A continuación, le presentamos las claves para que consiga alcanzar el equilibrio y disfrutar de su nueva familia: 

7 TIPS para ser una buena madrastra  

1. Abrace su nuevo rol 

El primer paso para convertirse en una buena madrastra es reconocer y aceptar las complejidades de su nuevo rol. En términos generales, las madres biológicas están dotadas de un amor insuperable e inherente. Por otro lado, las madrastras tienen que superar los obstáculos del tiempo y la falta de familiaridad para crear ese vínculo afectivo. Los niños, por su parte, tienen que superar la desconfianza, el miedo y la incertidumbre para aceptar a un nuevo miembro en la familia. 

2. No debe obligar  que le llamen “mamá” o “madre”

Sea cual sea la edad de los niños, tienen una madre y usted no lo es. Poner este tipo de límite desde el comienzo de la relación, puede ahorrarse mucho dolor y confusión en el futuro. Sus hijastros pueden llamarte por su nombre o por algún apodo cariñoso. 

3. Programa un tiempo a solas con sus hijastros

Esto puede parecer obvio porque todos los padres deben pasar un tiempo con sus hijos, pero es la clave para forjar una relación duradera y de confianza con sus hijastros. Como hemos mencionado anteriormente, los niños tienen una relación de amor instintiva con sus padres biológicos, puesto que estos les rodean desde el nacimiento. Con la madrastra no es así y esa relación afectiva tiene que ser construida poco a poco. 

Busca encontrar pasatiempos o intereses comunes. Si no existe, intente probar algo nuevo juntos. Pueden hacer algún deporte de equipo, por ejemplo. Asistir a un festival o ir a un museo facilita la conversación y el intercambio de ideas.

Establecer una fecha semanal para comer juntos o ir al cine también es una buena manera de acercaros un poco más. La actividad en sí misma no es lo más importante sino el tiempo que pasen juntos. Estos momentos ayudarán  a crear recuerdos y experiencias únicas, lo que fomentará el vínculo afectivo. 

4. Evite ser amiga de la madre de los niños

Sea civilizada, amable y educada con la madre de los niños. Establezca una buena convivencia, pero sea honesta acerca de los límites de esa relación. Ser amiga de la ex de tu pareja significa crear una intimidad entre ustedes que difícilmente sería  verdadera, puesto que sería complicado compartir todo lo que se supone en una amistad. 

Tampoco debe criticar a la madre delante a sus hijastros. Jamás. Debe tener inteligencia emocional para saber separar las cosas y respetar su manera de ser. Si ayuda, piensa en la madre como una extensión del  niño. Si la lastimas, lastimas a su hijo. 

5. Intente establecer límites

Las reglas de su casa las establecen usted. Deje claro que los límites que establezca pueden ser diferentes a los de la casa de la madre, pero ambos son importantes y deben igualmente ser respetados. Al decidir cuales son las reglas, no tenga miedo al rechazo. Los niños necesitan reglas coherentes y consistentes para sentirse seguros. 

Asegúrese del respaldo de su pareja cuando se trata de establecer esas reglas y límites. No deben, por ejemplo, discutir frente al niño si la tele debe estar encendida durante la cena. Si tienen una opinión diferente sobre esos temas, resuélvelos cuando el niño no esté cerca.

6. Deje espacio para su pareja estar a solas con los niños

Especialmente si los niños viven con la madre, cuando están con ustedes es natural que en algún momento van a necesitar la atención exclusiva del padre. Asume que en ciertas ocasiones la relación padre-hijos va a ser prioridad para su pareja. Aprovecha esos momentos para “desaparecer del mapa”. Puede quedar con una amiga, salir de compras o hacer algo que le gusta. 

Además, no debe jamás ser posesiva y competir con los niños por el amor de su pareja. Acúerdase que lo que él siente por sus hijos es completamente distinto de lo que siente por usted, pero que hay espacio para ambos en su corazón. 

7. Ofrezca amor y apoyo a los niños

Recuérdales cada día que son amados, queridos y una parte valiosa de la familia. Ofrezca ayuda sincera cuando sea necesario. Participe en sus vidas. Si ese apoyo es sincero, sus hijastros pasarán a ver en usted una persona cercana y amiga, con la cual pueden contar en los buenos y malos momentos de la vida. Además, poco a poco exponga la idea de que pueden tener una relación de afecto con usted sin dejar de amar a su madre.

Dígales que sabe que la relación con sus padres biológicos siempre será única y especial, pero que es posible amar a otras personas.

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