​Cómo convivir con un hipocondríaco

Las personas con hipocondría maximizan sus síntomas físicos, y se mantienen alertas hasta al más mínimo ruido o síntoma que presenten en su cuerpo

1 OCT 2018 · Lectura: min.
​Cómo convivir con un hipocondríaco

La hipocondría es un tipo de ansiedad caracterizado por la preocupación excesiva por la salud.  Las personas con hipocondría exageran o maximizan sus síntomas físicos por mínimos que sean. Aunque las pruebas médicas sean tranquilizadoras, los hipocondríacos seguirán convencidos de que su enfermedad es especial, grave o de que se les oculta algo.

Este nivel de ansiedad excesivo, tener miedo persistente a cualquier síntoma físico, provoca angustia que en ocasiones puede ser incapacitante o condicionar la calidad de vida de la persona.

La persona hipocondríaca tenderá a automedicarse y a hablar constantemente de su estado de salud. 

Síntomas de la hipocondría

Para entender un poco más acerca de este trastorno es necesario dar a conocer sus signos y síntomas.

  • Preocupación exagerada de tener o contraer enfermedades graves.
  • Sensación e intranquilidad leve en la espera de los resultados negativos en las pruebas médicas.
  • Preocuparse excesivamente por presentar una enfermedad hereditaria.
  • Examinarse constantemente el cuerpo para detectar tienes de existen signos o imperfecciones que pongan en riesgo la salud.
  • Evitar personas, lugares y actividades por miedo a poner en riesgo la salud.
  • Hablar en todo momento sobre la salud y las enfermedades.
  • Buscar información de manera frecuente los síntomas que acompañan a las enfermedades.

¿Cómo brindar ayuda a quienes presentan hipocondría?

Lo peor de este trastorno es que provoca angustia real en la persona y no solamente termina por afectarle  sino también a quienes se encuentran alrededor. Para estas personas el consuelo no siempre es la solución y tampoco resulta del todo útil. Por ejemplo, brindar consuelo puede empeorar las cosas y resulta demasiado frustrante; provoca estrés a nivel familiar y relaciones de pareja. No se sabe cómo se debe atender a estas personas.

La realidad demuestra lo complejo que es llegar a vivir con una persona que padece este trastorno, puesto que el enemigo es el mismo, se encuentra en su cuerpo; pero lo peor, es que resulta demasiado complejo acercarse. No puedes provocar que cambie de opinión a una persona cuando esta se encuentra completamente en un nivel de obsesión con las enfermedades.

Debido a esa obsesión y a los pensamientos preocupantes, es difícil brindarles ayuda. Poco a poco se les tiene que convencer para acudir a terapia. La mejor respuesta está en acudir con especialistas de la salud mental, ya que de otro modo no es posible superar este trastorno.

Quienes presentan esta enfermedad se les considera el enfermo imaginario, en especial por su actitud que adopta ante una enfermedad que ni siquiera presenta. Además, se caracterizan por realizarse continuamente análisis minucioso y acuden al médico ante la más mínima lesión o alteración que presente su cuerpo.

Dentro de sus características podemos encontrar que una persona hipocondríaca se encuentra todo el tiempo con preocupación y miedo a padecer enfermedades graves. Por ejemplo, se alteran al notar algún cambio en su cuerpo, al sentir una aceleración en su los latidos del corazón, pequeñas heridas, sensaciones físicas… Pese a que el especialista y le segura que se encuentra completamente sano, tu preocupación jamás se va.

Son seres que interpretan catastróficamente sus signos corporales. Cualquier signo corporal o físico lo interpretan de manera negativa y esa es la preocupación latente la que comienza a consumir su salud emocional.

¿Cómo se debe diagnosticar la hipocondría?

La hipocondría se debe distinguir de ser aprensivo. Este trastorno afecta a la vida en varios aspectos: laboral, social, familiar, de pareja. Para identificarla es necesario contemplar la duración de la sintomatología, por lo menos debe presentar los signos seis meses. El profesional se encarga de descartar que efectivamente el paciente no tenga ninguna enfermedad física, una vez descartado, es conveniente analizar la probabilidad de que existe un trastorno psicológico.

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psicólogos
Escrito por

Revisado: Paola Navarro

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