¿Cómo atender el problema de la tortura?

Existen psicólogos que, por ganar dinero o por aceptar indicaciones de sus superiores sin conocer del tema, se les hace fácil realizar lo que creen que es un protocolo de Estambul, poniendo en riesgo su seriedad y abonando a la desinformación sobre esas problemáticas clínicas contemporáneas.

El Manual para la investigación y documentación eficaces de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, conocido vulgarmente como Protocolo de Estambul, tiene puntos específicos por ser atendidos para la aplicación técnica en casos de supuesta tortura, tales como una colegiación para realizarlo, generar un trabajo serio en las entrevistas para visualizar el sentido de la demanda del Protocolo y realizar una investigación profunda y eficaz que incluya un análisis de contexto donde se generan violaciones graves a los derechos humanos, tales como la tortura.

Lo anterior le dará consistencia al trabajo realizado por el investigador de la tortura, sobre todo por los efectos positivos que tiene presentar evidencias pertinentes, citadas correctamente en términos argumentativos y elaboradas para justificar porqué se dice lo que se escribe para aclarar el problema, por medio de la ciencia aplicada al caso.

Es importante notar que el Protocolo de Estambul busca orientar a los tomadores de decisiones en asuntos judiciales de posible tortura, por lo que su suficiencia argumental no puede reducirse a una simple opinión de un profesional, sobre todo considerando que el protocolo se busca utilizar en debates judiciales para que una persona demuestre su inocencia o la culpabilidad de la contraparte.

El protocolo se encuentra disponible para todas y los todos los interesados en todos y cada uno de sus conceptos y metodología propuesta. En ese documento pueden realizar consultas tan específicas como la operación del concepto fundamental psicoanalítico de transferencia, y los expertos pueden observar que puede mejorarse dicho documento, por ejemplo, en el concepto actual de la transferencia en su operación ubicua.

La transferencia es concepto y un proceso psicológico muy interesante que se hace presente en múltiples situaciones de la vida cotidiana, incluyendo la evaluación de la persona que alega tortura. Siguiendo al psicoanalista francés Jacques Lacan, la transferencia es suponer un saber al sujeto, donde creencias, prejuicios e ideas preconcebidas actúan en la relación con el sujeto.

Este concepto fundamental se puede considerar como parte de la operación eficiente del simbolismo con el que se atiende a las personas. La transferencia no se reduce al postulado de Descartes sobre las pasiones del alma: me ama/me odia/me ignora. Va más allá y opera las pasiones como una posibilidad de llegar a una verdad por medio del saber, o de establecer las relaciones saber/verdad sobre los postulados que la soportan -a la transferencia.

Para concluir y para ejemplificar lo anterior dicho, cuando se tiene enfrente a una persona (individuo, paciente o como lo designen) el elemento significante de sujeto a un lenguaje actúa con la potencia suficiente para decir su versión de la probable tortura, quedando por definir, de parte del investigador, la posición en que le pone quien habla, sujeto de una relación transferencia en la trama por la verdad y la justicia.

Por Asociación Mexicana de Psicología y Desarrollo Comunitario.

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